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Benedito Braga Presidente del Consejo Mundial del Agua

“El problema no es la falta de agua, sino su mala gestión”

El experto analiza las grandes necesidades para las que este líquido es fundamental: alimentos, ciudades y energía

Benedito Braga, presidente del Consejo Mundial del Agua.
Benedito Braga, presidente del Consejo Mundial del Agua.Martin D'avila Garcia

Se invierten 535.000 millones de dólares (505.193 millones de euros), de 2010 a 2015, para tener agua potable en el mundo. No es suficiente. Las ciudades consumen las tres cuartas partes del agua, y el 70% de los habitantes mundiales vivirá en ellas en 2050. El Consejo Mundial del Agua es una plataforma internacional creada en 1996 para responder a los problemas de la escasez de este bien. Del 12 al 17 de abril celebran su 7º Foro Mundial del Agua en Corea con más de cien ministros de carteras relacionadas con el agua y el medio ambiente, para impulsar una estrategia mundial.

Su presidente es Benedito Braga, profesor de Ingeniería Civil y Ambiental de la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (USP), Brasil, que ha luchado para solucionar los problemas del agua potable desde cargos como el de miembro del Comité del Programa Hidrológico Internacional de la Unesco.

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Pregunta. ¿Qué cantidad de agua necesita una persona para vivir?

Respuesta. Cien litros al día. Si sumamos las necesidades industriales y agrícolas de su país, se necesitarían 1.000 metros cúbicos anuales por persona. Se podría decir que con 500 metros cúbicos anuales se puede tener una seguridad hídrica, pero son índices que varían mucho en cada país, e incluso dentro de ellos. Brasil tiene áreas con una disponibilidad mayor a 5.000 metros cúbicos anuales, y otras con 500 metros cúbicos. El Banco Mundial trabaja con la disponibilidad de 1.500 metros cúbicos, y la ONU dice que 800 millones personas no llegan a esa cantidad. Pero si sumamos otras zonas con graves necesidades, se podría decir que casi 1.500 millones de personas carecen de agua potable.

P. ¿Cuáles son los grandes problemas para que todo el mundo tenga ese básico de 1.500 metros cúbicos?

R. Hay tres grandes necesidades: alimentos, ciudades y energía. El mayor problema es tener disponibilidad de agua para producir alimentos. Esta demanda es enorme porque producir un kilo de trigo, por ejemplo, requiere 1.000 litros de agua.

P. ¿Se podría solventar con la instalación de desaladoras en los países de costa?

“Las aguas negras de las ciudades que contaminan los ríos son el gran problema ambiental”

R. La desalinización no sería la política correcta para regar alimentos. Es mejor aumentar la eficiencia de los equipamientos de riego. Hay culturas basadas en el arroz que tienen problemas de agua y no deberían cultivarlo porque ese cereal no puede adaptarse a la irrigación por goteo, que es la de menor consumo de agua. En esos casos deberíamos ir a un sistema de comercio internacional para promover que los países con más riqueza de agua produzcan los alimentos más demandados en grandes cantidades. Es el denominado sistema de agua virtual para transportar alimentos de un país a otro, y la Organización Mundial de Comercio debería involucrarse para hacerlo efectivo. El arroz, por ejemplo, es una necesidad básica en Oriente Medio, y producirlo allí es una locura por la escasez de agua de la región. Esa necesidad de producción podría traspasarse a Vietnam, Estados Unidos o Brasil que tienen extensión de terrenos ricos en agua, siempre que se garantizara el acceso de Oriente Medio a ese alimento.

P. ¿Cuáles son los problemas de las ciudades?

R. La urbanización es el gran problema ambiental relacionado con el agua, por su generación de aguas negras que deben ser tratadas. Es un gran problema en los países emergentes, que tienen contaminados los ríos que pasan por sus ciudades y no pueden utilizar el agua para fines potables.

P. ¿Qué sucede con la energía?

R. El uso del agua para producir energía es la tercera gran necesidad. Las centrales eléctricas son una forma de producir energía limpia muy importante. Se deben analizar las cuencas de los ríos para decidir la forma de utilizar el agua para responder a las necesidades de energía, de producción de alimentos, de las industriales y de las ciudades. Llegar a un equilibrio es fundamental, y lo discutiremos en el 7º Foro del Agua.

P. ¿Cómo impacta el cambio climático en el agua dulce?

R. El cambio climático impacta en la disponibilidad de agua dulce, pero el mayor impacto es la forma de gestionarla. El problema no es la escasez de agua sino su mala gestión. Su distribución en el tiempo y en el espacio es más impactante que su contaminación o la sequía. En Sao Paulo, por ejemplo, vivimos la mayor crisis de la historia porque hay una sequía sin parangón, y las reservas están casi vacías. Nunca sucedió algo parecido acá, y eso también sucede en diferentes partes del mundo como Texas, Nuevo México, California o Turquía.

P. ¿Qué se puede hacer?

“Queremos mover la conciencia de la clase política para que esté más atenta a la importancia de este recurso”

R. Es imprescindible realizar una gestión eficiente del agua para evitar el problema del agotamiento de las reservas ante sequías. La clase política debe estar más atenta a la importancia del agua, y movilizar su conciencia es la razón de ser del Consejo Mundial del Agua. También es importante organizar la gestión transfronteriza del agua entre las naciones cuando se deben compartir recursos.

P. ¿Qué se requiere para realizar una buena gestión del agua?

R. Hay países que lo hacen muy bien. España es un ejemplo para el mundo, tiene una gran tradición de la gestión participativa desde la Edad Media. Las confederaciones hidráulicas tenían unos comités de cuencas para discutir sobre la forma de usar el agua. Francia creó después unos comités más modernos para gestionar cada cuenca hidrográfica. Brasil y México dan cada vez dan más importancia a la gestión del agua. El primer ministro de India ha anunciado que va a descontaminar el Ganges.

P. ¿Cuál es la zona terrestre más perjudicada?

R. África debe ser nuestra prioridad máxima porque tiene toda suerte de problemas. En la parte norte hay sequía, y en muchas zonas necesitan agua potable y energía. Existen grandes potenciales hidráulicos para solucionarlo. La denominada Gran Presa del Milenio, que Etiopía hace en Nilo Azul con apoyo del Banco Mundial y el gobierno chino, dará electricidad a Sudán, Egipto y Etiopía.

P. ¿Qué han conseguido desde la creación del Foro del Agua?

R. Hemos logrado aumentar la concienciación de los Gobiernos. La ONU reconoció el acceso al agua y al saneamiento como un derecho humano en 2010. Nuestro trabajo es constante, ahora lo hacemos con los organizadores de la próxima cumbre del clima de París de diciembre de 2015, porque no se pueden disociar ambas cosas, agua y cambio climático.

P. ¿Habrá agua para todos en 2050?

R. Sí, soy optimista porque vamos a influir en los Gobiernos, tenemos tiempo y la posibilidad de hacerlo. Primero hacen falta infraestructuras, luego una buena gestión. Es imprescindible tener agua almacenada para utilizarla cuando no hay lluvia, como sucede en España, gracias a unas excelentes infraestructuras de reservas. La lluvia tiene correlación con la riqueza económica de un país, cuando llueve aumenta la producción económica, y sucede al contrario cuando no hay reservas.

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