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“El mejor consejo: descubre quiénes son los malos”

El entrenador argentino César Luis Menotti, que hizo a su país campeón del mundo en 1978, responde las preguntas de este diario

Juan Morenilla
El entrenador argentino César Luis Menotti, en 2011
El entrenador argentino César Luis Menotti, en 2011Ricardo Ceppi

El fútbol ha llevado a César Luis Menotti (Rosario, Argentina; 76 años) a tantos lugares del mundo que hoy es feliz en el escritorio de casa, con sus libros y su música, con sus nietos. El entrenador que hizo a Argentina campeona del Mundial de 1978 paladea cada respuesta.

Pregunta. ¿Algún libro que le cambió la vida?

Respuesta. Que me cambiara la vida, no tanto, pero sí que me invitara a la lectura. De jovencito leía mucho a José Ingenieros, sobre todo El hombre mediocre. He leído a Marx y a Lenin. Tengo gran admiración por Saramago y una de las frases que retengo es que él era hormonalmente marxista, porque había tanto desastre en manos del capitalismo que eso llevó a la infamia.

P. ¿Qué libros están en su mesa de dormir?

R. Sobre todo de fútbol. Y los clásicos, García Márquez. Su libro de Notas de prensa lo tengo siempre cerca.

P. ¿Quiénes fueron sus influencias deportivas?

R. Los compañeros. Era una época en que uno debutaba en Primera y tenía compañeros que hacía 10 o 12 años que estaban ahí. Hoy no hay casi futbolistas como Xavi, que nació en el club. Como entrenador, Rinus Michels, Ángel Cappa... Uno de los más importantes en mi vida en cuanto a fútbol como sentido del barrio y del compromiso fue Adolfo Pedernera, formador de Alfredo Di Stéfano.

P. ¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?

R. Me siento muy feliz cuando como con Guardiola. Nos reímos mucho. Cené dos veces con Paco de Lucía, le admiraba. Me regaló una guitarra para mi hijo. Esas cenas largas en que se habla de todo son recuerdos imborrables. Celebré un cumpleaños en Barcelona con Serrat y cantamos tangos.

P. ¿Cuál es su lugar favorito?

R. A estas alturas de mi vida, son mis amigos, mi gente. Mi casa y mi tiempo libre me hacen muy feliz.

P. ¿El mejor consejo que le dio alguno de sus padres?

R. Mi padre me marcaba que su obligación era que yo descubriera quiénes eran los buenos y quiénes los malos. A uno le lleva muchas equivocaciones descubrirlo. Algunos malos son muy evidentes. Con muchos de los que creí que eran los buenos me equivoqué.

P. ¿Qué música le inspira?

R. Como el fútbol, la buena música. Para mí la música está dividida en buena música y mala música. Tanto disfruto a Juanjo Domínguez como a Paco de Lucía y a Osvaldo Pugliese.

P. ¿La última comida que le sorprendió?

R. Me quedaron grabadas las angulas en Bilbao. Que son diferentes a las que se comen en Madrid. Fui con el Barça a Bilbao y yo nunca había visto una angula. Me pareció una cosa rara. Las angulas que comí en Bilbao no las olvido.

P. ¿Una serie de televisión?

R. No miro mucho la televisión. Veo los informativos, que es mi manera de sufrir la realidad.

P. ¿Cuál es su espacio de la casa predilecto?

R. El escritorio. Escribo y en la compu respondo los mensajes de mis amigos.

P. En su nevera siempre hay...

R. Fruta de temporada. En otros lugares siempre tengo whisky escocés.

P. ¿Un buen fin de semana?

R. No verse obligado a estar con los que uno no quiere.

P. ¿En una fiesta de disfraces, de qué se disfrazaría?

R. De D’Artagnan. Me disfracé de mosquetero con ocho años en unos carnavales de mi barrio.

P. ¿Libro electrónico o en papel?

R. En papel. No soporto leer en la compu, me hace mal. Prefiero copiar, imprimir y leer. Delante de la compu me cuesta muchísimo pensar.

P. ¿Su especialidad en la cocina?

R. Asado, lechón y cochinillo.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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