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Carlota de Cambridge, el bebé de los 4.000 millones de euros

La hija del príncipe Guillermo y Kate Middleton ha revitalizado la venta de productos infantiles en solo dos apariciones públicas

Kate Middleton junto a Carlota de Cambridge, el día de su bautizo.
Kate Middleton junto a Carlota de Cambridge, el día de su bautizo.Cordon press

Carlota de Cambridge ha venido con algo más que un pan debajo del brazo. Desde su nacimiento hace cuatro meses la princesa ha generado una riqueza para sus súbditos que asciende a más de 4.000 millones de euros. La pequeña de los Windsor solo ha hecho dos apariciones públicas, pero ya contribuye más a la economía que su hermano el príncipe Jorge, cuya aportación se calcula en 3.000 millones. Según la agencia de valoración de negocios y marcas Brand Finance, los beneficios económicos proceden de la promoción indirecta de ciertos productos, en este caso la toquilla con que salió del hospital londinense de Santa María, y el carrito antiguo en el que llegó a la iglesia de Sandrigham para su bautizo.

G. H. Hurt & Son, el establecimiento de Nottingham que confeccionó la toquilla, ha proporcionado estos productos a la familia real británica desde el nacimiento del príncipe Carlos, hace 66 años. La princesa no es la primera hija de famosos fotografiada con estos arrullos cuyo precio ronda los 90 euros. Los Beckham, los Blair y Kate Winslet entre otros han abrigado a sus recién nacidos con estas mantas. Pese a todo, las primeras imágenes de la princesa desencadenaron un interés que se tradujo en un aumento de las ventas de esta empresa familiar.

Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra, presentando públicamente a Carlota de Cambridge.
Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra, presentando públicamente a Carlota de Cambridge.cordon press

Coches

El carrito de su bautizo era un Milson Price con ruedas de plata, modelo conocido como el Rolls Royce de los bebés. Es un tesoro familiar que la reina Isabel había usado con dos de sus hijos durante la década de los sesenta. El efecto Carlota ha hecho que los propietarios de la pequeña empresa escocesa Prams with Pizzaz, que restaura inglesinas antiguas, se hayan visto tan inundados de encargos que tienen una lista de espera de cuatro meses. Los grandes almacenes Harrods no han querido quedarse atrás y han comercializado una gama de coches personalizables de la marca Silver Cross cuyos precios pueden alcanzar los 6.800 euros.

Lo más curioso es que aunque repercuta en la economía británica, parte del efecto Carlota se debe a una empresa española. La boutique infantil Irulea, en San Sebastián, fue quien vistió a la princesa para dos de las instantáneas que han dado la vuelta al mundo: su primer posado ante los fotógrafos pocas horas después de su nacimiento y su primera foto oficial distribuida por la casa real, que fue tomada por su madre, Kate Middleton. Tanto la ropa de la niña como la almohada que sujeta a Jorge y Carlota de Cambridge proceden de este establecimiento. “Agosto es temporada alta para nosotros, pero este año hemos notado que muchos turistas se acercaban a la tienda solo para conocerla. La publicidad ha tenido un efecto muy positivo”, asegura Ayago Villar, una de las propietarias.

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