12 destinos recomendables para 2018
Merece la pena visitar estos lugares por los que he viajado en los últimos meses
Llega un nuevo año viajero. Y las perspectivas del turismo mundial siguen siendo halagüeñas. El Barómetro de la Organización Mundial del Turismo confirmó que el primer semestre de 2017 fue el mejor en cuanto al crecimiento del sector de los últimos siete años. Y las previsiones avanzan que 2018 mantendrá esa línea ininterrumpida de crecimiento que empezó tras la crisis de 2009. Pasaremos ampliamente de los 1.300 millones de viajeros moviéndose por el mundo. Si quieres ser uno de ellos, aquí van mis 12 ideas para 2018:
Safaris en África se pueden hacer muchos, pero mi favorito es un recorrido por los parques de estos dos países fronterizos que ofrecen estabilidad (por mucho que Zimbabue haya tenido un golpe de Estado hace pocas semanas), buenas infraestructuras y una gran concentración de fauna africana en parques como Hwange, Chobe, Savuti o el delta del Okavango. A diferencia de otros parques del África central, aquí no hay 10 coches de turistas rodeando a cada león, sino que puedes pasar días enteros dentro del Chobe, por ejemplo, sin cruzarte con ningún otro vehículo. Y todo, con el añadido estelar de una visita a las cataratas Victoria.
La apertura de una oficina del turismo japonés en España relanzará aún más en 2018 la promoción de este país, tan lejano como apreciado para el viajero español. Un viaje que nunca defrauda porque al exotismo oriental y la belleza de sus paisajes, santuarios y templos se une el descubrimiento de una sociedad tan peculiar y diferente de la nuestra como la nipona.
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Ha sido mi gran descubrimiento de este año. Un país del que apenas se sabe nada más allá de papeles sospechosos, paraísos fiscales y el canal. Sin embargo, lo que vi en mi reciente viaje por allí fue una naturaleza salvaje y aún intacta en buena partes del país, playas y arrecifes coralinos —como los de Bocas del Toro—, islas para perderse a lo Robinson Crusoe -como la del golfo de Chiriquí-, y bosques tropicales nubosos que cubren sus altas montañas.
Es el país más completo de Sudamérica desde el punto de vista turístico y el más recomendable para un primer viaje al otro lado del Atlántico. Tiene selvas, montañas nevadas, ciudades coloniales, una rica cultura local aún viva y -muy en especial- un sitio mágico, Machu Picchu. Pero quienes busquen historia y arqueología no deberían quedarse ahí: la ruta Moche, en la costa norte del país, es todavía una joya por descubrir.
La localidad holandesa de Leeuwarden será, junto con La Valetta (Malta), la Capital Cultural Europea 2018. Una buena excusa para visitar Frisia y el norte de Holanda, donde se asienta esta localidad de 100.000 habitantes, surcada, ¡cómo no!, por canales. Frisia es una de las regiones más peculiares de Holanda, con unas costumbres y folclore propio.
La ruta más mítica de la Antigüedad no es un camino concreto, sino una dirección, una red de rutas por tierra y mar usadas por comerciantes para llevar mercancías desde Oriente a Occidente. Países como Kirguistán, Kazajistán o Uzbekistán ofrecen exotismo, ciudades de Las mil y una noches (como Samarcanda, Bujara o Jiva) y paisajes de desierto y estepa. Y lo que no es menos importante, seguridad para el viajero y precios asequibles.
A muchos les extrañará que lo incluya. Pero sí, pese a todo sigo siendo un firme defensor de México como destino turístico. Me parece un país variadísimo en cuanto a paisaje, rico en biodiversidad, con una fuerte identidad cultural, con ciudades coloniales, grandes ruinas precolombinas, una rica gastronomía y gente de lo más amable. Es verdad que el nivel de violencia no tiene nada que ver con el de Europa (pero no anda tan alejado de la media de la región), pero mi experiencia es que he viajado mucho y de todas las maneras por México y jamás he tenido un problema. La guerra del narco no va contra el turista.
Portugal, tan cerca y tan lejos para la mayoría de viajeros españoles, que vivimos de espalda a nuestros primos. Este año he descubierto un rincón de Portugal muy singular: la isla de Madeira. Volcánica, montañosa, vertical y con una fuerte cultura propia, Madeira es perfecta para quienes busquen vacaciones activas y deportes de aventura. No así si buscas largas playas: ¡no las hay!
Un destino cercano y asequible (varias low cost vuelan hasta Edimburgo), que sin embargo ofrece algunos de los paisajes más soberbios del norte de Europa. Escocia es el país de la gaita y el wiski, cuna del golf y cantera inagotable de excelentes actores, como Sean Connery o Ewan Mc Gregor, y de grandes bandas, como Simple Mind o The Waterboys. Los rigores del clima han moldeado una tierra pura, de paisajes solitarios y nostálgicos, que huele a lluvia, a hierba fresca y a oveja. Puedes recorrerla en coche o a pie por el West Highland Way, un sendero de 152 kilómetros que va de Glasgow a Fort Williams.
Myanmar está de moda. Tras décadas de aislamiento y dictadura el país abrió sus puertas al turismo hace pocos años. Debido a esa cerrazón Birmania (a mí me gusta seguir llamándole por su antiguo nombre) es hoy por hoy el país más puro del sudeste asiático, donde aún se puede apreciar la vida tradicional rural entre arrozales. Pero todo esto está cambiando a marchas forzadas. Las autoridades están encantadas con la entrada de divisas vía turismo y ya se están poniendo en marcha grandes proyectos hoteleros que acabarán en poco tiempo con esa inocencia.
Los amantes de las culturas vivas pueden darse un festín en Guatemala. El 51 % de la población guatemalteca sigue siendo indígena. Y su cultura y sus lenguas (los mayas eran una federación de diversas etnias) siguen vivas en lugares como el lago Atitlán o Chichicastenango. Además, están Antigua, una de las mejores ciudades coloniales de América; las fastuosas ruinas mayas de Tikal; los volcanes, el río Dulce, Livingstone y la cultura garífuna. Guatemala es el país más diverso de Centroamérica.
Que el país festeje en 2018 el bicentenario de su Declaración de Independencia es una excusa tan buena como otra para recorrer uno de los rincones más singlares de Sudamérica. Desde los desiertos de Atacama, en el norte, a los bosques valdivianos de la Patagonia o los glaciares del Campo de Hielo Sur, Chile es un deleite para los amantes de la naturaleza. Eso sí, no es un destino barato.
