Adiós al príncipe juerguista

Enrique de Inglaterra gana popularidad y relevancia dentro de la familia real

Enrique de Inglaterra, en un acto esta semana.Mark Cuthbert

Enrique de Inglaterra se despide de las armas, tras diez años de carrera militar, y busca ahora un papel más preeminente como miembro destacado de la familia real británica. El sentido discurso del príncipe en la inauguración de un memorial dedicado a los soldados británicos muertos en Afganistán, donde él mismo sirvió en dos ocasiones como copiloto de helicóptero, remataba ayer una semana en la que el más díscolo de los miembros de la familia Windsor ha ejercido con gusto de reiterado protagonista.

Las meteduras de pata o sit...

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Enrique de Inglaterra se despide de las armas, tras diez años de carrera militar, y busca ahora un papel más preeminente como miembro destacado de la familia real británica. El sentido discurso del príncipe en la inauguración de un memorial dedicado a los soldados británicos muertos en Afganistán, donde él mismo sirvió en dos ocasiones como copiloto de helicóptero, remataba ayer una semana en la que el más díscolo de los miembros de la familia Windsor ha ejercido con gusto de reiterado protagonista.

Las meteduras de pata o situaciones comprometidas en las que se ha visto envuelto el segundo hijo del heredero son tan legendarias como intacto permanece su alto índice de popularidad. Ya sea por esa cara de niño travieso que retiene a sus 30 años o por la gracia con la que rompe el protocolo en los actos multitudinarios, al público le gusta el personaje de Enrique y los asesores de palacio de disponen a explotarlo. El príncipe participó en el acto de homenaje a las bajas británicas en la guerra afgana a su regreso de una gira por Australia y Nueva Zelanda, donde ha recibido el trato de estrella –especialmente entre las jovencitas- y donde, una vez más, rompió la regla que el mismo se había autoimpuesto de no acceder a la demanda de “selfies”, posando con una seguidora muy entrada en años.

Enrique, en la presentación de la Rugby World Cup en Londrez.David Rogers (Getty Images)

Del mismo modo, Enrique fue jaleado durante su participación, el pasado martes, en un desfile que conmemoraba el bicentenario del servicio de los gurkha (soldados de Nepal en las filas del Ejército británico); o al día siguiente cuando acompañó al jugador de rugby inglés más celebrado de todos los tiempos, Jonny Wilkinson, para dar pistoletazo de salida a la copa mundial de ese deporte. Quizá la foto más reproducida de la semana fuera, sin embargo, la del príncipe vestido de forma informal aunque impecable compartiendo escenario con una lady Gaga siempre fiel a su estilo, durante un concierto celebrado en Londres con fines caritativos.

El segundo hijo de Carlos de Inglaterra y lady Di.GETTY

La agenda civil del otrora príncipe juerguista aparece tan intensa en los próximos meses que no podrá asistir al bautizo de su nueva sobrina Charlotte el próximo 5 de julio, a pesar de que su nombre encabezaba las quinielas como padrino de la hija de Guillermo y Catalina. Si la gira por Australia y Nueva Zelanda impidió a Enrique estar en Londres cuando nació la pequeña (2 de mayo), en esta ocasión será un viaje a África para apoyar la conservación de los espacios naturales el que frustrará su presencia en la foto familiar. Las causas solidarias, en las que ya se involucrara su madre, Diana de Gales, van a ser un punto central en la nueva singladura de un príncipe que ha decidido reinventarse en un personaje formal por mucho que le incomoden los corsés de palacio.

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