10 tomaduras de pelo del mundo moderno
Vivimos en un mundo vertiginoso con más chorradas que nunca, lo cual es absolutamente fascinante.
1. La amiguitis de Instagram: lo que antes se llamaba 'amiguismo' y hoy se queda en 'amiguis'. Gente que no hace gran cosa pero lo hace en grupo y exporta imágenes de ello como si estuviera cubriendo una guerra.
2. El Instagram propiamente dicho.
3. Barberías que son cafeterías o manicuras con gintonic: ¿Por qué no taller de coche con fisioterapia o autoescuela-peluquería?
4. El co-working, el after work y los workalcoholic: lo que hace falta es trabajo.
5. Mario Vaquerizo: incluso él lo sabe. Lo suyo es un fenómeno sin demasiada explicación. Su imagen es ya un icono de nuestra era, pero hasta hace nada era un bicho raro.
(Mi ex suegra cuando lo vio presentando su casa en el ¡Hola!, dijo “¿Qué hace Amaya Arzuaga en casa de Alaska?”)
6. Cupcakes y macarrons (léase macagons): ¿Son necesarios? ¿Alguien los echaría de menos si desaparecieran?
7. Apps para buscar fantasmas, estallar burbujitas virtuales o escanear vampiros. Molan por su inutilidad, que quede bien clarito.
8. Los gastrobares: bueno, solo el prefijo gastro-.
¡Qué modernos son los bares de toda la vida con viejos con palillo en los dientes, pero sin viejos con palillo en los dientes!
9. Zúmos de brócoli, espinacas y pepino: no molan, por mucho que nos quieran vender que ser crudivegano es guay.
10. La fibra óptica: parecía que la velocidad iba a ser vertiginosa, que los archivos más pesados volarían ligeros por nuestras redes... pero la vida sigue igual (o muy parecida).