Justin Trudeau y la “diplomacia de sus calcetines”
El primer ministro canadiense ha logrado enviar mensajes políticos con sus divertidos y llamativas prendas
Si muchos líderes mundiales utilizan su vestuario para enviar mensajes acerca de un tema o una posición se podría decir que Justin Trudeau en vez de hacerlo con una corbata lo hace con sus calcetines. El pasado domingo Trudeau marchó por el Orgullo Gay, con unos calcetines con los colores del arcoíris y con las palabras Eid Mubarak, en reconocimiento a la fiesta islámica que marca el final del Ramadán. Con este simple gesto el primer ministro canadiense honró a dos comunidades. Y además, apoyó a la industria local. El par de calcetines fue elaborado por una compañía de Toronto.
En la imagen Justin Trudeau junto a Randy Boissonnault en la ceremonia por el Orgullo gay en Ontario.
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En un principio los expertos calificaban su estilo como algo encantador, más tarde aseguraron que se trataba de un intento por relajar situaciones tensas. Pero la verdad es que la elección de sus calcetines no es una cuestión de azar es algo pensado y calculado. Algo que The New York Times ha bautizado como “la diplomacia del calcetín”. Durante una reunión con Enda Kenny, entonces primer ministro de Irlanda, Trudeau lució unos con los dibujos de C3PO y R2D2, (coincidía justo con el Día Internacional de Star Wars). “Estos son los calcetines que estás buscando”, escribió Trudeau en su cuenta de Twitter con fotografía incluida.
En la imagen Trudeau y Enda Kenny en Montreal, el pasado 4 de mayo.
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El estilo del primer ministro canadiense es bastante alejado al del resto de líderes políticos. Sus trajes siempre están hechos a medida y resaltan su atlética figura. Pero sobre todo el político ha dejado de lado los antiguos códigos que, aún, siguen rigiendo la vestimenta de los mandatarios.
El pasado 5 de junio utilizó unos calcetines bastante patrióticos. Rojos y estampados con la famosa hoja de maple. Los lució en el programa de televisión Live with Kelly and Ryan.
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Trudeau sabe apreciar la versatilidad y elegancia del clásico traje color azul marino, y además darle un toque juvenil a su apariencia con los llamados fun socks, o calcetines alegres debido a sus llamativos colores. Y esta capacidad de mezclar lo clásico con lo divertido se ha convertido en una de sus armas secretas.
En la imagen el primer ministro Justin Trudeau en Toronto celebrando el 39º desfile anual del Día de Khalsa, una fiesta que celebra la cosecha y que marca el inicio del nuevo año en el calendario solar.
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Las redes sociales han sido las plataformas que han encumbrando el estilo del político. Imágenes de él y mensajes con sus medias suelen apoderarse de las redes cada vez que sorprende con un nuevo par.
En la imagen los calcetines que Trudeau utilizó durante una reunión bilateral en una conferencia global para luchar contra el VIH, tuberculosis y la malaria en Montreal el pasado septiembre.
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Lucir corbatas temáticas podría ser un poco obvio. Los gemelos serían un tanto difícil de descifrar, pero ¿los calcetines? Esta prenda es lo suficientemente sutil para no distraer, pero lo bastante visibles para que se entienda el mensaje que está tratando de enviar.
En la imagen los el primer ministro con unos coloridos calcetines durante una sesión de preguntas y respuesta en la Cámara de Comercio en Washington, en mayo de 2016.
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Los calcetines de Trudeau han cobrado vida propia, se han escrito artículos analizando su por qué, se ha celebrado por mucho y observados por todos.
En la imagen el primer ministro durante un discurso en la cámara del senado en el parlamento en Ottawa.
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Incluso cuando no hay un tema obvio por el cual celebrar Trudeau rara vez utiliza calcetines neutros. Si no son de colores llamativos, tienen rayas, círculos y demás figuras geométricas.
En la imagen Trudeau y el presidente francés Emmanuel Macron durante una reunión del G7 en Sicilia, en mayo de este año.
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Su llamada “diplomacia del calcetín” ha sido bien recibida por el público, incluso aplaudida a nivel internacional. Se ha tomado como un símbolo de su habilidad para abrazar las diferentes culturas y su posición como un líder de nuevas generaciones que no quiere caer en antiguas tradiciones.
En la imagen el primer ministro en la celebración de la llegada de la primavera en Chinatown, el barrio chino, de Vancouver.
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Aunque aún no ha logrado crear tendencia con sus pares de otros países, él se ha convertido en uno de los pioneros en modernizar el estilo de los mandatarios y con su look desenfadado ha abierto posibilidades para los futuros gobernantes. Lo que es seguro es que el mundo lo observa y está ansioso de ver cuáles serán sus próximos modelitos.
En la imagen Justin Trudeau durante una actividad en la Universidad de la Habana en Cuba, el pasado noviembre.
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