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Conservación

Europa exige medidas contra el ‘matabuitres’ que aprobó España

La Agencia Europea del Medicamento asegura en su informe que el fármaco veterinario es peligroso para la supervivencia de las carroñeras El Gobierno autorizó su uso y ahora la UE tendrá que actuar para evitar la extinción

Javier Salas
Cadáver del primer buitre español muerto por ingerir antiinflamatorio para ganado.
Cadáver del primer buitre español muerto por ingerir antiinflamatorio para ganado.Estrategia Andaluza de Veneno/Junta de Andalucia

Durante la última década del siglo pasado, la población mundial de buitres pasó de ser una de las especies más comunes del planeta a estar catalogadas como En Peligro Crítico de extinción. Todo por culpa de un medicamento, el diclofenaco, que después de usarse con el ganado en India envenenaba a las carroñeras que se alimentaban con sus cadáveres. Los buitres se extinguieron prácticamente de todo el subcontinente, muriendo millares por intoxicación. Pocos años después de conocerse la responsabilidad del diclofenaco en este exterminio, el Gobierno español aprobaba su uso ganadero, poniendo en riesgo a los buitres peninsulares, que representan más del 80% del total de toda Europa.

Hoy, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha entregado su informe sobre el diclofenaco, asegurando que supone un riesgo para la supervivencia de las aves carroñeras, y en el que reclama a la Comisión Europea que tome medidas para evitarlo. Entre las medidas propuestas se encuentra la retirada de este fármaco de los mercados. La EMA reconoce que, como se sabe por el caso de India, bastaría con un 1% de cadáveres contaminados para exterminar a los buitres. Este informe conocido hoy será decisivo para la posición que finalmente tome la Comisión Europea.

La autoridad europea certifica que mata a las rapaces y propone como solución la retirada de este fármaco de los mercados

Gracias a la presión de los colectivos conservacionistas y científicos, el entonces comisario europeo de Salud, Tonio Borg, mostró su preocupación por el peligro que podía suponer para las rapaces y se comprometió este verano a consultar a la EMA. Ahora, con este veredicto, creen que la Comisión debe tumbar la aprobación de España (e Italia) de este fármaco. "Con este informe a la Comisión no le queda más remedio que retirar el diclofenaco", asegura Juan Carlos Atienza en nombre de Birdlife, el mayor colectivo científico para la conservación de las aves.

Atienza recuerda que la Unión Europea ya ha tomado partido en contra del diclofenaco por su potencial de exterminar al buitre. Fue en la pasada cumbre sobre vida salvaje de la ONU, en la que firmó —no sin cierta resistencia inicial— una declaración que pedía el veto de este fármaco en todo el mundo por el riesgo que supone para la conservación de las aves. "Debe ser consecuente y proceder a la prohibición ante la seguridad, certificada por la autoridad del medicamento, de que es un riesgo para los buitres", defiende este experto.

Con este informe a la Comisión no le queda más remedio que retirar el diclofenaco", asegura Juan Carlos Atienza

Además, con el informe de EMA en la mano es necesario evaluar a la mayor brevedad las posibles alternativas para evitar que también sean nocivos, asegura Atienza. Los expertos aseguran que ya hay alternativas inocuas en el mercado igualmente asequibles para los ganaderos. En India, tras el desastre, se prohibió el diclofenaco y desde entonces se trabaja sin problemas con otros productos.

En 2012, un equipo de la Junta de Andalucía encontró el cadáver de un buitre, con síntomas claros de intoxicación por un veneno: un fármaco que los ganaderos dan a sus reses como antiinflamatorio. Es el flunixin, similar al diclofenaco, pero del que se desconocía su capacidad letal, que demostró ser idéntica. La revista Nature se hacía eco del hallazgo asegurando que anunciaba una crisis para la biodiversidad en el continente. Una experiencia que demuestra la necesidad de revisar las alternativas.

El consenso científico contra el diclofenaco es total. La semana pasada, los 300 expertos asistentes al Congreso Español de Ornitología firmaron una conclusión en la que se reclamaba su retirada. Y recientemente, la prestigiosa revista Science publicaba un artículo en el que un grupo de especialistas, con el español Antoni Margalida al frente, exigía que se estudie el efecto que estos medicamentos tendrán en la vida salvaje antes de aprobar su uso para el ganado, para evitar sorpresas desagradables como la sucedida con el flunixin. También hay estudios que señalan a las águilas como potenciales víctimas de esta familia de medicamentos.

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Sobre la firma

Javier Salas
Jefe de sección de Ciencia, Tecnología y Salud y Bienestar. Cofundador de MATERIA, sección de ciencia de EL PAÍS, ejerce como periodista desde 2006. Antes, trabajó en Informativos Telecinco y el diario Público. En 2021 recibió el Premio Ortega y Gasset.

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