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España no se moja en la lucha contra las grandes pandemias

Ante la próxima cumbre del Fondo Mundial contra el sida, la malaria y la tuberculosis, todos los grupos parlamentarios instan al Gobierno a que vuelva a ser donante

Pablo Linde
Un huérfano por culpa del sida, tumbado sobre una mosquitera.
Un huérfano por culpa del sida, tumbado sobre una mosquitera.Masaru Goto (Banco Mundial)
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¿Quién no firmaría para luchar contra el sida, la tuberculosis y la malaria? Todos los grupos parlamentarios lo han hecho este martes en una misiva al ministro de Exteriores para que España vuelva a ser donante del Fondo Mundial, el organismo internacional que recolecta y planifica los recursos para tratar de acabar las tres grandes pandemias de aquí a 2030, tal y como recogen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Otra cosa es concretar, cómo, cuándo y cuánto dinero se aporta. El Gobierno dejó de donar a esta institución en 2011 y, de momento, no se ha comprometido oficialmente a volver a poner un solo euro.

El Fondo Mundial celebra un gran encuentro los días 16 y 17 de septiembre en Montreal, una cumbre internacional al más alto nivel en el que cada país anunciará sus aportaciones para los próximos tres años. El secretario de Estado de Cooperación, Jesús Manuel Gracia Aldaz, acudirá a la cita, pero según el propio partido que sostiene al Gobierno y los portavoces que se han reunido con él en los últimos días, lo hará sin un compromiso firme, sin una cifra concreta, que es lo que necesita el Fondo para poder planificar cómo reparte los recursos entre los 120 que reciben ayudas.

La razón que aporta Jose Maria Chiquillo, portavoz del PP en la Comisión de Cooperación, es que mientras el Gobierno esté en funciones, no se pueden comprometer partidas concretas, ya que el presupuesto tendrá que estar prorrogado hasta que un candidato no logre la investidura. “La voluntad del Gobierno y del PP es ser donante al nivel de los países de nuestro entorno. Que se concrete una cuantía sería nuestro deseo, pero es imposible, es inviable, no hay forma de que cuantifique la cantidad económica porque un Gobierno en funciones no hacerlo”, ha afirmado tras la reunión que mantuvo con el resto de los grupos parlamentarios, con representantes de la sociedad civil (Oxfam Intermón, ISGlobal, Salud por Derecho) y con Charlotte Díez, del propio Fondo Global.

Si bien es cierto que no se pueden comprometer partidas presupuestarias concretas en la actual interinidad del Ejecutivo, también lo es que el compromiso no es de un solo año, sino de tres, y que prácticamente ningún Gobierno, incluido el español cuando sí aportaba dinero al Fondo, tienen presupuestos a tan largo plazo. “El Fondo Global es muy flexible en la forma en la que los Gobiernos pagan sus compromisos. Se puede destinar una cantidad y no pagar nada en 2017, fraccionándola entre los dos siguientes años. Es posible incluso comprometerse a cierta aportación condicionándola a la situación económica del país”, explica Díez.

El Gobierno condonará una deuda de 17 millones de euros a Etiopía, Camerún y República Democrática del Congo a cambio de que inviertan esta cuantía en salud

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han explicado a este periódico que el amplio acuerdo parlamentario se traducirá, una vez superado el periodo actual de Gobierno en funciones, en una aportación futura de Españ al Fondo. Chiquillo, además, adelanto que se condonará una deuda de 17 millones de euros a Etiopía, Camerún y República Democrática del Congo a cambio de que inviertan esta cuantía en salud. Esto, sin embargo, no supone ninguna aportación extra. “Ningún donante público usa esta técnica para comprometer fondos; es, en todo caso, un complemento”, explica Díez, quien también da valor a que España se vuelva a sumar a la lucha de las tres pandemias con este mandato parlamentario y con un representante del más alto nivel, como es el secretario de Estado —en otras citas similares el Gobierno se limitó a enviar a personal técnico—.

La carta al ministro de Exteriores que firmaron ayer los grupos parlamentarios viene a refrendar una proposición no de ley del pasado 28 de abril que instaba al Gobierno a que España volviera a ser donante del Fondo: “Solicitamos que la delegación española manifieste y concrete su plan de aportaciones financieras a lo largo de los próximos tres años, atendiendo a la importancia de mantener y hacer progresar los importantes avances logrados hasta hoy por el Fondo, a las dotaciones fijadas por países europeos socios y semejantes a España y a la capacidad financiera a lo largo de los próximos tres años”.

A la salida de la reunión, los participantes ponían como ejemplo a Italia, que también se retiró como donante durante la época más dura de la crisis y volvió a aportar 100 millones de euros en 2013. Para los próximos tres años ha aumentado su donación hasta los 130 millones. Aún así, queda muy por debajo de países como Francia (1.080 millones), Japón o Canadá (718 millones cada uno). En la década pasada España comprometió más de 600 millones de euros al Fondo Mundial. Llegó a ser el quinto mayor donante, pero desde 2011 se retiró como donante y dejó a deber 140 millones de ejercicios pasados.

“El canje por salud es claramente insuficiente. Nuestro objetivo son 100 millones de dólares para los próximos tres años, una cantidad acorde con la economía española. Esperamos que el próximo Gobierno, lo haga efectivo lo antes posible”, ha reclamado Vanessa López, directora de Salud por derecho.

Todo el dinero aportado hasta el momento al Fondo Mundial ha producido resultados espectaculares: más de 20 millones de vidas salvadas desde su creación, en el año 2002. Aunque queda mucho por hacer (en 2015 el sida, la malaria y la tuberculosis acabaron con 2,5 millones de vidas), la mortalidad ha decrecido muy significativamente en los últimos años: un 42% por VIH desde 2004; un 47% por tuberculosis entre 1990 y 2015; un 60% por malaria desde el año 2000.

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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