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Tentaciones
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Carrie Fisher, la mayor (y mejor) boicoteadora de 'El despertar de la fuerza'

La actriz pasó de princesa Leia a reina trol. Te contamos cómo fueron sus declaraciones más polémicas. RIP, Fisher

La princesa Leia de Star Wars, falleció ayer martes a los 60 años debido a las secuelas del infartó que sufrió el viernes 23 de diciembre en un avión,  según ha confirmado la familia en un comunicado oficial. Descansa en paz, Carrie Fisher.

Noticia Actualizada.

Si estás pensando que estar hasta las narices de oír hablar de una de las películas más esperadas de la historia es de puro hater, vas a tener que replanteártelo cuando te contemos quién es la presidenta del club de afectados por la promoción de El despertar de la fuerza: nada más y nada menos que la mismísima Princesa Leía, ahora oficialmente General Leia y extraoficialmente, y a tenor de la ristra de perlas que está soltando en todas sus entrevistas: Reina Trol Leia.

Porque si una cosa nos está quedando clara al ver las entrevistas de Carrie Fisher es que Carrie Fisher tiene 59 años, un perro con la lengua demasiado larga que mola más que nosotros, un sentido del humor muy fino, toda la ironía y cero ganas de aguantar tonterías. Vamos, que Carrie Fisher es lo mejor que le ha pasado a la promoción de Star Wars, precisamente, porque está hasta las narices de ella y no tiene reparos en usar la fuerza trol y salirse por peteneras cuando así se lo pida el cuerpo.

Todo empezó cuando se saltó a la torera el protocolo de secretismo de la saga y anunció en el Palm Beach Illustrated que efectivamente iba a retomar el personaje de Leia en la nueva película de J.J. Abrams, mucho antes de que los súper jefazos de Star Wars hubieran querido que el público lo supiera. “¿Cómo veremos a Leia en la película?”, le preguntaban en la entrevista,Vieja. En un asilo intergaláctico. Creo que será como era antes, sólo que más lenta y con menos ganas de pelea. Seguirá llevando los moños en forma de bagel y el bikini, porque seguramente esté un poco demente, y al final de cada día se crea que sigue teniendo veintipocos, se vista como entonces y la encierren en un manicomio”.

Su agente corrió a difundir un comunicado negándolo todo, pero la verdad ya estaba ahí fuera. La princesa Leia aparecería en la entrega VII de La Guerra de las Galaxias y Carrie Fisher pasa totalmente de filtros –y de todo- cuando habla.

Si en abril de 2015, daba pistoletazo de salida la pre-promoción de la nueva película con una panel llamado Star Wars Celebration, que lleva celebrándose desde 1999 (pre estreno del Episodio I) y en el que los fans se reúnen para ver y oir hablar a sus ídolos sobre su gran pasión. Carrie Fisher por supuesto no podía faltar a la cita. Y, por supuesto, no podía dejar de ser ella misma. Descalza, haciéndose un moño y con su perro dormido a su lado en el sofá, Fisher es capaz de quitarle seriedad a cualquier sarao comportándose como si estuviera en su propia casa. Allí, contó cómo en las primeras entregas de la saga tardaban más de dos horas en colocarle sus míticos moños ensaimadas, y cómo flipó cuando más tarde en el Saturday Night Live le plantaron una diadema de pelo falso en un segundo cuyo resultado era ¡exactamente igual al de las pelis! “Me cabree” confesó Carrie, poco ante de confesar que Billy Dee Williams hacía juegos de palabras “extremadamente guarros” con “la fuerza” y derivados antes de cada toma para que ella se riera.

"Creo que será como era antes, sólo que más lenta y con menos ganas de pelea. Seguirá llevando los moños en forma de bagel y el bikini, porque seguramente esté un poco demente"

Sin ningún reparo a la hora de dar su opinión sobre cualquier tema, Fisher no dudó en soltarse la lengua cuando le preguntaron por la petición de un hombre para retirar del mercado las muñecas ataviadas con el polémico bikini de la Princesa Leia. “Por qué no le cuenta este hombre a su hija que el personaje lleva ese atuendo no porque ella lo escogiera, sino porque la obligaron a llevarlo. Porque es prisionera de un testículo gigante que no deja de soltar saliva, y ella no quiere vestir así, pero que es precisamente la cadena con la que es atada, esa que dicen que parece un accesorio sadomaso, con la que consigue matar al testículo gigante”

Jabba The Hutt es un testículo gigante. Intentad volver a ver El retorno del Jedi sin esta imagen en la cabeza. Casi cuarenta años después de tener que ponerse el bikini de marras, Carrie Fisher sigue teniendo que responder preguntas sobre su cuerpo. Recientemente comentaba sin tapujos que los productores de El despertar de la fuerza le habían pedido que adelgazara quince kilos, “también lo hicieron en la primera Guerra de las galaxias. Nunca me contratan toda, siempre me quieren con, entre cinco y veinte kilos menos. En este caso, he cooperado bastante. Si hubiera sido tan cooperante en mis relaciones personales como lo he sido con esto, ahora estaría felizmente casada”.

Este tema, el de la sempiterna petición por parte de los jefazos de Hollywood de que las actrices de sus proyectos pierdan peso, volvió a salir en la que seguramente sea la gran cima trol de Fisher. La capilla sixtina del pasotismo agudo y maravilloso que la actriz está ejercitando a diestro y siniestro durante toda esta promoción.

La entrevista en cuestión tuvo lugar en Good Morning America, el programa matutino más importante de Estados Unidos. “Gracias por estar aquí” arranca la presentadora. “No quisiera estar en ningún otro lugar a esta hora. Excepto en la televisión” le contesta Fisher completamente seria. Si la ironía se pudiera calcular con un velocímetro, hubiéramos podido comprobar como pasaba de cero a cien en menos de un segundo. Y esto no acababa más que empezar. Acto seguido, nuestra reina trol explica por qué se ha traído al plató a su perrito Gary “es porque su lengua rosada pega con mi chaqueta”. Cuando le preguntan si la nueva película es tan buena como esperamos, Carrie le pide a la presentadora que se lo pregunte a Gary, que para algo él también la ha visto. “¿Necesitaste que te insistieran mucho para retomar el papel de Leia?”, “No. Soy una mujer en Hollywood mayor de cuarenta. También podríamos decir mayor de cincuenta, pero no lo diríamos con tanta convicción o entusiasmo. A esta edad no me tienes que preguntar si quiero trabajar”. Más tarde añade “Llevo siendo la Princesa Leia cuarenta años. No voy a dejar de serlo ahora cuando es ridículo de verdad llamarse Princesa Leia, o General Leia… es ridículo”, y por si las moscas, y porque le divierte hacer estos comentarios, Fisher añade: “ridículo como algo positivo, eh”.

En los minutos que suceden, Carrie Fisher pasa completamente de la pregunta sobre su pérdida de peso “Sí, perdí peso. Y esta conversación es estúpida” y prefiere sin embargo hablar de cómo la entrevistadora se mantiene en tan buena forma. Y para el final de la entrevista, descubrimos que el bueno de Gary se ha quedado completamente dormido “Gary está muero de aburrimiento”, dice Fisher, “Nunca se había quedado nadie dormido durante mis entrevistas”, bromea la presentadora, “que tú sepas”, responde Carrie Trol Fisher.

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