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Carolina Jiménez, la española que triunfa creando efectos visuales en Hollywood

Jiménez, retratada en Vancouver (Canadá), adonde se trasladó desde Nueva Zelanda por una nueva oportunidad profesional en marzo de 2015.
Almudena Ávalos

EN LA oficina de Carolina Jiménez (Madrid, 1978), ubicada en Vancouver (Canadá), no se permite tener el móvil encima de la mesa. Trabaja en el estudio de efectos visuales ScanlineVFX, que desarrolla todos sus proyectos con gran secretismo. “Las filtraciones en la industria del cine son muy serias. Pueden hacer perder inversiones millonarias. A veces hasta nos obligan a utilizar nombres en código para títulos o personajes para que nadie ajeno sepa en qué estamos trabajando”.

Jiménez es una de las pocas mujeres españolas que ha triunfado en el mundo de los efectos visuales a nivel internacional. Ella puede presumir de aparecer en los títulos de crédito de películas de Tim Burton (Alicia a través del espejo), Ridley Scott (Prometheus) y Zack Snyder (El hombre de acero). De haber estrenado este año Guardianes de la Galaxia 2 y Power Rangers. De estar trabajando en superproducciones como La Liga de la Justicia, Tomb Raider y Meg, y de su próxima inmersión en Aquaman y Black Panther. Pero la emoción aflora cuando habla de los tutoriales de YouTube que crea y de su blog Geek is the New Sexy. Ahí comparte, con generosidad y sencillez, contenidos educativos en español sobre efectos visuales y 3D en el cine. “Había mucho material didáctico en inglés, pero casi nada para hispanohablantes. Por eso sentí que debía ayudar a entender este trabajo y animar a estudiarlo”.

A ella le hubiera gustado toparse con información así porque, hasta 2002, desconocía que pudiera dedicarse profesionalmente a crear mundos para cine y televisión. Aquel año se compró el DVD de El Señor de los Anillos y le cambió la vida. Por entonces estudiaba arquitectura y, gracias al cómo se hizo de la película, descubrió que un programa de 3D, similar al que usaban en la carrera para diseñar edificios, bastaba para hacer espectaculares efectos visuales. Y comenzó a experimentar. “En vez de casas, me puse a construir naves espaciales y monstruos. Y decidí abandonar la carrera para estudiar 3D”.

A base de esfuerzo, talento y perseverancia, la ficharon en la serie Águila Roja. “Modelé y texturicé todos los edificios que no existían. Me basé en los tejados de las casas de Pedraza para hacerlo”. De la televisión saltó al cine con Planet 51. “Después envié mi currículum a todos los estudios internacionales y me contrataron en Australia para trabajar en la película Happy Feet 2”. Junto a un equipo de profesionales generaron todas las huellas que los pingüinos iban dejando en la nieve. Poco después, Jiménez ya tenía un contrato de seis meses para trabajar en Weta, el estudio neozelandés de Peter ­Jackson, donde se quedó tres años. “Allí se hizo realidad mi sueño de participar en la trilogía completa de El Hobbit”. Aunque en una ocasión llegara a trabajar 110 horas en una semana, de esa experiencia guarda su secuencia favorita, la del bosque de Mirkwood. “En mi departamento éramos tres y durante tres meses trabajamos hasta la madrugada creando el bosque repleto de telarañas que aparece en tres minutos de película”, recuerda. “Pero pagaban bien las horas extras. Y he de reconocer que, aunque no es habitual, vi colchones debajo de las mesas”.

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