18 fotosKenia vota en masa en unas reñidas eleccionesLas elecciones enfrentan al presidente saliente, Uhuru Kenyatta, con su rival Raila Odinga 09 ago 2017 - 09:57CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLas largas filas de espera y los numerosos testimonios de electores que pasaron la noche a las puertas de los colegios electorales daban cuenta del fervor democrático, que no se vio perjudicado por las acusaciones de fraude en comicios anteriores. En la imagen, los votantes esperan la apertura de un centro electoral, en Mombasa (Kenia).SIEGFRIED MODOLA (REUTERS)La comisión electoral reconoció "algunos problemas en algunos centros de votación" relacionados con el sistema biométrico de identificación de los electores, que, no obstante, parecía funcionar mejor que en 2013. En la imagen, un policía keniano con un palo dirige a los votantes, en un centro electoral de Nairobi (Kenia).LUIS TATO (AFP)Todas las miradas están puestas en Kenia, ya que simboliza una piedra angular en el escenario de la lucha contra el terrorismo o como agente estabilizador de los vecinos Sudán del Sur y Somalia. Votantes kenianos esperan para emitir sus votos en una mesa de votación, en el barrio pobre de Kibera, en Nairobi, (Kenia).DANIEL IRUNGU (EFE)El exsecretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien dirige una delegación de observadores del Carter Center, manifestaba a unas horas de la apertura de los colegios electorales que confía en que el país se levantará después de las elecciones y pidió a los líderes que favorecieran un proceso pacífico. En la imagen, el opositor Raila Odinga llega al centro electoral, en Nairobi (Kenia).TONY KARUMBA (AFP)Los comicios de 2007 derivaron en un enfrentamiento que mató a 1.100 personas y forzó a 600.000 a dejar sus hogares. Las personas esperan su turno para votar, en un centro electoral de Eldoret (Kenia).JENNIFER HUXTA (AFP)Por temor a una nueva oleada de violencia poselectoral, algunas zonas del país —en especial los más de 100 slums, o favelas, de Nairobi, como la gigantesca Kibera, hogar de un millón de personas— hacían este lunes acopio de alimentos y agua, mientras la policía acaparaba todos los kits de primeros auxilios. Varias personas buscan sus nombres en la lista de votantes, cerca de Nairobi (Kenia).TONY KARUMBA (AFP)Dos mujeres votan en Gatundu (Kenia).BAZ RATNER (REUTERS)Pero además, hay otro temor que preocupa a los analistas: la propagación de noticias falsas en las redes sociales como Facebook o en servicios de mensajería instantánea como WhatsApp. En la imagen, presos kenianos esperan en línea para votar, en Kisumu (Kenia).KEVIN MIDIGO (AFP)Y sabiendo de la importancia de Internet para conquistar el voto indeciso, el Jubilee ha contratado los servicios de la compañía de datos Cambridge Analytica que ha reclamado como éxitos la elección de Donald Trump o el Brexit. La firma británica BTP Advisers, que colaboró en la campaña de 2013, será el otro de los comodines de Kenyatta. En la imagen, dos hombres ayudan a una mujer de 81 años a votar, en Gatundu (Kenia).SIMON MAINA (AFP)La campaña electoral, la más cara de la historia reciente con un coste de 400 millones de euros, según la información suministrada por el propio Estado, ha estado dominada por un clima cargado de tensión. En la imagen, una persona busca su nombre en la lista de votantes, en Kibera, un asentamiento informal en los suburbios de Nairobi (Kenia).MARCO LONGARI (AFP)A una semana de que comenzara la votación, Chris Msando, el responsable de administrar los sistemas informáticos del voto electrónico fue encontrado muerto a las afueras de Nairobi con uno de sus brazos cortados. Varios votantes hacen cola para ejercer su derecho al voto en un colegio electoral en Gatundu, a 60 km al norte de Nairobi (Kenia).Kabir Dhanji (EFE)El temor está en el ambiente acrecentado por las declaraciones del líder opositor Odinga, quien hace unos días subrayaba que la única manera que tiene de ganar el partido en el poder es amañando los resultados. En la imagen, una mujer de 102 años vota, en Gatundu (Kenia).BAZ RATNER (REUTERS)Votantes kenianos esperan para emitir sus votos en una mesa de votación, en el barrio pobre de Kibera, en Nairobi, (Kenia).DANIEL IRUNGU (EFE)En los últimos meses, Kenia ha visibilizado un malestar social creciente que ha conseguido poner contra las cuerdas a la Administración de Kenyatta. Prueba de ello ha sido la sequía de febrero declarada de “desastre nacional” y que encareció los precios de los alimentos, las huelgas prolongadas de médicos y profesores, o los altos niveles de desempleo entre los jóvenes después de la promesa incumplida del presidente de crear un millón de trabajos anuales desde 2013. La guinda es que según un informe de 2016 de la consultora PricewaterhouseCoopers, Kenia es el tercer país más corrupto del mundo. Una votante rellena su papeleta en un colegio electoral en Gatundu, a 60 km al norte de Nairobi (Kenia).Kabir Dhanji (EFE)A pesar de que se presentan ocho candidatos a la presidencia, las encuestas apuntan a un empate que podría llevar al país a una segunda vuelta entre el Jubilee y el NASA. El presidente en funciones y líder de la coalición gobernante Jubilee, Uhuru Kenyatta (c), ejerce su derecho al voto en un colegio electoral en Gatundu, a 60 km al norte de Nairobi (Kenia).Kabir Dhanji (EFE)Por un lado, Kenyatta ha prometido educación secundaria gratuita a partir de enero de 2018 o proporcionar atención médica libre de costos a personas mayores de 70 años. Votantes kenianos esperan para emitir sus votos en una mesa de votación, en el barrio pobre de Kibera, en Nairobi, (Kenia).DANIEL IRUNGU (EFE)Parte de la política implementada en estos últimos cinco años ha consistido en una inversión masiva en infraestructura que ha contribuido a mantener el crecimiento económico de más del 5% desde 2013. La inauguración de la línea férrea entre Mombasa y Nairobi construida por China a comienzos de junio ha desatado también el debate sobre el papel que está jugando el gigante asiático en el desarrollo del país. Un votante ejerce su derecho al voto en un colegio electoral en Gatundu, a 60 km al norte de Nairobi (Kenia).Kabir Dhanji (EFE)Odinga, por su parte, ha prometido entre otras medidas atajar “el cáncer endémico de la corrupción”, garantizar una nación segura de alimentos, defender la libertad de prensa, o frenar la deuda pública que actualmente supone unos 33.000 millones de euros (53% del PIB). En junio de 2013, la deuda pública era de 16.000 millones. Una mujer (d) es ayudada por un agente electoral (i) para emitir su voto en las elecciones generales hoy, martes 8 de agosto de 2017, en Moipei, en el condado de Kajiado, a unos 80 kilómetros al sur de la capital Nairobi (Kenia).DAI KUROKAWA (EFE)