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Palazzo Versace, el último lujo de Dubái

Donatella se apunta a la tendencia de las cadenas internacionales de personalizar sus instalaciones

Ángeles Espinosa
Imagen del exterior del Palazzo Versace.
Imagen del exterior del Palazzo Versace.

En el superlativo Dubái cada día es más difícil conseguir el efecto sorpresa. ¿Cuánto más alto, más grande o más lujoso puede llegar a ser un hotel? El último esfuerzo por diferenciarse de lo que progresivamente es más igual, el segmento de alojamientos de alta gama, ha llevado a las cadenas internacionales a recurrir a diseñadores y marcas de renombre para personalizar unas instalaciones que por su propio cometido tienen que abrazar una cierta impersonalidad. Esta semana ha abierto sus puertas el hotel Palazzo Versace con el reclamo de que la propia Donatella Versace ha decorado y amueblado sus 215 habitaciones.

No hace falta que lo juren. Las imágenes difundidas por departamento de relaciones públicas dan fe del barroquismo asociado con la hermana del fallecido diseñador, incluso cuando decora en estilo neoclásico. No faltan cabezas de Medusa, cenefas griegas y otros motivos asociados con la firma. Hay también, sobre todo en las habitaciones, mucho gris y rosa pastel, que tal vez compensen a la vista por los excesos dorados y las grecas de las zonas comunes.

Vista desde el Palazzo Versace.
Vista desde el Palazzo Versace.

"Queremos transmitir la exclusividad y el estilo icónico de la marca", subrayó el director ejecutivo de Versace, Gian Giacomo Ferraris, durante la inauguración. Para desencanto de sus admiradores, Donatella se perdió el evento, pero nunca se puede descartar que haga pronto una visita para recordar a los adinerados de la península Arábiga que su Palazzo ya está abierto.

Y es que hay que pertenecer a la categoría de los que tienen la cartera bien llena para pagar entre los 2.300 y 7.600 dirhams (entre 575 y 1.900 euros) por noche que cuestan las habitaciones dependiendo de su categoría. Las 169 "residencias", pisos de entre una y seis habitaciones, que también gestiona la cadena, son harina de otro cantar.

La diseñadora Donatella Versace.
La diseñadora Donatella Versace.CORDON PRESS

Los propietarios, Enshaa Group, destacan el mosaico de mil metros cuadrados en mármol que alfombra el vestíbulo principal. El impresionante salón está amueblado con sillones diseñados específicamente para ese ambiente y forrados con telas decoradas con gallos, halcones y caballos, sin duda un guiño a los gustos locales. ¿Se les ha olvidado el camello?

"Estamos muy ilusionados con la experiencia de abrir este hotel icónico en la exquisita y cosmopolita ciudad de Dubái", anunció en la inauguración el director ejecutivo de Enshaa, sin renunciar a ninguno de los tópicos.

Sólo hay que fijar la vista en el papel pintado que decora las paredes de Giardino, la cafetería que estará abierta las 24 horas del día, para entenderlo. La jungla que se divisa es la fantasía de cualquier habitante del desierto, y el mejor contraste con el hostil entorno en el que ha crecido esta ciudad imposible en la que, sin embargo, los sueños se hacen realidad.

Uno de los salones interiores del Palazzo Versace.
Uno de los salones interiores del Palazzo Versace.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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