_
_
_
_
_
El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cuando fallan los radares

Los errores de Tráfico al detectar infracciones en el paso por la ITV dañan la confianza de los conductores en la equidad de las sanciones

SOLEDAD CALÉS

El tráfico por carretera es un sistema con equilibrios muy delicados. La Administración socialista acertó con una de las claves de tales equilibrios cuando convenció a los conductores de que sus infracciones podían ser inmediata y efectivamente sancionadas. Frente al estado de ánimo anterior a 2004, caracterizado por la casi certeza de que el impago de las sanciones quedaba impune, la gestión de Pere Navarro combinó una regulación acertada (sistema de puntos) con la persuasión psicológica, en parte atrición (las sanciones se imponen y se aplican) y en parte contrición (los efectos catastróficos de la irresponsabilidad al volante). Resultado: una disminución histórica y continua del número de accidentes y de muertos y heridos en carretera. Lo difícil, claro, es la persuasión masiva; lo que de ninguna manera puede fallar en la gestión del tráfico es esa maquinaria. Por eso es una pésima noticia que el sistema de detección de vehículos con la ITV caducada esté fallando en un número inusualmente elevado de casos. Concretamente, en el 5,5% de las denuncias presentadas.

No es que fallen los radares, dicen en la Dirección General de Tráfico, sino que no funciona la cadena informática desde el primer eslabón. Hay estaciones de ITV que no tienen capacidad para actualizar en sus bases de datos las inspecciones que realizan cada día. El resultado es que se tramitan multas a conductores que no han cometido falta alguna, que tienen que sufrir nuevos trámites engorrosos (y a veces imposibles) para corregir un error que no es suyo. Si se pretende sancionar a quienes no pasan la ITV, ¿no es lógico cerciorarse de que el sistema de información que fundamentará la sanción funciona de manera impecable?

Tráfico tenía que saber que las bases de datos, sobre todo en las ITV rurales, se gestionan de forma muy deficiente —por falta de recursos— a pesar de lo cual mantuvo el plan de sanciones. Además de una pregunta obligada —¿serán sancionadas las ITV que no han almacenado correctamente los datos?— hay que recordar que errores como este rompen la confianza en el sistema de multas —la corrección de la chapuza puede durar meses— y proporcionan una coartada para evitar la sanción.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_