_
_
_
_
_

Hay un (lento) progreso contra la malaria

El 90% de los casos y el 92% de las muertes por esta enfermedad se producen en África subsahariana

Más información
Frenar la última amenaza de la malaria
Eto’o le ganó (también) a la malaria
Un ‘ejército’ contra un parásito
Mozambique: campo de batalla contra la malaria

Mientras varios países de América Latina se acercan a ser declarados libres de Malaria, en África las buenas noticias no ocultan que el 90% de los casos registrados (212 millones en 2015) y el 92% de las muertes por la enfermedad se siguen produciendo en la región subsahariana de este continente. La Organización Mundial de Salud (OMS) ha presentado un informe sobre la evolución de la dolencia en el que se aprecian avances, pero se advierte de que la batalla no debe darse ni mucho menos por concluida.

En el últmo año se ha conseguido reducir en un 21% el número de casos y en un 291% la mortalidad, pero, según los expertos del organismo internacional, los recursos para avanzar son insuficientes y el progreso resulta demasiado lento en los países más afectados. La enfermedad que sigue causando 429.000 muertes cada año, de las que un 70 % corresponde a niños.

En África, la malaria sigue siendo un problema de salud pública. Según el organismo, se están detectando diferencias "sustanciales" en la cobertura del programa de prevención entre las distintas regiones debido, entre otros motivos, a la escasez de fondos y a que los sistemas sanitarios en zonas del África subsahariana son todavía frágiles. La alta incidencia de la enfermedad en este área se debe, según la OMS, a que los hogares no suelen estar protegidos con mosquiteras tratadas y no han sido fumigados, principales medidas de control de los vectores transmisores de la enfermedad.

“La historia nos ha mostrado que si levantamos el pie del acelerador podemos ir hacia atrás”

Además, el organismo ha informado de que el 36% de los niños que padecieron fiebre en 2015 en muchos países africanos no fueron llevados a un centro de salud como consecuencia de la escasez de recursos suficientes y de las dificultades que tiene este colectivo para acceder a los sistemas sanitarios.

Ahora bien, la organización ha informado de que en 2015 el 51% de los niños de 22 países africanos fueron diagnosticados de malaria, frente al 29% en 2010. Además, se multiplicó por cinco el número de mujeres que recibieron la cantidad de dosis de vacuna recomendada (sulfadoxina-pirimetamina), alcanzando la cobertura el 31% de las féminas, frente al 6% de 2010.

"Estamos viendo un progreso, pero el mundo sigue luchando para alcanzar los altos niveles de cobertura de los programas que se necesitan para luchar contra esta enfermedad", ha aseverado el director del Programa Mundial contra la Malaria de la OMS, Pedro Alonso.

Venezuela y Perú, las sombras en América Latina

En el caso de América Latina, hay más noticias positivas. "Argentina pronto será certificada libre de malaria, Paraguay seguramente lo será en 2018 y estamos empezando el proceso de certificación con Costa Rica. Una importante proporción de países que eliminarán la malaria vienen de esta región", ha señalado Alonso. Pero "también hay circunstancias en las que vemos reveses, y un caso notable es Venezuela", ha añadido.

Según las estadísticas que incluye el estudio, el número estimado de casos de malaria en Venezuela en 2015 fue de 230.000 y el de fallecidos de 220, frente a los 78.000 casos y 72 muertes en 2010. Es decir, las cifras se han triplicado. "En la última campaña de erradicación de la malaria, en los años sesenta, Venezuela fue el país del mundo que lo hizo mejor y 40 años después es el que lo está haciendo peor", ha afirmado el especialista.

Perú es otro país donde se ha registrado un aumento considerable de casos, con 150.000 el año pasado frente a los 63.000 de 2010, lo que los expertos de la OMS consideran puede deberse, entre otras causas, a los trastornos climáticos causados por El Niño. Pero la cifra supone prácticamente un retorno a la situación de hace quince años, cuando los infectados llegaron a 140.000, según el informe. "Esto es un recordatorio de que la malaria es una enfermedad difícil. La historia nos ha mostrado que si levantamos el pie del acelerador podemos ir hacia atrás", ha reflexionado Alonso.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_