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Cómo saber si un Birkin de segunda mano es auténtico

La plataforma Vestiaire Collective compra y vende artículos de las grandes casas de moda bajo un exhaustivo sello de garantía

Para autentificar un bolso Birkin —uno de los modelos más icónicos de la casa francesa Hermès, en honor a la actriz y cantante Jane Birkin— es necesario observar cinco aspectos: la piel, las puntadas, la tipografía, el cierre y el número de serie. "El aroma de la piel del Birkin es muy característico por eso, además de tocarla, la olemos y nos aseguramos de que no es plástico. El siguiente paso son las costuras, ya que Hermès siempre cose en diagonal. La tipografía debe estar muy clara", explica la experta Victoire Boyer. "Utilizamos una lupa de joyero para garantizar que no haya ninguna imperfección en el grabado. Siempre está muy centrada y se sitúa en el interior del bolso. Además, giramos el cierre; debe estar suave, al igual que en otras firmas como el Timeless de Chanel. Y, por último, chequeamos el número de serie que, en el caso de Hermès, son unas letras. Estas indican el año de fabricación y siempre tienen la misma forma", añade. 

Sophie Hersan y, a la derecha, Fanny Moizant.
Sophie Hersan y, a la derecha, Fanny Moizant.Carlos Martínez (EL PAÍS)

Boyer trabaja para la plataforma online Vestiaire Collective; una comunidad de compraventa de artículos de segunda mano de lujo —usados o no—, fundada en Francia en 2009 por Sophie Hersan y Fanny Moizant. Su expansión empresarial ha alcanzado ya a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia y, ahora, han aterrizado también en España. Pero, ¿en qué se diferencian de otras páginas web que venden objetos vintage de grandes firmas de la moda? "De los 4.000 artículos diarios que recibimos, hacemos una exhaustiva selección y un control de calidad; el producto debe estar en buen estado. Y, sobre todo, [y esta es su apuesta más fuerte] nos aseguramos de que son auténticos", afirma Moizant, la directora de comunicación, rodeada de una pequeña e improvisada exposición de artículos auténticos y falsos. "¿Los distingues? No es fácil", reconoce.

"Las falsificaciones no son un fenómeno moderno, ya existían en los ochenta con los bolsos de Chanel", recuerda Sophie Hersan, la directora de producto, que asegura que la lucha contra este mercado negro —que mueve 338.000 millones de euros en todo el mundo— involucra a marcas y gobiernos. Solo en España, la Agencia Tributaria se incautó de 2,6 millones de falsificaciones el pasado año. "Los compradores deberían desconfiar de bolsos de Chanel o Louis Vuitton a 20 euros. Gastamos mucha energía recordando que quien quiera comprar lujo de segunda mano lo haga en sitios de confianza", dice Hersan. Vestiaire Collective descubrió mediante un estudio que el 63% de compradores de Reino Unido adquirían productos falsos y que, incluso teniéndolos en la mano, no eran capaces de descubrirlo. 

"Chanel es la favorita de los españoles", responden con rotundidad y casi al unísono Hersan y Moizant. Además, bolsos, zapatos, joyas y ropa son los que más éxito tienen entre los cuatro millones de usuarios que forman la comunidad de Vestiaire Collective. Aunque los artículos no siempre son asequibles —se puede encontrar desde unas bermudas de Zara por 30 euros hasta un Birkin de cocodrilo por 81.500—, sí se consideran baratos en relación a su precio original. La etiqueta de segunda mano implica una rebaja de entre el 30 y el 70%, incluso aunque el producto nunca haya sido estrenado.  

Las celebridades también venden sus artículos en esta página web. Aunque la mayoría lo hacen de manera anónima, otras como Kris Jenner o Poppy Delevingne pusieron a la venta prendas personales que se agotaron en cuestión de horas. "Hay algo fetiche detrás de todo esto. A la comunidad le gusta imaginar quién está detrás de la ropa o bolsos que compran", explica Moizant. 

"Segunda mano no significa que algo esté pasado de moda o sea feo, y esta es la idea que queremos introducir en el mercado español. Puede ser super cool cuando encuentras el lugar indicado para comprarlo. Una vez que lo pruebas, te vuelves adicto", sostiene con una sonrisa la directora de comunicación de Vestiaire Collective. 

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