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Los momentos imposibles de olvidar de Björk

Su vestido de cisne o la paliza a una reportera impactaron al mundo, pero fueron sus revolucionarias propuestas las que convirtieron a la islandesa en un mito

Björk interpretando I've seen it All en la gala de los Oscar.
Björk interpretando I've seen it All en la gala de los Oscar.Gary Hershorn (REUTERS)

Desde que se dio a conocer al mundo con su primer disco en solitario hace casi un cuarto de siglo, Björk siempre ha sido mucho más que una cantante. Su estética, estilo, actitud y cada uno de sus lanzamientos la han definido como una artista total. Dentro de una carrera realmente prolífica en canciones, vídeos, películas, conciertos y hasta exposiciones de arte y aplicaciones para móviles, la islandesa ha dejado un puñado de momentos que forman parte de la memoria popular y que la catapultaron como una de las personalidades más icónicas hasta la fecha.

1.- Sus vídeos.

Con los años noventa en pleno esplendor, parecía que la era de los videoclips entraba en declive tras su apogeo de los ochenta con la MTV, pero Björk contribuyó a revitalizar el formato. Su talento atrajo a los mejores creadores del momento y dirigieron para ella algunos de los vídeos de la década. Algunos casi más conocidos que la canción a la que acompañaban. Entre ellos, destaca el de It’s Oh So Quiet, de Spike Jonze, en el que mezclaba el musical de Broadway con un flashmob mucho antes de que alguien pronunciara por primera vez la palabra flashmob. Y dentro de ese mismo álbum, el de Army of Me. Inolvidables el camión que tenía como motor una dentadura pestilente y el dentista gorila.

2.- So Broken con Raimundo Amador.

El breve romance de Björk con el flamenco supuso un hito y no solo por el hecho de la fusión de una nórdica con el arte español más universal. La islandesa compuso esta canción en uno de sus momentos más duros, cuando Ricardo López, un fan uruguayo residente en Miami, le envió una bomba de ácido en 1996. El desequilibrado admirador se grabó en más de veinte vídeos registrando todo el proceso. La compra del revólver con el que se suicidaría después de matarla, la fabricación de la bomba, y como no, su envío a la discográfica. Había escrito decenas de cartas a su ídolo y ella no había respondido ninguna. Tampoco podía aceptar que tuviese una relación con un hombre de color, el cantante Goldie. Scotland Yard interceptó el paquete antes de llegar a su destino, pero cuando Björk se enteró decidió mudarse a España y grabar este tema junto a Raimundo Amador. En ella asegura estar rota, con el corazón hecho pedazos. En España compuso gran parte de su disco Homogenic, y derritió al público del Festival de Benicassim de 1998 interprentándola con Amador a la guitarra.

3.- El vídeo de All Is Full of Love, que merece mención aparte.

“El kamasutra se encuentra con la robótica industrial”, lo resumió su director, Chris Cunningham. Björk lanzó el videoclip casi dos años después de Homogenic, el disco que contenía esta canción, y al parecer lo hizo porque estaba fascinada por trabajos anteriores de Cunningham y en principio concibieron el vídeo como un corto. La historia del vídeo no puede ser más simple. Dos robots se enamoran y hacen el amor. Pero el resultado fue impactante, revolucionario y por encima de todo, conmovedor. Solo Björk puede convertir a unos robots en algo emocionante e incluso erótico. Una mayoría aplastante de críticos calificaron All Is Full of Love de obra maestra, y el crítico de la web Pitchfork sentenció que las imágenes más potentes de cualquier vídeo de los 90 son las que se incluyen en él.

4.- Bailar en la oscuridad.

Björk era la artista de la década cuando decidió ponerse a las órdenes de Lars Von Trier. Esto podía suponer un riesgo, ya que muchas cantantes habían salido escaldadas tras su salto a la interpretación. Sus fans estaban tan expectantes como tristes, ya que Björk había decidido descansar de los escenarios y los estudios de grabación para dar vida a Selma, una madre tan ciega como los escépticos sobre un proyecto que se convirtió en una de las etapas más fascinantes de su carrera. Este drama consiguió la Palma de Oro en Cannes y su música, compuesta por la propia Björk con colaboraciones como en el tema principal con Thom Yorke, líder de Radiohead, supusieron una combinación perfecta entre los sonidos más modernos y la concepción más clásica de una banda sonora de cine. Además, dio lugar al momento que más ha dado que hablar de su trayectoria.

Björk en la alfombra roja con su vestido cisne.
Björk en la alfombra roja con su vestido cisne.Vinnie Zuffante (Getty Images)

5.- Los Oscar del año 2000.

La cantante acudió a la entrega de premios más importantes del cine y al día siguiente solo se hablaba de su vestido de cisne, que tiene su propia página en Wikipedia. Un diseño del macedonio Marjan Pejoski que acumuló tantas parodias como elogios. Ella fingió poner un huevo en mitad de la alfombra roja, y ante el revuelo causado contestó: “Es solo un vestido”. Este singular cisne presidió la retrospectiva del MoMA de Nueva York sobre la artista el año pasado y sigue siendo uno de los atuendos más comentados de la historia de los Oscar. Una gala en la que además de impactar con su estilismo, Björk dejó una interpretación sobrecogedora de I’ve Seen It All, aunque no pudo llevarse el premio a mejor canción.

Björk durante su concierto en el Liceo de Barcelona el 4 de noviembre de 2001.
Björk durante su concierto en el Liceo de Barcelona el 4 de noviembre de 2001.Carlos Alvarez (Getty Images)

6.- La gira de Vespertine.

En 2001 Björk lanzó su cuarto disco de estudio, Vespertine, y se embarcó en una gira en la que una vez más, revolucionó el concepto de tour mundial de una superestrella pop. Se celebró en teatros elegidos por su acústica y donde habitualmente se presentan óperas. Por ejemplo el Royal Opera House de Londres o el Liceo de Barcelona. La banda la componían una arpista, un dúo de músicos electrónicos y un coro de mujeres esquimales inuit, elegidas en una audición que Björk celebró en Groenlandia. El broche era una orquesta local de 70 personas que cambiaba en cada ciudad por la que pasaba la gira. Un proyecto tan ambicioso como arriesgado que aun hoy es considerado su mejor espectáculo.

7.- Su agresión a una reportera.

Fue en 1996 en el aeropuerto de Bangkok. Björk aparecía en la terminal del aeródromo tailandés y solo hizo falta que la reportera, después de saludarla, intentara hacerle una pregunta a su hijo de diez años. Björk se abalanzó sobre ella y la golpeó sin parar hasta tirarla al suelo. Bajita y con aspecto de niña eterna, pocos esperaban que dentro de ella habitase una fiera así. En 2008 volvió a golpear a un fotógrafo en Nueva Zelanda después de que éste hiciera caso omiso de la petición de la cantante de no hacerle fotos. Puede ser casualidad, pero todo apunta a que a la islandesa no le dejan de buen humor los vuelos largos. El caso es que a día de hoy su golpiza a aquella reportera sigue apareciendo en todas las listas de los mayores encontronazos entre famosos y paparazis.

8.- Su divorcio.

Björk en concierto en el Royal Albert Hall de Londres el pasado mes de septiembre.
Björk en concierto en el Royal Albert Hall de Londres el pasado mes de septiembre.Santiago Felipe (Getty Images)

Semejante trance de su vida privada no sería considerado como un momento clave de su carrera si no fuera porque provocó que Björk regresase a la música y lo hiciese volviendo a sus orígenes tanto conceptualmente como en sonido. De su separación con el artista visual Matthew Barney nació Vulnicura, su último trabajo publicado a principios del año pasado y que ha traído de regreso a la Björk más creativa. Canciones soberbias, una nueva gira, y una exposición de arte que ha hecho la delicia de sus incondicionales. Y vídeos rompedores como el del tema Black Lake, que proporciona una experiencia en 360 grados. Ella calificó su separación como el momento más duro de su vida, pero ha servido para alumbrar uno de los más productivos.

9.- Su particular revolución tecnológica.

Björk es una visionaria que ha adaptado lo último en tecnología a la música. Por ejemplo el vídeo de Black Lake o la exposición sobre su carrera inspirada en la realidad virtual. Igual de revolucionarios fueron el lanzamiento de su álbum Biophilia, que fue el primer disco presentado como una app para teléfonos inteligentes y que de hecho fue compuesto en gran parte con un iPad. La aplicación era una constelación tridimensional con diez aplicaciones dentro de ella y una introducción narrada por Sir David Attenborough, la mítica voz de los documentales de naturaleza de la BBC. La islandesa no escatimó en detalles para su objetivo, construir un mundo propio ya que su expresión artística quedaba muy limitada solo con música.

10.- Protagonizar el ‘Celebrities’ más brutal de La Hora Chanante.

La nueva letra de Violently Happy con versos como “Donde vas tunante, que hueles avinagrado, que eres un gambitero, que no paras por casa” convirtieron este sketch de Joaquín Reyes y compañía en el más exitoso de toda la serie ‘Testimonios’, que incluían en su programa y en el que la islandesa compitió con pesos pesados como Bono de U2, Madonna, o Robert Smith de The Cure. Pero Björk se llevó el record de carcajadas por frases como “hola, soy Biorrr”, o “eso está de emtiví agüars”. Impagable.

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