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Moda y estrellas brillan en el Met

Más de 500 invitados acudieron a la gran cita con Anna Wintour como anfitriona. Beyoncé y Rihanna compitieron en una gala a la que se sumaron los Clooney

Rihanna llega a la gala benéfica del Metropolitan Museum de Nueva York.Foto: reuters_live | Vídeo: L. BUSACCA (AFP) | REUTERS-LIVE!

China: A través del espejo es el título de la gran exposición de primavera del Museo Metropolitan de Nueva York, y era el punto de partida para que los diseñadores y famosos dejaran volar su imaginación anoche en una gala benéfica ya confirmada como el mayor evento de moda del año. Puntual, a las 6.01h de la tarde, era fotografiada su anfitriona, Anna Wintour, en la escalera del Museo de Nueva York. La editora de Vogue era la primera en llegar y lo hacía, como casi siempre, vestida con un Chanel Alta Costura de flores rojas con reminiscencias a las porcelanas chinas. Le siguió de cerca su hija Bee Shaffer, quien le robó el protagonismo con su inspirado Alexander McQueen con cerezos en flor y pájaros en una larga cola. Y casi una hora después, llegaba una de las madrinas de la noche, Jennifer Lawrence, quien también elegía las flores como inspiración en su vestido de Dior.

George Clooney y Amal Clooney.
George Clooney y Amal Clooney.Taylor Hill (FilmMagic)

China era una premisa atractiva para todos, pero también peligrosa. Uno de los temores en las horas previas a la Met Gala –además del tráfico que podía crear una cena benéfica para Obama celebrada también en la ciudad– era el exceso de las referencias al país oriental y la falta de variedad en los vestidos. Sin embargo, dos horas largas de paseíllo por la alfombra demostraron que cada cual supo interpretarla adaptándolo a su estilo personal. Algunas ni hicieron caso de la premisa, como Reese Witherspoon, Jessica Chastain o Rachel Weisz. Otras, lo tomaron de forma discreta, como Julianne Moore, Emily Blunt, Gigi Hadid o Amanda Seyfried. Y otras, sin sutilezas, como Chloe Sevigny, Karolina Kurkova, Lady Gaga o, por supuesto, Sarah Jessica Parker, que un año más volvió a robar el protagonismo con un vestido diseñado por ella para H&M y un tocado firmado por Philip Treacey por el que la apodaron en las redes sociales la Madre Dragón y los memes no tardaron en aparecer. Rihanna fue la penúltima en llegar porque necesitaba espacio para su inmenso vestido capa con el que fue coronada como la emperatriz de la noche. Y dejó corta la cola de plumas que culminaba el vestido de transparencias y pedrerías de Kim Kardashian, firmado por Peter Dundas para Cavalli; así como el dragón que recorría la figura de Jennifer Lopez, diseñado por su acompañante de la noche, Donatella Versace.

Beyonce, en la alfombra roja del Met.
Beyonce, en la alfombra roja del Met.TIMOTHY A. CLARY (AFP)

Todas quedaron en nada cuando, casi tres horas más tarde, la reina Beyoncé apareció con Jay-Z y un vestido que no dejaba nada a la imaginación. Otras parejas en la noche de diseñadores y celebrities fueron las que formaron Julianne Moore y Ricardo Tisci; Selena Gomez, de concubina blanca, con Vera Wang; Katie Holmes, con nuevo corte de pelo para destacar su Zac Posen; Allison Williams (Girls) con Giambattista Valli; Michael Kors vistió de dorado a Kate Hudson; y Marc Jacobs, como acompañante y artífice del vestido de Cher, probablemente una de las veteranas de esta gala, que se celebró por primera vez en 1971.

Las grandes ausencias de la noche fueron Blake Lively y Lupita Nyong’o, las dos anunciadas en la lista inicial. Y, por supuesto, Karl Lagerfeld que, aunque vistió a la anfitriona y muchas invitadas, estaba en Seúl presentando su colección crucero. Otros primerizos cubrieron su hueco en el evento: como Amal y George Clooney, ella vestida de Maison Margiela por John Galliano, uno de los grandes homenajeados de la exposición; Robert Pattinson, primera aparición pública con su novia, la cantante FKA Twigs; y Justin Bieber, que con su americana de dragones dorados de Balmain fue de los pocos hombres –junto a Adrien Brody y Spike Lee– que se atrevió a aceptar el reto temático de la noche.

Anna Wintour, anfitriona de la gala.
Anna Wintour, anfitriona de la gala.TIMOTHY A. CLARY (AFP)

Más de 500 invitados acudieron en total entre gente del cine, la música, la moda y el arte. Una lista controlada por Anna Wintour, quien desde que se puso al mando de la gala en 1999 la ha convertido en este gran evento mediático por el que cada comensal paga 25.000 dólares o 175.000 por una mesa de 10 personas. El año pasado recaudaron 12 millones de dólares y éste esperaban llegar a los 15. Wintour y su equipo llegan incluso a sugerir estrellas a los diseñadores, y utiliza el evento para promocionar modistos jóvenes. Por todo eso, el New York Times dice que la Met Gala se ha convertido en su fiesta privada, una en la que ella elige los invitados y pone las reglas. Este año no dejó ver a la prensa en la presentación de la mañana los arreglos florales de la entrada y prohibió a todos los invitados de la noche que tomaran fotos del interior y las publicaran en redes sociales. Es decir: no selfis. Probablemente, porque pretende guardar el secreto para el documental que Condé Nast coproduce sobre el making of de la exposición y la gala. Sin embargo, hubo quien no tardó en desafiar la norma: Justin Bieber y Cara Delevigne publicaron un selfi juntos al poco de entrar.

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