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INVENTOS

El ‘cubre botas’ de fútbol que evita que se desaten los cordones

El dispositivo está pensado para los jugadores más pequeños que aún no saben atarse los cordones

Boceto de la patente 'cubre botas técnico para bota de fútbol' de Sergio Serrano.
Boceto de la patente 'cubre botas técnico para bota de fútbol' de Sergio Serrano.

Quien no quiera perder ni un solo minuto de juego en un partido de fútbol para atarse los cordones puede que encuentre útil este invento. Hace apenas dos semanas se patentó un nuevo dispositivo que evita que los cordones de la bota de fútbol se desaten durante la actividad deportiva. Se trata del Cubre botas técnico para bota de fútbol y es un complemento que se ajusta como si fuera un calcetín a la bota y que presiona los cordones para que no se desaten.

Su creador es Sergio Serrano, un valenciano que concibió el artilugio mientras veía un partido de su hijo pequeño. “Tras muchos partidos, observaba que había momentos en los que se paraba el juego porque a algún jugador se le desataban las botas. En la gran mayoría de las veces, se requería de la ayuda del árbitro o de los entrenadores para atárselos. Esto quitaba tiempo de juego”, explica Sergio.

“El dispositivo ya ha sido probado y el resultado ha sido muy satisfactorio"

Por eso, este dispositivo está especialmente destinado para aquellos jugadores más pequeños que necesitan de un adulto para el correcto anudado. En categorías y niveles más altos también tendrían utilidad pues los cordones pueden desatarse en los momentos más inoportunos del juego. Entre las otras ventajas que el inventor propone, destacan la mejora de la conducción y del disparo del balón, ya que, según Serrano, el dispositivo se ajusta perfectamente a la bota evitando toques defectuosos como consecuencia de los dobles nudos.  “El dispositivo ya ha sido probado y el resultado ha sido muy satisfactorio”, afirma.

El modo de usarlo es muy sencillo, ya que una vez se hayan anudado los cordones, se introduce el invento en la bota, como si de un calcetín se tratase. El mecanismo, formado por un material elástico, ejerce la suficiente fuerza contra el calzado y evita su posible desanudado. Una sola pieza cerrada fija pero que permite el movimiento, y que se extiende desde la parte delantera de la bota ocupando desde el tobillo a la puntera, y que por abajo permite que sobresalgan los tacos. 

"Será un artículo al alcance de todos los bolsillos"

Tras patentar su invento el pasado 24 de julio, Serrano continúa trabajando para buscar un material elástico adecuado que no ceda al cabo de los usos y para crear el producto real que le permita comercializarlo. Al continuar en el proceso de fabricación, aún no ha establecido el precio de mercado; pero el inventor ha confesado que “con todo seguridad, será un artículo al alcance de todos los bolsillos”.

Actualmente existen otros mecanismos que también tienen como principal objetivo solventar los problemas de cordones. Un ejemplo son las botas con el desplazamiento de cordones lateralmente o aquellas que cuentan con la tecnología PureCut, en las que los cordones han sido eliminados permitiendo un dominio más preciso del balón. Por otro lado, también existen en el mercado las lengüetas accesorias para el calzado. Una patente de hace un par de años presentada por Marc Vives, que también pretende aportar soluciones al mundo del calzado. Se trata de una pieza accesoria que se incorpora a la zona del empeine y que oculta y fija el lazo de los cordones, evitando también que se desaten y ejerciendo también una función de complemento de moda. 

Puedes descargar el PDF de la patente en esta dirección

Un empresario al que siempre le ha gustado diseñar

Sergio Serrano Vercet, el inventor de este dispositivo, es un valenciano de 45 años al que siempre le ha interesado la investigación. Actualmente trabaja en su propia Agencia de Aduanas, pero sigue desarrollando una creatividad que le caracteriza desde joven. “Hace bastantes años intenté patentar una red de entrenamiento mejorada. Tengo el expediente iniciado y me gasté unas 86.000 pesetas, lo que hoy equivalen a quinientos euros, en un estudio previo… Finalmente no pude afrontar el gasto de la patente. Hoy por hoy tengo los cajones llenos de diseños para el día a día”, explicaba Sergio por teléfono a EL PAÍS.

El empresario confiesa que siempre ha tenido muchas ganas de patentar, pero que no lo ha hecho por falta de tiempo y de dinero. El año pasado registró la marca ImparSocks, una línea de calcetines impares combinables todos entre sí. Este hecho fue el que le dio el empujón para ponerse en marcha con la presentación de las patentes.

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