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Un vecino maltratador no son cosas de pareja: esto es lo que puede hacer

¿Sirve de algo denunciar?

Una fuerte voz masculina que profiere gritos, insultos, amenazas; algún golpe, muebles que se mueven con brusquedad, vasos o platos rotos… Y de fondo una mujer llora o habla, apenas audible, en un tono sumiso, asustado. Viene del otro lado del rellano, del piso de arriba, de la pared contigua, y usted sabe de quién se trata: se comenta entre los vecinos. Pero, "¿qué puedo hacer yo?".

No es cuestión de solidaridad: no denunciarlo es un delito

"Cuando hay maltrato en una pareja no son solo cosas de pareja", reza la última campaña del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad contra las violencias machistas. Lo primero que debemos saber es que nuestra obligación es denunciar. Lo dice la ley. En concreto, el artículo 450 del Código Penal, que lleva el título De la omisión de los deberes de impedir delitos o de promover su persecución. De hecho, está castigada con penas de prisión de entre seis meses y dos años.

"Hace ya décadas que la violencia de género no es un delito a instancias de parte (el que solo puede perseguirse cuando la víctima denuncia), sino que se investiga de oficio", explica Cristina Almeida, abogada y presidenta del Club de las 25. Y en ello insiste Elena Palacios, inspectora jefa de la Unidad Central de Atención a la Familia y la Mujer de la Policía Nacional (UFAM): "Existe obligación legal y moral de denunciar estos delitos, aunque se produzcan en el ámbito de la relación de pareja. Se actúa de oficio porque son delitos públicos, no privados ni semiprivados".

Lo que puede ocurrir una vez llegue la policía

Vale, tenemos que llamar pero, ¿a dónde? Si se trata de una emergencia, "es decir, si de hecho –la situación de maltrato– se está produciendo en ese mismo momento", comenta Palacios, "el número que hay que marcar es el 091". En caso de llamar al 016 o al 112, quien le atienda dará parte a la Policía Nacional, que se presentará en el domicilio de los malos tratos tan pronto como sea posible.

Una vez que aparecen los agentes, pueden darse varias situaciones, que van a resultar clave en la consecución del caso.

a) Que la mujer niegue que haya malos tratos pero tenga lesiones. En esos casos, "la Policía actúa. Lo primero que hace es trasladarla a un centro de salud o un hospital cercano. En ese momento ya hay un parte de lesiones que se suma al informe de atestado que facilita la policía a la autoridad judicial”, comenta Palacios. Pruebas que se aportan en un posible juicio.

b) "El problema viene cuando la mujer no tiene lesiones y dice que no hay ningún problema en la pareja, salvo una riña. Entonces todo es más complicado”. Aquí no existen pruebas, solo un testimonio, normalmente, no visual. Pero no por ello hay que dejar de denunciar en ocasiones sucesivas. Lamentablemente, si hay maltrato, la escena se repite.

¿Y de qué sirve la llamada si ella lo niega todo?

"La llamada o la denuncia son siempre fundamentales, incluso si la mujer no quiere denunciar o declarar", corrobora Ana Galdeano Santamaría, fiscal decana de Violencia sobre la Mujer de Madrid. "Hay que tener en cuenta que pueden existir otras pruebas. En los juicios por violencia de género es muy importante conocer el contexto familiar de la víctima. Por eso aunque ella no quiera colaborar, las denuncias de su entorno familiar, laboral, sanitario (cuando es atendida de forma reiterada por heridas causadas por caídas, por ejemplo) podrían permitir, al menos, investigar".

Precisamente el hecho de que la víctima se niegue de forma tan frecuente a denunciar hace que a menudo los vecinos se echen para atrás a la hora de llamar a la policía. "Se sienten impotentes", explica Palacio, pero añade: el problema "es que no conocen el ciclo de la violencia. La mujer en esos casos no decide por sí misma. Yo digo que está tocada del alma, está cosificada. No es que mienta, es que no sabe cómo salir de la situación en la que se encuentra".

¿Nuestro aviso puede ayudar a que condenen al maltratador? "Conseguir una condena inculpatoria cuando ella no quiere declarar y no existen lesiones es algo más complicado", explica Galdeano: "Todo dependerá de la investigación".

Eso sí, a veces la contundencia de las primeras declaraciones se va perdiendo a lo largo del proceso. Lo ha detectado la fiscal decana de Madrid: "Aunque los denunciantes mantienen cierta vehemencia cuando se celebra el juicio —quizás al cabo de dos años— la riqueza de matices, que ayuda a que la sentencia se incline hacia la condena o la absolución, se va relajando". ¿Por qué? "Da miedo encontrarse con el vecino en la escalera de casa o en el garaje. Y, más aún, si ella ha decidido apartarse del procedimiento y no seguir adelante".

Denunciar y testificar, pero nada de hacerse el héroe

Palacios asegura que enfrentarse con el vecino no está en el perfil del maltratador: "En mi experiencia de 27 años, el maltratador es un tío cobarde que focaliza la agresión contra la mujer porque la considera un ser inferior. Es una relación de poder. De modo que no suele haber muchas probabilidades de que agreda al vecino que ha avisado a la Policía. Es más fácil encontrar en el maltratador la imagen de un vecino adorable, salvo en aquellos casos en que además se trate de una persona agresiva o con problemas de abuso de alcohol o drogas, que haya podido tener problemas previos con el vecindario".

En lo que llevamos de 2017, 44 mujeres y al menos siete menores han sido asesinados. La violencia machista da miedo, sí, y también rabia. Que este sentimiento no le lleve al extremo contrario: representar la escena del salvador o de la salvadora. "Nada de enfrentarse al maltratador", instan tanto Elena Palacios como Ana Galdeano. "Son las fuerzas de seguridad quienes han de llamar a esa puerta".

Si quiere hacer algo más, aparte de cumplir con su deber ciudadano de denunciar, en lugar de una actuación estelar puede ofrecer apoyo a la víctima.

Cómo acercarse a la víctima (¡si la han aislado!)

No es fácil hacerse escuchar por la víctima: "Aislarla de su familia y entorno es una de las estrategias que utiliza el maltratador", advierte Palacios. Y, frecuentemente, es la propia maltratada la que oculta el problema. En el Observatorio de Violencia de Género llama la atención la baja incidencia de denuncias por parte de familiares. Y es que, en muchas ocasiones, "ni siquiera conocen el problema", se lamenta la inspectora jefa.

Para ayudar, lo primero y más importante es entender sus circunstancias: "Muchas tienen dependencia económica, emocional, hijos en común… Y la autoestima por los suelos", comenta Begoña Serrano, responsable del área de Mujer del Movimiento por la Paz.

Así que el acercamiento debe ser respetuoso, sin presiones: "La labor de las personas cercanas es mostrarle que hay gente que la va a escuchar y está dispuesta a acompañarla a donde sea cuando ella lo decida", explica Serrano. Recuerde que si la víctima da pasos antes de tiempo "puede ser que vuelva con el maltratador".

El 016 es, como sabe, el número que no deja huella en la factura del teléfono y donde las víctimas de violencia machista y toda la ciudadanía pueden informarse sobre qué pasos dar para salir o ayudar a salir de una situación de maltrato. Aunque, ojo, marcar este teléfono no sustituye a la llamada a la Policía.

No está solo: cada vez más vecinos denuncian

Solo ocho de las 37 víctimas mortales que se había cobrado la violencia machista en septiembre habían denunciado. Solo el 28,5% de los casos de malos tratos llega a conocimiento de los órganos judiciales, como ponía de manifiesto la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015. Sí recurren, en cambio, a familiares, amigos y vecinos para recibir asistencia informal. Es en ese momento cuando hay que tratar de comprender a la víctima para poder ayudarla. Y, desde luego, acudir a la Policía cuando haya situaciones de peligro.

"Cada vez más son los vecinos los que llaman al 091", reconoce Elena Palacios. "Las llamadas han aumentado mucho en estos años. Se ha hecho un gran trabajo en materia de concienciación".

Contactos que puede necesitar

  • 091: Policía. Si hay riesgo inminente para la mujer víctima de maltrato u otros miembros de la familia.
  • 016: Para recibir información y orientación. Es gratuito, anónimo y no deja rastro en la factura del teléfono.
  • Servicios Sociales de cualquier ayuntamiento: Para recibir información y orientación.
  • atencionfamiliaymujer@policia.es: dirección de correo electrónico puesto en marcha recientemente por la UFAM (Unidad Central de Atención a la Familia y la Mujer de la Policía Nacional). Los especialistas de la Unidad se ponen en contacto con la persona que escribe y avisan a la policía territorial para que preste sus servicios.

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