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¿Tengo que tomar suplementos nutricionales si doy el pecho?

Una dieta insuficiente afecta a las vitaminas hidrosolubles como la C o la A, reduciéndose en la leche que toma el bebé

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Después de un parto de más de 10 horas, Irene ha dado a luz a Alonso, un niño fuerte y sano que a partir de ahora será alimentado con la leche que produzca su madre. Irene ha elegido la lactancia materna como el mejor método para alimentar al nuevo miembro de la familia. Una tendencia que desde 1995 ha ido en aumento, como muestran los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Desde ese año, el porcentaje de niños menores de cinco años alimentados total o parcialmente con leche materna a las seis semanas del nacimiento fue del 72,4%, pasando a los tres meses de edad al 66,5% y al 47% a los 6 meses. Pero Irene tiene la duda: ¿Qué ha de comer para que su leche tenga los nutrientes necesarios?¿Necesita tomar algún suplemento?

La lactancia materna aporta a los bebés los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludable, pero es durante este periodo, cuando las necesidades nutricionales de las “mamás” son considerablemente mayores que durante el embarazo. Unas reservas que, en ocasiones, pueden requerir de necesidades nutricionales especiales, como el aporte de determinados nutrientes o la utilización de suplementos para las mujeres lactantes, según indica el estudio “La importancia de la nutrición materna durante la lactancia, ¿necesitan las madres lactantes suplementos nutricionales”, realizado por el equipo de la doctora Susana Ares Segura y publicado recientemente en Anales de Pediatría.

Se desaconsejan las dietas de adelgazamiento que aporten menos de 1.800 kcal diarias

Según estos expertos, durante la lactancia es necesario que la madre aumente la ingesta de nutrientes, aunque subrayan que a la composición de la leche solo le afectan algunos de ellos. El contenido de hierro, calcio, proteínas o hidratos de carbono en la leche no varía aun cuando la madre ingiera poca cantidad de estos nutrientes a través de su dieta. Sin embargo, una dieta insuficiente sí afecta a las vitaminas hidrosolubles, es decir, aquellas vitaminas que son solubles al agua, como por ejemplo la vitamina C o las vitaminas del grupo B. También afecta la falta de vitamina A y vitamina D, reduciéndose la cantidad de estas vitaminas en la leche que toma el bebé.

Susana Ares, responsable del Área de Neonatología del Hospital Universitario de la Paz (Madrid), indica que “existen algunas situaciones especiales que afectan de un modo negativo a la cantidad de ciertos micronutrientes en la leche materna y que, por lo tanto, pueden afectar a su calidad. Se trata de madres con desnutrición a las que se aconseja suplementos de hierro, zinc y vitamina C o madres con intolerancia a la lactosa que necesitan aportes de calcio de fuentes distintas de la leche (alimentos ricos en calcio como los boquerones, sardinas, pescados, frutos secos, legumbres y carne)”. La doctora dice que también “aquellas madres que mantienen cualquier tipo de dieta vegetariana deben comunicárselo a su profesional, ya que solo en la dieta vegana y macrobiótica se requiere la suplementación de la vitamina B12 y esto es debido a que en ellas no se consume nada de proteínas de origen animal”.

Ares insiste en que “la alimentación de la madre que amamanta a su hijo es un tema importante, que deberían conocer todos los profesionales sanitarios en contacto con una madre lactante y su hijo”. La doctora comenta que “sería conveniente incluir recomendaciones a todas las madres lactantes en el informe de alta de la maternidad, aconsejándoles una dieta variada en la que se incluyan todos los alimentos sin excluir ninguno y recomendar el consumo de frutos secos, huevos y grasas vegetales como el aceite de oliva. Además, durante la lactancia habría que evitar dietas que aporten menos de 1.800 calorías al día. Durante la lactancia materna se recomiendan suplementos de hierro a baja dosis y de yodo (200mcg/dia) para asegurar una correcta recuperación post-parto y el aporte de estos minerales al recién nacido”.

Las recomendaciones nutricionales de la mujer lactante se basan fundamentalmente en la cantidad y composición de la leche producida. En los primeros 6 meses después del parto, la madre produce unos 750 ml de leche al día y 100 ml de leche materna aportan una media de 70 kcal de energía al hijo. La energía requerida para producir un litro de leche se estima que es aproximadamente 700 kcal. Un tercio del gasto extra, más o menos 150 kcal/día, proviene de la movilización de las reservas.

Evitar productos de herbolario, plantas medicinales o suplementos no farmacológicos

Se desaconsejan las dietas de adelgazamiento que aporten menos de 1.800 kcal diarias, ya que cuando la ingesta es inadecuada afecta a las reservas maternas. Y en ingestas inferiores a 1.500 kcal/día pueden producir fatiga y disminuir el volumen de leche en la madre. Por ello, el consumo calórico materno recomendado durante la lactancia es de 2.300-2.500 cal al día para alimentar un hijo y de 2.600-3.000 cal para la lactancia de gemelos.

En opinión de Lucía Galán Bertrand, pediatra y autora del libro Lo mejor de nuestras vidas, “actualmente, en nuestro medio, se recomiendan los complementos de forma rutinaria a todas las madres lactantes, aunque hay que prestar especial atención a las pacientes de riesgo: dietas hipocalóricas, vegetarianas estrictas, trastornos alimentarios, desnutrición, etc”.

Galán Bertrand, además, ofrece una serie de consejos para las madres lactantes como es que no consuman alcohol ni tabaco, evitar o reducir bebidas con cafeína, mantener una dieta variada y frecuente (5 tomas al día) en la que incluyan todos los alimentos, huyendo de dietas hipocalóricas con menos de 1800 kcal al día”. Además, “si son madres fumadoras sus necesidades de Vitamina C aumentan”. Y, sobre todo, “evitar productos de herbolario, plantas medicinales o suplementos no farmacológicos, puesto que en muchos casos se desconoce la composición y en ocasiones pueden tener efecto hormonal y representar un peligro para la salud de la madre y/o hijo”.

Los expertos aseguran que determinados nutrientes son difíciles de alcanzar solo a través de la dieta como por ejemplo el ácido fólico, el yodo, el hierro o la vitamina A e indican que sería interesante tomar alimentos fortificados o suplementos que garanticen que se alcanza el nivel adecuado de estos nutrientes. Siempre, bajo prescripción médica.

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