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¿Qué ropa me pongo mañana? La capa de invisibilidad

Ya podemos vestir como superhéroes. Una mirada al futuro de un mercado que comienza a bullir

Gartner prevé que se vendan 274,6 millones de dispositivos electrónicos portátiles en 2016.
Gartner prevé que se vendan 274,6 millones de dispositivos electrónicos portátiles en 2016.Santi Burgos
Isabel Valdés

Abres el armario y no sabes qué elegir. La capa de invisibilidad quizás sea demasiado de entretiempo, pero hay un par de jerséis termorreguladores que podrían estar bien y que combinan con las zapatillas negras con GPS y la chaqueta vaquera que te regalaron por tu último cumpleaños. Así puedes controlar Spotify, contestar llamadas o recibir la dirección del bar al que estás a punto de ir sin sacar las manos de los bolsillos. “Mucho más práctico que tener que caminar mirando el móvil cada dos pasos con el frío que ha empezado a hacer ya”, piensas.

Tal vez para la capa de invisibilidad aún queden unas cuantas temporadas y otras tantas rebajas, pero para lo demás, no. Todas esas capuchas, botas, pantalones, monos, cinturones y camisetas que llevan décadas haciendo la vida más fácil a los superhéroes han dejado la pura y emocionante ficción, y han llegado a la tangible y (a veces) práctica, realidad. Los datos de la consultora Gartner prevén que se vendan 274,6 millones de dispositivos electrónicos de los que puedes llevar puestos (lo que ya se conoce como dispositivos electrónicos portátiles) en todo el mundo, un 18,4% más que en 2015. Es verdad que la tajada más modesta corresponde a las prendas inteligentes (además de a las cámaras y los dispositivos para la cabeza) , pero su crecimiento previsto es notable. Viajemos entonces al futuro de la mano de la investigación para saber qué nos depara la alianza entre moda y tecnología. 

Fuente: Gartner, enero 2016. Cifras de la infografía, en millones.

El traje de Spiderman que podría existir

El traje de batalla con más utilidades de Spiderman, el de Iron Spider —ese que diseñó Iron Man para el renacimiento del hombre araña— podría reproducirse, casi al 100%, en la realidad. Algunas de sus funcionalidades, como la resistencia a las balas y a las altas temperaturas, se debían a su fabricación en kevlar, una poliamida real que no se funde por debajo de los 500 grados centígrados y que se usa, entre otras cosas, como blindaje antimetralla, como capa superficial en las mangueras de incendios o en la fabricación de trajes espaciales y chalecos antibalas.

El mono rojo y dorado tiene también un sistema de comunicación GPS a corta distancia, lo que lo deja muy por detrás de los avances en conectividad de cualquier wearable que podamos tener hoy; por ejemplo las plantillas Lechal, que nacieron con el objetivo de usar la tecnología para ayudar a personas ciegas a manejarse menor en su entorno y que ha ampliado su nicho al deporte. “Así no tendremos que estar pendientes del móvil cuando corramos”, explican desde la web de la empresa india. Cuestan 160 euros y funcionan a través de unas diminutas cápsulas que se introducen en una pestaña incluida en las plantillas y que se conectan a través del Bluetooth al móvil, esa pequeña caja de aluminio convierte el calzado en un navegador manos libres que funciona incluso sin conexión, da las instrucciones con vibraciones, y registra el nivel de actividad física, las calorías quemadas y los kilómetros hechos. Un placer para cualquier runner enemigo de las "órdenes" robóticas que cortan la canción que da el empujón en el sprint o el podcast elegido para hacer fondo.

Las plantillas con GPS de Lechal.
Las plantillas con GPS de Lechal.

El profesor de la Universidad de Cornell (EE UU) Juan P. Hinestroza, asociado en el Departamento de Ciencia de la Fibra y Diseño de Vestuario y director del Laboratorio de Nanotecnología textil, apunta que “por supuesto”, la tecnología que otrora fuera la imaginación de los creadores de Marvel, ya está aquí: “Ya existe, y aunque ha sido principalmente usada por las fuerzas armadas, se está moviendo al área comercial”. Una de sus estudiantes, Jan Keane, ha diseñado una máscara y una capucha capaces de atrapar gases tóxicos de forma selectiva y que bien podrían ser los filtros de carbono que evitan que las toxinas entren en el sistema respiratorio del superhéroe.

El objetivo final, tanto de esta como de tantas otras investigaciones, será, según Hinestroza, la integración funcional de los textiles con una gran interfaz de inteligencia artificial: "Podría crear rutinas de entrenamiento mejoradas y personalizadas para los jugadores de fútbol, ejercicios de rehabilitación adecuados para cada uno de los pacientes y también para la predicción de enfermedades, por ejemplo, el análisis de la marcha puede servir para predecir dolencias del corazón. Veo muchas oportunidades por delante".

Un estudiante de la Universidad de Cornell procedente de Gambia y un doctorando de Kenia han creado un prototipo de mosquitera con capacidad para almacenar y expulsar insecticidas en tres ocasiones.
Un estudiante de la Universidad de Cornell procedente de Gambia y un doctorando de Kenia han creado un prototipo de mosquitera con capacidad para almacenar y expulsar insecticidas en tres ocasiones.Cornell University

¿Sería posible que una de esas oportunidades fuera la mejor de las propiedades de la prenda del superhéroe, esto es, desaparecer? La segunda versión del diseño de Iron Man está fabricada con una nanofibra de metal líquido que permite que aparezca y desaparezca, se mimetice con el entorno y cambie de forma. En septiembre de 2015, un equipo de científicos del Lawrence Berkeley National Laboratory de Estados Unidos hacían pública su investigación en la revista Science: una capa de piel de invisibilidad ultrafina para la luz visible.

Xiang Zhang, el director del Departamento de Ciencias Materiales del laboratorio, apuntó que aquel diseño es lo más parecido a una “piel” que se haya conseguido nunca. Consigue ocultar objetos tridimensionales de dimensiones microscópicas, 36 x 36 micrómetros (un micrómetro equivale a una milésima de milímetro). El estudio explicaba que, hasta el momento, la mayoría de capas desarrolladas tenían estructuras demasiado voluminosas para ocultar objetos grandes; sin embargo, el equipo diseñó una superficie metamaterial bidimensional, “y estos materiales flexibles y altamente reflectantes se podrían fabricar a gran escala para ocultar objetos de mayor tamaño”.

El futuro es nano

Por la nanotecnología, ese amplio término que nos rodea —a veces sin que lo sepamos—, pasa el futuro de todo, o casi todo: cosmética, nutrición, medicina... El profesor Hinestroza se enfoca en su área: "Para nosotros, el objetivo final es crear nuevas funciones en los textiles sin sacrificar su comodidad o influir en el comportamiento del usuario".

La estudiante de Cornell Abbey Liebman ha creado un vestido, usando algodón conductor, capaz de cargar un iPhone usando paneles solares sobre el tejido.
La estudiante de Cornell Abbey Liebman ha creado un vestido, usando algodón conductor, capaz de cargar un iPhone usando paneles solares sobre el tejido. Cornell University

Algunas de las aplicaciones en las que trabaja su laboratorio están cambiando los colores de las prendas sin usar pigmentos o tintes, creando circuitos electrónicos con fibras textiles, originando nuevos compuestos antibacterianos y antifúngicos, también estructuras moleculares capaces de capturar y liberar medicamentos, vitaminas o cosméticos. "Y finalmente crear pantallas en color interactivas en la ropa". Para llegar hasta ahí, parten de una investigación básica, aunque algunos de sus desarrollos tienen aplicaciones directas en deportes y medicina: "Trabajamos en nanoescala compuestos antibacterianos y antifúngicos para combatir las infecciones hospitalarias, así como vendajes de heridas".

Y en el ámbito deportivo, se enfocan en materiales que pueden cambiar de color bajo deformación rápida y que se puede utilizar para ayudar a un árbitro a tomar mejores decisiones: "Como cuando un jugador tira de la camiseta de otro jugador o si el balón golpea la mano de un defensa durante los partidos de fútbol". Y su algodón conductor de la electricidad crea electrodos capaces de ayudar durante la rehabilitación o el entrenamiento, y mide la carga muscular.

El camino sin fin

Las posibilidades y las aplicaciones, con tecnología y digitalización de por medio, son interminables. Sobre todo, desde que el grafeno empezó a revolucionar el mundo de la investigación. Esa capa de átomos de carbono con la forma de un panal de abejas bidimensional es el material más delgado que existe (un milímetro de grafito está formado por tres millones de capas de grafeno una encima de otra), es 200 veces más resistente que el acero, tremendamente liviano, muy flexible y un excelente conductor térmico. El pasado año, un equipo de investigadores de universidades belgas, portuguesas y de Reino Unido fabricaron el primer material textil electrónico del mundo.

Transfirieron el grafeno desde hojas de cobre a una fibra de polipropileno (muy usada en la industria de la confección), así, podían incrustarlo en las fibras textiles como un electrodo transparente. Monica Craciun, coautora de la investigación y profesora en la Universidad de Exeter —también creadora del GraphExeter, una versión mejorada del grafeno capaz de soportar hasta 620º C en el vacío, y una humedad del 100% durante 25 días— enfatizó, cuando se hizo pública la investigación, lo crucial de este avance para el futuro de los dispositivos electrónicos que podemos llevar puestos: "El potencial lleva ahí varios años, y los electrodos transparentes y flexibles ya se usan mucho en plásticos y vidrio, por ejemplo. Las posibilidades de su uso son infinitas, incluyendo los sistemas textiles GPS, la monitorización biomédica, la seguridad personal o incluso las herramientas de comunicación para las personas con algún tipo de discapacidad". Y apuntó que los únicos límites posibles eran los de la imaginación.

Lo más tangible

Futuribles aparte, existen proyectos a punto de hacerse realidad. Como el Project Jacquard de Google, presentado durante el segundo día de I/O, la conferencia anual del buscador y basado en la idea de que la tecnología ya no sea un complemento sino parte de nuestra vestimenta.

La prenda es una chaqueta confeccionada con un tejido de hilo conductor para recibir señales cuya salida a la venta está prevista para la primavera de 2017, algo que la posiciona muy por delante de los actuales wearables. Mientras que estos dispositivos son independientes (collares, pulseras o relojes), esta prenda sería en sí misma un dispositivo. Ivan Poupyrev, responsable del proyecto dentro de Google, explicó en su presentación que la chaqueta permitirá controlar la música del móvil, contestar llamadas, recibir direcciones para llegar a un lugar, todo con solo dar toques o deslizar el dedo por la manga, en cuyo puño estará escondido un conector USB para la carga de parte de la tecnología que la integra (como los LED, la batería y los sensores del tejido). Además, y tal vez lo más interesante (amén de que podrá meterse en la lavadora como cualquier otra prenda), es que la plataforma será abierta para que los desarrolladores tengan la posibilidad de experimentar, Spotify y Strava serán de los primeros en hacerlo.

Para la chaqueta hija de Google y Levi's aún quedan unos meses, pero ya hay prendas en el mercado que puedes comprar. Te mostramos algunas.

CuteCircuit

CuteCircuit es una empresa creada por Ryan Genz, líder en el mercado de wearables digitales, que ya ha conseguido fans como Katy Perry y U2. Tienen a la venta ropa y complementos, y los estampados de vestidos y camisetas pueden cambiarse con el móvil. Eso sí, los precios van desde los 61 euros de una camiseta, hasta los 2.350 euros del K-Dress.

Machina

La Midi Jacket, de Machina, es una chaqueta conectada a una aplicación móvil que permite crear música a través de diversos sensores. La prenda, que incluye un acelerómetro, un altímetro, un giroscopio y 4 magnetómetros entre otros dispositivos, está siendo utilizada por Djs, artistas y performers para distintos espectáculos y permite, por ejemplo, controlar un dron con los movimientos del cuerpo. Si tienes 939 euros, es tuya. 

Adidas

La camiseta miCoach de Adidas lleva incorporado un aparato que mide la frecuencia cardiaca durante el entrenamiento para después descargarla a una app que registra los entrenamientos.

Glassy

La pulsera de Glassy es solo por y para surfistas. Monitoriza el tiempo, el número de olas cogidas y la velocidad a la que se hace, y a eso añade geolocalización para que las entradas en el agua queden registradas. Ya se pueden reservar las primeras unidades por 199 euros.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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