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Resulta que su abuela tenía razón con estas creencias sobre el embarazo

Hay pistas sobre el sexo del bebé o su cantidad de pelo más certeras de lo que parecen

Numerosos mitos y leyendas circulan en torno a la fecundación y el nacimiento. No siempre los transmiten las abuelas, faltaría más, sino que llenan páginas y páginas de foros sin fundamento científico. Y es que ni los antojos insatisfechos provocan marcas de nacimiento en el bebé, ni es más fácil concebir cuando hay luna llena. Del mismo modo, no hay posturas que favorezcan el embarazo, ni tumbarse bocarriba tras el coito ayuda a la gestación. “A los pocos segundos del coito, los espermatozoides suben por el cuello del útero, por lo que intentar retener en la vagina todo el fluido no tiene sentido”, contó a BUENAVIDA el ginecólogo Juan García Velasco. La lista de falsas creencias es interminable. Sin embargo, también existen ciertas afirmaciones, con apariencia de habladuría, que no van tan mal encaminadas. He aquí algunas de ellas.

"Si te relajas, será más fácil quedarte embarazada"

¿Es posible que nuestras capacidades reproductivas se vean aminoradas por el estrés? Los especialistas coinciden en que se trata de un tema controvertido. “Sí, pero debe ser un nivel de estrés muy alto que ocasione la pérdida de la regla”, explica el doctor Manuel Albi, jefe del departamento de Obstetricia y Ginecología de Hospitales Universitarios del Grupo QuirónSalud. Un estudio del Centro Médico de Wexner, en Ohio (EE UU), publicado en Human Reproduction, añade que las mujeres con un alto nivel de estrés tardan de media un 29% de tiempo más en quedarse embarazadas. Sin embargo, esto no quiere decir que pensar cosas bonitas vaya a solucionar sus problemas reproductivos. El asunto es bastante más complejo y entran en juego muchos otros factores, incluyendo el estado de salud de cada uno. “En situaciones extremas primero debemos garantizar nuestra propia vida, antes de permitirnos el lujo de crear vida nueva. Hasta que no exista un ambiente propicio, la naturaleza no va a admitir un embarazo, porque cuando la salud está en riesgo el cuerpo disminuye las posibilidades de concebir. Es natural, fácil de entender… La propia especie tiende a mantenerse por medio de mecanismos de defensa para la evolución”, asegura Albi.

"El gato, durante el embarazo, cuanto más lejos, mejor"

La persona que le diga esto no es una desalmada con los animales, sino que intenta protegerle de la toxoplasmosis. Esta enfermedad infecciosa se produce a causa de un parásito intracelular que afecta a los gatos y es capaz de causar malformaciones en el feto, pudiendo incluso llegar a provocar un aborto. No obstante, solo correrá peligro quien entable un primer contacto con la enfermedad durante el embarazo, puesto que una vez contraída se adquiere la inmunidad permanente. “Aunque el embarazo no es la mejor época para adquirir nuevas mascotas, no hay motivo para echar a la calle a las que se tienen en casa. Simplemente, debemos tomar medidas higiénicas preventivas, tales como no manipular las heces del gato sin guantes y lavar las manos después de acariciarlo”, afirma el doctor Manuel Albi.

Según el experto, la toxoplasmosis se manifiesta como una gripe normal, por lo que pasa bastante desapercibida, aunque también es poco frecuente. Si no está segura de haberla contraído en el pasado, debe llevar a su gato al veterinario para verificar que no tiene el parásito que la transmite. Para saber si ya es inmune, su médico le hará un análisis de anticuerpos.

"¿Tienes muchos ardores? Tu bebé va a ser peludo"

En 2006, un estudio publicado en la revista Birth, por un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE UU), monitorizó el embarazo de 64 mujeres, de las que 28 presentaban ardores agudos o moderados. Pues bien: 23 de ellas acabaron dando a luz a bebés con más pelo que la media. Y de las 12 que no tuvieron ardores, diez alumbraron a niños sin cabello. Como matizan los autores del estudio, he aquí un claro ejemplo de que correlación no es igual a causa: los ardores no traen consigo el pelo, sino que las mismas hormonas del embarazo que contribuyen al crecimiento del pelo en el niño relajan los músculos que contienen los ácidos del estómago de la madre.

"Cansancio extremo por la mañana, niña en camino"

Según un estudio llevado a cabo en Suecia con 1,65 millones de embarazos, las mujeres que mostraron síntomas de hiperemesis gravídica (HG), náuseas y vómitos severos que producen deshidratación y pérdida de peso, son más tendentes a tener niñas que niños. "Aunque normalmente nazcan más varones, el 56% de los casos analizados de féminas con extremo cansancio por la mañana acabaron dando a luz a niñas", cuenta una de las autoras del estudio, Lena Edlund, de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Como asevera el biólogo de la Universidad de Harvard David Hauig en New Scientist, esto no quiere decir que la HG determine el sexo del bebé. ¿Entonces? Según la publicación científica, hay una opción más plausible: que la hormona que causa la náusea es más alta en las mujeres que portan un bebé niña y que el propio feto femenino dispare los casos de HG. En cualquier caso, la asociación no es un disparate… aunque lo parezca.

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