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Lo que sus deposiciones pueden decirle sobre su salud

Aunque pueda resultar escatológico, conocer las diferentes pistas que dan puede ayudarle a conocer mejor su organismo

Seguro que te ha pasado más de una vez. Vas al médico por cualquier cosa y él o ella, tras auscultarte y palparte aquí y allá, te interroga acerca del ritmo de tu tracto intestinal y de la naturaleza de tus residuos orgánicos sólidos; es decir, tus heces. "¿Qué tal sus deposiciones? ¿Son normales? ¿Las evacuaciones son regulares? ¿Va al baño una vez al día o más?". Es probable que en ese momento te des cuenta de que nunca habías reflexionado demasiado acerca de ello.

La temática, ciertamente, no reviste demasiado glamour: la escatología, que es la parte de la fisiología dedicada al estudio de los excrementos y otros deshechos corporales, no suele, para mucha gente, ser un tema de conversación habitual. A menudo ni con nosotros mismos, a pesar de que es bien sabido que conocernos en ese sentido puede ayudarnos mucho a evaluar cómo nos funciona el organismo.

Consciente de ello, el gastroenterólogo Anish Sheth, que ejerce en Princeton, New Jersey, Estados Unidos, ha hecho de esta cuestión eje central de un libro de divulgación en colaboración con Josh Richman. Se trata del libro ilustrado What’s Your Poo Telling You?, que significa algo así como ¿Qué te dicen tus deposiciones? ¿Su objetivo? Desmitificar el funcionamiento del tracto digestivo y brindar explicaciones médicas sobre lo que podemos aprender sobre nuestra salud mediante lo que podríamos definir como un inventario de cacas.

Sheth presenta más de dos docenas de especies distintas que aportan información sobre su génesis desde un punto de vista científico e invita al lector a realizar una serie de pasatiempos para ilustrarse sobre esta cuestión tan común y cotidiana en todos los animales. El libro explica desde lo que se considera una deposición normal hasta curiosidades como el hecho de que algunos tipos de heces pueden estimular nervios que produzcan una experiencia similar a un orgasmo.

Existen distintas tipologías de heces según el tiempo que hayan pasado en el colon

Pero el gastroenterólogo de Princeton no es el primero en abordar tal original inventario: hay otros más antiguos, como la Escala de formas de las heces de Bristol. Esta útil herramienta médica, muy utilizada en diagnosis, fue realizada por dos médicos de la Universidad de esa ciudad británica, S.J. Lewis y K. W. Heaton, a mediados de los años 90, y en ella se presentan siete tipologías distintas de heces, cuya forma depende del tiempo que han pasado en el colon antes de ser excretadas.

Las heces aportan datos sobre el funcionamiento de nuestro sistema digestivo. Su forma, textura, color y olor son señales que pueden indicar algún problema de salud. Aquí van siete indicaciones para detectar posibles anomalías en nuestro tracto intestinal.

Movimientos intestinales infrecuentes

Los médicos consideran óptimo realizar entre una y tres evacuaciones intestinales al día. Dos cuestiones vitales para mantener ese ritmo ideal es estar bien hidratado —las tuberías deben estar bien lubricadas— e ingerir dosis suficientes de fibra, esencial para aglutinar las heces y para facilitar la movilidad intestinal. Alrededor de dos litros de agua y 25 o 30 gramos de fibra al día son las dosis recomendadas para que nuestros intestinos desarrollen su labor sin demasiados impedimentos.

Heces pequeñas

Según el Dr. Sheth, las heces de pequeño tamaño pueden ser consecuencia de una dieta pobre en fibra. Si, a pesar de hidratarse correctamente y tomar la fibra necesaria, el tamaño no se normaliza, es recomendable acudir al médico. "Las heces que, progresivamente, se van haciendo más estrechas o más delgadas, pueden ser un signo de un cáncer rectal, un tumor que bloquea la evacuación", afirma.

Si durante uno o dos días el olor es especialmente insoportable, puede tener que ver con la dieta

Heces flotantes

Se supone que las deposiciones no deben mantenerse a flote en el agua del inodoro. Si esto ocurre esporádicamente, no pasa nada. Sin embargo, cuando es un hecho recurrente, puede ser un signo de malabsorción, que es como se denomina a la incapacidad para absorber ciertos nutrientes o —al contrario— de absorber demasiados, lo que causa que las heces contengan gases y floten. Sea por una u otra razón, si eso sucede algo no funciona del todo bien en el proceso digestivo. Si no sabemos detectar qué es, lo mejor es acudir al especialista.

Mal olor

Según lo que se coma, las heces expelen un olor u otro. Si es insoportablemente apestoso, cabe preguntarse qué lo ha originado. "Si eso sucede durante uno o dos días, probablemente esté directamente relacionado con la dieta", dice Sheth, aunque añade que también puede ser el resultado de intolerancias alimentarias o de la toma de medicamentos. En el primer caso, se puede intentar eliminar de la dieta los distintos grupos de alimentos que se suelen ingerir, uno por uno, y observar el resultado. En el segundo, lo mejor es consultar con el médico que ha prescrito la medicación.

El gastroenterólogo Jean-Pierre Raufman de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, asaegura que si la comida ha estado en el colon más tiempo de lo normal (es decir si el número de evacuaciones es menor al necesario), las heces olerán mucho más fuerte.

Algunos aromas son más preocupantes que otros, pues pueden ser una señal de un problema de salud importante. "Hay un olor característico de melena —un término usado para describir heces de color negro azabache, alquitranadas— que es particularmente penetrante y significa sangrado del estómago", señala Sheth. Eso puede estar originado por una úlcera gastroduodenal o una gastritis erosiva. "También la colitis, una infección causada por la bacteria Clostridium difficile, causa un olor nauseabundo muy típico, acompañado de diarrea", añade. Un olor intenso y más bien picante también puede indicar la presencia de un parásito. Ante la duda, consultar al médico.

Diarrea

Si sucede de vez en cuando no es motivo de preocupación pero si tiene lugar varias veces al día durante más de 72 horas según el Manual de Salud de Merck, es señal de que algo no va del todo bien en nuestro estómago e intestinos. Explica Anish Sheth que la causa de la diarrea puede ser diversa: infecciones, efectos secundarios de ciertos medicamentos, intolerancias dietéticas… También puede darse por intoxicaciones alimentarias, malabsorción o por el síndrome del colon irritable.

"Si la diarrea es persistente, especialmente si va acompañada de dolor abdominal o sangrado, o si se da especialmente por la noche, acuda al médico", aconseja Sheth y añade que "la diarrea recurrente nocturna generalmente es causada por una infección o inflamación, como por ejemplo una colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn". Descartados los posibles problemas graves, es recomendable identificar cualquier intolerancia a los alimentos. "Lo mejor es probar a eliminar primero la lactosa", dice. También es recomendable reducir la ingesta de cafeína y tomar probióticos para ayudar a reponer la flora intestinal.

Rastros de sangre en las heces

Arish Sheth afirma que la sangre en las heces puede ser signo de una amplia gama de problemas. Algunos serios, como un cáncer, y otros menos, como una colitis o la diverticulosis (divertículos o bolsas que se forman en la pared del intestino, especialmente en el colon), las hemorroides o los pólipos. Solo un especialista podrá determinar la causa.

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