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Viola Davis: “Me gusta el dinero porque me da seguridad”

A sus 50 años la actriz, candidata a un Emmy, asegura sentirse satisfecha

Viola Davis, en la presentación de su serie en Los Ángeles.
Viola Davis, en la presentación de su serie en Los Ángeles.Armando Gallo (Cordon Press)

Viola Davis llegará el próximo 18 de septiembre a la entrega de los premios Emmy con un único pensamiento en la cabeza: “Me lo merezco. Así de simple. No es una cuestión de ego, tampoco es momento para falsas modestias que hagan sentir mejor a los demás. Me lo merezco porque me lo he trabajado y estos son los frutos de mi trabajo, de las relaciones y de la vida que he invertido para llegar aquí”, reconoce a EL PAÍS una de las actrices favoritas en esta edición de los Emmy, candidata por la serie Cómo defender a un asesino. En 2015 puso en pie a todo el auditorio al ganar el Emmy como mejor actriz dramática, el primero que recibe una intérprete negra. Este año se verá si repite victoria. Davis, de 51 años, se siente ganadora, con estatuilla o sin ella. “Me siento así desde que cumplí los 50”, admite. Edad que supuso un punto de inflexión en su vida dejando atrás, como ella misma admite, el síndrome del impostor: “Ese temor a que alguien descubra lo malo que eres. El síndrome de no darte nunca por satisfecho”.

La vida de Viola Davis ha pasado por muchos baches hasta llegar a este punto de extrema seguridad. Ganadora del Tony y candidata al Oscar en dos ocasiones (Mas allá de la duda, 2009, y Criadas y señoras, 2010), Davis se crió en un barrio blanco de Rhode Island (EE UU) donde se sintió marginada y vivió en la pobreza. “No hablo de privaciones de clase media, hablo de ser tan pobre que no tenía zapatos que ponerme”, recalca. No trata de dar pena. Al revés. Su vida le ha demostrado por qué le gusta el dinero: “Porque me da seguridad y oportunidades”, afirma.

También le gusta porque en una industria como Hollywood lo que ganas es el barómetro de lo que vales. De ahí que Davis está en contacto con Meryl Streep, alguien a quien llama amiga, con Jennifer Lawrence o con Robin Wright, entre otras, para reclamar “lo que es justo”, la igualdad de salario entre actrices y actores. Sus reivindicaciones van más lejos de la otra verdad, “la que no se cuenta”: que las intérpretes negras tienen que luchar más para conseguir un sueldo que ni llega a la mitad de lo que cobra una blanca. “Y eso que soy la primera en la lista —suspira—. Es como una enfermedad en la que te encasillan como mujer, negra y por encima de los 50. Y yo no me quiero quedar en esa caja”.

Su familia, su orgullo

En su discurso no hay ni amargura ni queja. Simple y puro realismo contra el que ya ha iniciado su lucha. Sabe lo que vale y, si no se lo dan, lo exigirá. Es el mejor consejo que le dio su marido, el también actor Julius Tennon, del que aprendió que nunca hay que temer al no. “Hay que seguir insistiendo hasta oír el sí. Siempre hay que entrar sabiendo lo que vales”, comparte su secreto. Junto a él ha creado su propia productora —“JuVee, la fusión de mi nombre y con el que me conoce mi familia, Vee”— y con ella produce las películas que no le ofrecen, las de personas negras que no tienen por qué ser famosos, esclavos o criados. Historias como la de Carol, o la de La habitación, pero “con actrices negras”, dice. “Nuestras vidas también pueden ser complicadas”.

Junto a Tennon ha formado esa otra vida de la que se siente aún más orgullosa. Lo conoció hace más de 16 años en la serie City of Angels, en la que ambos participaron. Ella acababa de llegar a Hollywood. Él le enseñó la ciudad de Los Ángeles, de la que se enamoró. Y ambos adoptaron a la recién nacida Génesis (2011) tras disfrutar de una luna de miel en la mansión de George Clooney en el lago Como, Italia. “Ellos me han enseñado lo importante que es la familia. Pasar tiempo con ellos. Este negocio te absorbe y ellos me enseñan a diario lo importante que es vivir, el placer que dan las cosas sencillas”, se sincera. ¿Un ejemplo? Ganar o perder no será lo importante cuando Davis llegue a la alfombra roja. “Lo principal es llevar un calzado cómodo”, se ríe la actriz.

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