_
_
_
_
Tentaciones
_

Rihanna y el marketing, ¿por qué regalar su álbum es un gran negocio?

La de Barbados estrena su nuevo disco de forma gratuita en la plataforma Tidal, pero puede que con ello consiga más dinero que con la venta tradicional

Rihanna ha sacado su octavo álbum por sorpresa y gratis, una estrategia que casa a la perfección con el título del disco en cuestión: ANTI. Parece que la diva de Barbados vaya a contracorriente, desafiando los dogmas de una industria renqueante, pero nada más lejos de la realidad; si analizamos los detalles de este lanzamiento atípico descubrimos, más que un movimiento arriesgado, una brutal estrategia de marketing. Y es que el nuevo disco de Rihanna ni se ha lanzado por sorpresa (no había fecha específica de lanzamiento y los medios especializados llevaban toda la semana aventurando que hoy era el día elegido) ni se está descargando exactamente gratis. Estos son los motivos que han convertido este movimiento en todo un acierto comercial.

La plataforma elegida. Nada de Spotify o iTunes, las dos grandes plataformas de música digital a nivel mundial. Rihanna ha apostado por Tidal, la empresa del que fuera su descubridor y productor, el músico Jay Z. El negocio que se suponía iba a revolucionar la manera de entender la música ha resultado ser un auténtico fracaso y una campaña como esta, que solo permite descargarse el disco a los que sean miembros, puede suponer el relanzamiento de una apuesta en la que Jay Z ha invertido mucho dinero. Rihanna ha sido uno de los apoyos del rapero en esta empresa desde sus inicios, ella fue una de las artistas que apoyó la iniciativa acudiendo a su acto de presentación el año pasado. Todo queda en casa.

El patrocinador. ANTI no se puede escuchar automáticamente por cualquier usuario de Tidal. Antes, el fiel seguidor de la cantante deberá conseguir un código, accediendo a la web https://antidiary.com/#/fallback. En ella se promete acceso exclusivo a siete vídeos de la cantante, una experiencia audiovisual rompedora. En realidad los vídeos, hechos con el patrocinio de un fabricante de teléfonos móviles, no dejan de ser un anuncio hecho con muy buen gusto. Así que para conseguir el ansiado acceso al disco tenemos que soportar siete anuncios salpicados de un contenido exclusivo (suponemos que fotos y teasers de la artista) al que solo pueden acceder quienes tengan el teléfono de marras. La pantalla con el mensaje “tu dispositivo no puede satisfacer tu curiosidad, este contenido es exclusivamente compatible con dispositivos Galaxy” puede frustrar la experiencia a más de uno a los pocos minutos.

Las canciones desaparecidas. Una vez que el afortunado usuario haya conseguido el código, se dispondrá a escuchar, ahora sí, el nuevo y esperado álbum de Rihanna. Pero se llevará una sorpresa al descubrir que los tres singles con los que lleva calentando el ambiente el último año (los ubicuos Bitch Better Have My Money, American Oxygen y Fourfiveseconds) no están. Simplemente han desaparecido. Esto hace que los fans -y asumámoslo, si te has hecho una cuenta en Tidal y has soportado 20 minutos de anuncios de un teléfono móvil eres un fan- vayan a acabar comprándose igualmente el nuevo disco de Rihanna.

Y el marketing continúa. Ha conseguido un aluvión de noticias por la atípica presentación de su nuevo álbum (y eso, asumámoslo, se traduce en publicidad) pero los anuncios no acaban aquí. Rihanna ya ha avanzado que a finales de febrero se lanzará una edición deluxe de su nuevo disco con tres canciones nuevas (quizá los misteriosos singles desaparecidos) y una vez más, de forma exclusiva, en Tidal. Quizá para entonces hayan hecho cuentas y sepan a ciencia cierta que regalar un álbum puede ser la mejor forma de hacer dinero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_