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Desmontando el mito Wintour

La visita de la editora de 'Vogue' dejó la imagen de una mujer cercana y agradable dispuesta a escuchar nuevas propuestas

Anna Wintour, editora de 'Vogue Usa'.
Anna Wintour, editora de 'Vogue Usa'.Timur Emek (Getty Images)

Dicen los que han conversado con ella, que Anna Wintour es una mujer alejada a la figura que se presenta en la película el Diablo viste de Prada. Un mito que se cayó ante los ojos de Lorena Pérez. “Es una mujer de carne y hueso”, confiesa la cofundadora de Moda Mentoring, un proyecto que busca potenciar la industria de la moda en España y el mundo. “Es muy educada. Tiene el trato justo de cercanía. Ni más ni menos”, detalla la empresaria al otro lado del teléfono. Durante los minutos que tuvo oportunidad de charlar con ella, Pérez asegura que, la que hasta antes de conocerla le provocaba “muchos nervios”, se mostró interesada en su proyecto tanto que no dejó de hacerle preguntas sobre él e incluso accedió a involucrarse. “La invité a participar y se mostró interesada”, cuenta. Así la visita a relámpago a España de la mujer más poderosa del mundo de la moda no solo cumplió el objetivo de James Costos de impulsar la relación de la moda española con Estados Unidos, sino también hizo que desapareciera el chiché que habia sobre la editor. Al menos así lo dicen algunos de quienes la conocieron durante el almuerzo que Costos ofreció el pasado lunes en uno de los salones de su residencia en Madrid.

Tiene el trato justo de cercanía. Ni más ni menos”

A ese exclusivo encuentro también acudió Carlos Baranda, fundador de Glent Shoes. “Es de pocas palabras, puedo decir que es una gran señora”, especifica, y añade: “Fue un encuentro muy positivo. Es una mujer cercana, agradable, que no te hace sentir incómodo en ningún momento”, describe el empresario que aprovechó para contarle un poco acerca de su empresa dedicada al calzado a medida y personalizado. “Se sorprendió cuando le expliqué el modelo de nuestro negocio. Sabe mucho y además tiene claro que la moda tiene que ser una industria”.

Anna Wintour, en Londres.
Anna Wintour, en Londres.SUZANNE PLUNKETT (REUTERS)

Y es que tanto Pérez como Baranda coinciden en que gran parte del éxito del encuentro tuvo que ver con sus anfitriones, James Costos embajador de Estados Unidos en España, y su marido, el interiorista Michael S. Smith. “Ellos siempre están con una sonrisa. Fueron quienes nos presentaron a Wintour y le contaron un poco acerca de nuestros proyectos”, explica Baranda. Pero el resto, corría por parte de los invitados. Fueron ellos quienes comenzaron la charla y quienes pusieron sobre la mesa los temas de los que querían hablar. Ella por su lado, siempre se mostró dispuesta a escuchar.

Anna Wintour, en el desfile de Dolce & Gabbana en Milán.
Anna Wintour, en el desfile de Dolce & Gabbana en Milán.Venturelli (WireImage)

Y eso que para cuando llegó a la recepción ya había impartido una conferencia frente a un reducido público en el Museo del Traje de Madrid y antes había tenido un pequeño encuentro con algunos diseñadores españoles en el salón que está justo detrás de la cafetería del Museo del Traje. Allí estuvieron Víctor Alonso, de la firma María ke Fisherman, y Álvaro Castejón, de Alvarno. “Es muy normal, me destruyó el mito. Es encantadora”. Así la define Alonso, quien en los escasos minutos que pudo conversar con la editora de Vogue Usa, no solo le presentó parte de sus diseños, sino también compartieron anécdotas. Y como dicen Pérez y Baranda, ella es una mujer que escucha. O más bien sabe escuchar. “Cuando le hablas sigue la conversación, hace preguntas, da sus opiniones”, dice Alonso. Pero también deja claro que es una mujer que es directa y precisa. “Cuando te diriges a ella debes ir al grano. Es una mujer contundente”, asegura Álvaro Castejón. Y aunque solo pudo hablar con ella durante uno o dos minutos, pues Wintour quería conocer a cada uno de los diseñadores que estaban invitados, le quedó claro que es toda una businesswoman que “cuando habla contigo solo existes tú”.

El diseñador de Alvarno fue el artífice de las risas de Wintour. “Le entregué un USB con nuestro trabajo. Pero el diseño de la memoria es un robot de la cinta Star Wars. Así que cuando lo vio se echó a reír y me dijo: This is great (Esto es genial)”.

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