_
_
_
_
_

En este pueblo, los niños no pueden jugar al balón en la calle

El alcalde de Busot (Alicante) aplica este veto que cita la ordenanza de 2011 aprobada por su consistorio. También se prohíbe montar en bici y patinar

Carolina García
getty

La realidad es que las nuevas tecnologías como Internet o los videojuegos se han convertido en los mejores amigos de muchos jóvenes, haciendo que dejen de lado, muchas veces, realizar actividades lúdicas en el exterior, sobre todo en las grandes ciudades. Pero todavía existen muchas pequeñas localidades en España en las que jugar en la calle es lo habitual. Pueblos pequeños y con pocos vehículos para disfrute de los niños. Y este debería ser el caso de Busot, un pequeño municipio situado en la provincia de Alicante y que cuenta con unos 3.075 habitantes. Pero parece que a los ciudadanos de Busot y a los turistas que acuden a la localidad no les gusta que los menores jueguen con el balón, patinen o monten en bicicleta en la vía pública de la localidad. Por esta razón, su alcalde recordó hace unos días que la ordenanza de convivencia cívica prohibía a los niños jugar "de forma masiva y espontánea" en la calle bajo multa de hasta 750 euros. La oposición critica la medida.

Más información
Más niños en la calle y menos ‘ciberocio’
¡Queremos jugar en la calle!
Más calle para los niños, si es posible

La decisión de emitir un bando sobre la prohibición de “la práctica de juegos que perturben los derechos de los vecinos o usuarios del espacio público” se deriva de las críticas de los visitantes y algunos residentes. La conclusión es que el ayuntamiento ha vetado que los niños usen bicis, patines y se practique juegos con balón. “Esta decisión se debe a las quejas emitidas por la gente que ha visitado nuestro pueblo y que han paseado por sus calles, sobre todo, las que rodean al Ayuntamiento, y a las situaciones incómodas que han acontecido entre visitantes y residentes durante los meses de verano”, explica por teléfono su alcalde Alejandro Morant.

“La intención”, continúa, “ es evitar accidentes y molestias a los viandantes y así regular la convivencia cívica y el uso de los espacios públicos establecidos en la ordenanza sobre convivencia ciudadana aprobada en diciembre de 2011”. Desde el ayuntamiento, añaden que el veto está dirigido únicamente a recordar dicha ordenanza, en la que se recogen multas de hasta 750 euros, y que aseguran que todavía no se ha sancionado a nadie. La ordenanza en su artículo 25 asegura que "se prohíbe la práctica de juegos en espacio público y de competiciones deportivas y espontáneas que perturben los legítimos derechos de los vecinos y vecinas y de los demás usuarios del espacio público". Y añade que "está especialmente prohibida la práctica de juegos con instrumentos y objetos que puedan poner en peligro la integridad física de los usuarios del espacio público, así como la integridad de los bienes (...) No está permitida la práctica de acrobacias y juegos de habilidad con bicicletas, patines o monopatines fuera de las áreas destinadas al efecto".

“Las zonas peatonales se han convertido en pistas de fútbol, porque antes, con los coches, los niños no jugaban, no podían. Hemos abierto un museo y de pronto han llegado a la localidad unos 10.000 visitantes y han sucedido situaciones incómodas. Aquí en Busot, hemos habilitado la plaza de la Generalitat que tiene unos 2.000 metros cuadrados y las zonas polideportivas para jugar”, explica vía telefónica su alcalde, Alejandro Morant. "El objetivo ha sido recordar la ordenanza y así evitar accidentes y molestias a los vecinos. Hay gente que no duerme, que no puede descansar. He recibido quejas, verbales, y decidí recordar las normas de convivencia. Incluso, a veces, lo hago yo mismo de viva voz. Nada más", añade. "La medida pretende recordar que de lo que se trata es de que podamos convivir, unos jugando y otros descansando", continúa Morant, "y paseando sin peligro a recibir un balonazo o ser atropellado por un patinete".

Por su parte, Óscar Ripoll, concejal del PSOE en la localidad, explica por teléfono que el alcalde “se ha pasado de la raya al quitarle la libertad de jugar a los niños”. "Si prohibimos a los niños jugar en la calle... que va a ser lo próximo", se lamenta Ripoll. Según este concejal, los vecinos no dan crédito. El bando está colgado y pegado en varios puntos del municipio: "En la farmacia, en los bares...". "Mira si le preocupa el ruido que ni las campanas de la iglesia suenan más tarde de las 00.00 horas. Y dígame usted, si un policía ve a un niño jugando en la calle, ¿usted cree que le va a denunciar? Con la tecnología que hay ahora, muchos jóvenes se quedan en casa y los niños tienen que salir todo lo que puedan a la calle y jugar", concluye este edil. 

El Ayuntamiento también ha notificado que se prohibía cualquier actividad perturbadora -cantar, gritar, hablar en la calle- desde las 22.00 horas hasta las 08.00 horas de la mañana. "Hombre, no se trata de seguirlo a rajatabla. Por ejemplo, en verano las 00.00 horas es una hora respetable. Pero no se puede permitir que la gente haga ruido, por ejemplo, a las 03.00 horas de la mañana mientras otros, sus vecinos, quieren dormir", concluye el alcalde.

No está permitida la práctica de acrobacias y juegos de habilidad con bicicletas, patines o monopatines fuera de las áreas destinadas al efecto

Busot no es el primer pueblo que pone en práctica la ordenanza que prohíbe los niños jueguen al balón, patinen o monten en bicicleta en la vía pública para evitar daños y prejuicios. Por ejemplo, el pasado mes de abril, Gobierno del Ayuntamiento de Talavera de la Reina aprobó la prohibición desde las 22.00 horas a las 08.00 horas de la mañana de poder jugar a la pelota en lugares residenciales y zonas verdes. Se trataba, dijeron, de favorecer el descanso de los vecinos, dentro de la ordenanza de convivencia y ocio.

Por el contrario, en 2016, Alcalá de Henares (Madrid) impulsó una campaña que consistía en cambiar de los parques los carteles de "No se puede jugar a la pelota" por "Jugar respetando". Ejemplo que quieren seguir ciudades como Barcelona, en cuya normativa se sitúa la prohibición de jugar al balón desde 2005 y en la que se llegó a instaurar también carteles proclamando el veto. Su alcaldesa Ada Colau está intentando quitarlos para que los niños vuelvan a jugar con libertad en la calle.

Cabe recordar que el anteproyecto de la Ley de Seguridad Ciudadana del gobierno de Mariano Rajoy incluía la regulación de la práctica del deporte en la calle, pero el texto final, aprobado en 2015, desechó ese apartado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_