_
_
_
_
_

EXPO MILÁN 2015: “Nutrir el Planeta. Energía para la Vida”

El lema elegido promueve una alimentación sana, suficiente y sostenible para toda la humanidad. Una noble causa. Pero, ¿para qué sirve?

'Render' de Expo Milán 2015.
'Render' de Expo Milán 2015.

Se cree que no todas las ciudades ganadoras de este privilegio que se celebra cada cinco años salen airosas de su organización. Y a primera vista puede parecerlo, al menos en términos económicos: en Sevilla 92 se invirtieron unos 800 millones de euros (de los de hace más de veinte años) y quedaron 222 de déficit. ¿Un balance realmente negativo? Según declaró Emilio Cassinello, comisario de la muestra hispalense, hay que tener en cuenta los beneficios en rehabilitación de monumentos y edificios patrimoniales, puertos de transporte y comunicaciones, inversión en nuevas infraestructuras y tecnologías, aumento de las plazas hoteleras y oferta cultural… Y, además, hay que contar con otra gran aportación: la promoción de la cultura local y la difusión de los avances en distintas áreas tanto del país organizador como de los participantes.

Las primeras exposiciones universales de mediados del siglo XX (no recibieron ese nombre hasta convertirse en internacionales en 1851) promocionaban –además del comercio, las artes, los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos– la cultura y el intercambio entre naciones (Montreal 67: La tierra de los hombres; Osaka 1970: el progreso y la armonía de la humanidad…). Y desde entonces hasta hoy, su principal misión era la divulgación de la imagen de marca de cada nación. De esta época es la de Sevilla 92, que eligió "La Era de los descubrimientos" como motivo de comunicación. El fin era, según ideó el propio Rey Juan Carlos I allá por 1976, mostrar al mundo las cualidades de España y los países Iberoamericanos, aprovechando el V Centenario de descubrimiento de América.

Así será el pabellón de Italia.
Así será el pabellón de Italia.

La de Milán de 2015 viene a abrir un nuevo concepto de Expo Mundial (como también se las conoce) en el que se quiere “dar prioridad a los legados inmateriales: a descubrimientos inspiracionales para el progreso de la humanidad”, como reza en su comunicado de prensa. Su objetivo es animar a particulares, empresas y gobiernos a actuar y así convertirse en un evento que mueve algo más que visitantes y conciencias: “Queremos dejar un legado de directrices, de caminos comunes y nuevos para hacer frente a los desafíos del nuevo milenio que garantice a cada persona el derecho a alimentos suficientes, sanos, seguros y sostenibles y proteger la cultura alimentaria. Los países participantes junto con las organizaciones internacionales, la sociedad civil y las empresas privadas tendrán que proponer soluciones concretas y reales […], plantear estrategias para combinar la producción con el ahorro de energía, el uso de renovables y la protección de recursos naturales”, explica su carta de presentación.

Como parte de la presentación de este gran evento quinquenal, el miércoles 8 de octubre tuvo lugar una conferencia organizada por la Embajada de Italia en colaboración con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición y el ICE, Agencia Italiana para el Comercio Exterior en el Instituto Italiano de la Cultura, en Madrid: “Salus Per Cibum. España e Italia: Dos países amigos, una filosofía sobre alimentos y salud”.

Un debate en el que ilustres invitados trataron de dar respuesta a preguntas como “¿Qué es y cómo debería ser un sistema alimenticio mundial, saludable y sostenible?” y “¿Es un objetivo real?”. Rosa Vañó, directora comercial de Castillo de Canena, en nombre de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas; Felipe Vilas, presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid; Andrea Ghiselli, director de Investigación del Centro de Investigación para los Alimentos y la Nutrición de Roma; Ramón Estruch, coordinador del Proyecto PREDIMED del Hospital Clínic de Barcelona; Silvano Zanuso, responsable del departamento de Investigación Científica de Technogym; Matteo Guidi, socio fundador de Last Minute Market, de la Universidad de Bolonia; Oscar Farinetti, fundador de Eataly; el Padre Ángel por Mensajeros de la Paz; Piero Sardo, cofundador de SlowFood y Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, fueron algunos de los invitados a debatir.

Otro 'render' de cómo será el diseño de las instalaciones.
Otro 'render' de cómo será el diseño de las instalaciones.

Las respuestas tuvieron un denominador común: la dieta mediterránea. Una razón más para justificar esta hermandad entre España e Italia, ya que son los promotores naturales de este sistema alimenticio que ha conquistado el mundo occidental. Y es que “unida a la práctica de ejercicio físico moderado pero diario (favorecido por un clima benigno), completan el estilo de vida que la ciencia moderna nos invita a adoptar en beneficio de nuestra salud. Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, la dieta mediterránea constituye un pilar fundamental de la percepción en el extranjero de los estilos de vida italiano y español”, aseguran desde el Instituto Italiano de Cultura.

Otro asunto interesante que se trató en la conferencia fue la sostenibilidad de este programa de alimentación, eje de la Expo de Milán. “Está vinculada al estilo de vida de los pueblos mediterráneos a lo largo de su historia, combina ingredientes de la agricultura local, recetas y formas de cocinar propias de cada lugar, comidas compartidas, celebraciones, tradiciones…”. ¿Será 2015 el año en el que, al fin, comamos todos y mejor? Podremos comprobarlo entre el 1 de mayo y el 31 de octubre del año que viene. Ya lo dice el lema del esperado evento: "Nutrir el Planeta. Energía para la Vida".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_