_
_
_
_
_
tecnología

Nuestra vida en un reloj

La inteligencia artificial creará entornos ideales bajo la presión de controlar la seguridad

Ilustración: Eva Vázquez

La inteligencia artificial despierta un enorme interés. Es lógico. Llevamos tiempo usándola de manera intuitiva sin apenas reparar en ella. Tanto Siri, el asistente de voz de Apple, como su equivalente para Android, Google Now! utilizan esta tecnología para organizar nuestra vida, mandar mensajes a los amigos sin tocar la pantalla o decidir la mejor ruta para volver del trabajo en función del estado del tráfico. Las últimas adquisiciones por parte del gigante de las búsquedas apuntan, precisamente, a una profundización en estos servicios. La clave estará en la apertura del código a los desarrolladores de aplicaciones para que lo integren en sus creaciones. Aplicaciones como, por ejemplo, Open Table, dedicada a las reservas en restaurantes, afrontan cambios radicales en su relación con el consumidor. Su interfaz tendrá que cambiar por completo y combinar el uso a través de voz con la clásica interacción en pantalla.

Los micropagos serán una constante que abrirá la puerta a los contenidos premium a precios ajustados

Este cambio será paulatino e irá de la mano del gran éxito comercial del año. El reloj inteligente va a convulsionar el prometedor mundo de los wearables, tecnología que se integra en la ropa, con la llegada del AppleWatch. El aparato de Apple promete una revolución similar a la de los smartphones hace casi una década. De nuevo, parte de su atractivo no dependerá exclusivamente de la empresa de la manzana, sino de la capacidad que tengan los desarrolladores de aplicaciones para explotar las posibilidades del nuevo soporte, una integración de una pantalla de mínimas dimensiones y órdenes de voz basadas en inteligencia artificial. Las dimensiones del reto son notables, crear de cero una forma de interacción entre un nuevo aparato y los consumidores. Durante 2015 serán más y más las aplicaciones que nazcan primero en el reloj. Escucharemos el término Watch First (el reloj primero) tanto como hace solo cinco años el mantra era Mobile First.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Desde luego no es el único wearable en el mercado. Tampoco el primero, pero sí rompe con lo anterior al ofrecer una perspectiva transversal, que abarca desde el consumo de contenido, a la información local, haciendo hincapié en un aspecto clave, la salud. El reloj de Apple cuenta con un sensor de pulso constante, mientras que sus competidores solo lo hacen de manera esporádica o a petición del usuario. El hecho de contar con monitorización constante y, en consecuencia, la posibilidad de crear patrones de comportamiento, ha atraído a las principales empresas dedicadas a proveer de servicios sanitarios en EE UU que ven en este campo una forma sencilla de obtener nuevos datos y mejorar tratamientos.

Más información
Amazon está escuchando
“Nadie está al frente del planeta”
Conducir sin manos
Mi mano robótica siente

En Silicon Valley la obsesión es acabar con la fricción, como se denomina a complicaciones y reticencias para adoptar nuevos servicios. Los wearables traerán consigo una novedad que ya se vislumbró a finales de 2014 con la llegada de Apple Pay. Si ya es posible pagar con el móvil con solo un gesto sencillo en un comercio, el integrarlo en reloj ayudará a su popularización. La tecnología que lo hacía posible ya existía, no así un mecanismo sencillo de pago y, mucho más importante, los acuerdos con los bancos para extender su uso y minimizar comisiones. Junto con la adopción del bitcoin como moneda cada vez más fiable, los micropagos serán una constante que abrirá la puerta a los contenidos premium a precios ajustados. Modelos de consumo que hasta ahora se basaban en la publicidad por perderse gran parte de su valor en las comisiones intermedias tendrán una segunda oportunidad.

El ansia de expansión de Google y Apple va más allá de lo que llevamos encima. El hogar será la siguiente frontera. El denominado Internet de las cosas (IoT, Internet of Things) ya cuenta con sus compendio de aplicaciones con Apple HomeKit y Android@Home. Controlar la temperatura del hogar, abrir el garaje, el sistema de música o dar acceso por la puerta principal solo si la cerradura reconoce a los invitados son algunas de las opciones que se contemplan. Todo este entorno ideal de control sobre la salud y el hogar se enfrentan a una amenaza real, la seguridad. El reciente ataque a los estudios de Sony dejan en evidencia que las grandes corporaciones no solo son vulnerables, sino, cada vez más, un objetivo de primera línea. En 2015 surgirán nuevas firmas especializadas en seguridad cuyos clientes será tanto el entorno corporativo, para proteger datos sensibles, como los fabricantes de hardware cuyos chips, en muchos casos anticuados a cambio de un precio ajustado, son extremadamente vulnerables.

ELIES CAMPO (Barcelona, 1983), encargado de promover WhatsApp en España y América Latina, es el único español de la empresa propiedad de Facebook, que tiene más de 600 millones de usuarios activos. The AppDate, el encuentro hispano de referencia sobre aplicaciones móviles, le ha nombrado personalidad más destacada de 2014.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_