10 lugares para recibir el otoño

“Y llegó el otoño, y en él estamos: un viento que suena como una pandereta, un fantasma de humo que se mueve entre los árboles amarillos. Ha sido un buen año para la uva; flota dulce en el aire el aroma de la uva caída en el mantillo de las hojas, vino nuevo. Las estrellas aparecen a las seis; sin embargo, no hace demasiado frío, y podemos tomar un cóctel en la terraza y contemplar, a la viva luz de las estrellas, las ovejas, con su cara de Buster Keaton”. Truman Capote

1 Bialowieza (Polonia)

El parque nacional de Bialowieza, en Polonia, es el último ejemplo de la gran masa forestal que se extendía sin interrupción entre el Báltico y el Mar Negro. En este bosque inmenso, uno de los más grandes de Europa, se yerguen algunos de los robles más viejos del continente, y dentro de la reserva natural, junto a corzos, lobos, alces y jabalíes, subsisten los últimos bisontes europeos. / Raymond Gehman/ Corbis

2 Kioto (Japón)

Kioto es una ciudad de silencios y penumbras, "un lugar para gozar la punzante melancolía de las cosas", según la describe Junichirò Tanizaki (1886-1965) en su ensayo Elogio de la sombra (1933). Uno de los itinerarios más sugerentes en otoño es el que une el templo del pabellón dorado (Kinkaku-Ji) y Arashiyama, la Montaña de las Tormentas, en el distrito de Sagano, al noroeste de Kioto. El pabellón dorado (Kinkakuji) del templo de Rokuonji, al borde de un lago sobre el que se refleja, es de una armoniosa levedad. Parece estar construido de briznas de paja dorada, tan liviano que parece a punto de arrancarse a volar con un soplo de viento. / Isidoro Merino

3 Yásnaya Poliana (Rusia)

"Bsie schástlibie simií pajashí drug na druga..." ("Todas las familias felices se parecen, cada familia desgraciada es infeliz a su manera"). Leer Ana Karenina en ruso y en el mismo lugar donde fue concebida y escrita es una de las posibilidades que ofrece Yásnaya Poliana (Destello Claro), la mansión familiar cerca de Tula, a 220 kilómetros de Moscú, donde pasó la mayor parte de su vida, escribió sus dos obras maestras --Guerra y paz y Anna Karénina-- y fue enterrado el genial escritor ruso León Tólstoi. Arropada por una vasta finca de jardines y estanques, con avenidas de abedules, álamos, robles y manzanos, ha sido convertida en un museo y centro cultural que, entre otras actividades, organiza cursos de ruso para extranjeros. / Yásnaia Poliana

4 Vermont (EE UU)

"Eran buenos sueños. No se realizaron, pero me alegro de haberlos tenido", le dice Clint Eastwood a MerylStreep en Los puentes de Madison, la película que el actor dirigió en 1995. Los puentes cubiertos que dan título al filme se encuentran en el Estado de Iowa (EE UU), pero la película podría haber transcurrido también en Vermont, en la costa este de Estados Unidos, donde existen 106 puentes históricos de madera o de hierro. En Vermont, y en otros Estados de Nueva Inglaterra como Maine o Massachusetts, el fall foliage, la otoñada, se vive como un acontecimiento, y las oficinas de turismo elaboran mapas de las variaciones cromáticas en sus bosques. Una ruta otoñal llena de reminiscencias literarias y cinematográficas: Sleepy Hollow (el lugar que inspiró el filme homónimo de Tim Burton), Salem, el parque nacional de Acadia (escenario de películas como Shutter Island, de Martin Scorsese, o Las normas de la casa de la sidra , de Lasse Hallström) o la isla de Nantucket, donde arranca la novela Moby Dick. / Daniel Grill

5 Parque nacional Denali (Alaska, EE UU)

Hay muchas razones para viajar. Una de ellas puede ser acampar frente a un glaciar, dormir en bosques inabarcables de abedules y abetos, ver osos grizzly y contemplar algunas de las montañas más negras, afiladas y remotas del planeta. Hablo de Alaska. Allí se encuentra el parque nacional Denali, donde el otoño previo al frío –el verano indio- se manifiesta con un rotundo cromatismo. La entrada al parque se encuentra a 240 millas (386 kilómetros) al norte de la ciudad de Anchorage por la Alaska Highway 3, y a 12 millas (unos 19 kilómetros) al sur deHealy, el pueblo más cercano, donde tiene parada el tren de Anchorage a Fairbanks. / Yves Marcoux

6 Bosque de New Forest (Hampshire, Inglaterra)

Una de las masas forestales más antiguas de Europa. Fue cazadero del rey normando Guillermo el Conquistador (1027-1087), y en 2005, declarado parque nacional. Ocupa un triángulo que tiene a Salisbury, Bournemouth y Southampton como vértices. Una red de senderos permite recorrerlo a pie, a caballo y en bicicleta. / Peter Lewis

7 Huangshan (Anhui, China)

Se conoce como Huangshan, la Cordillera Amarilla, a una cadena de montañas de la provincia de Anhui, al sureste de China. Un paisaje de picos de granito y bosques difuminados en la niebla que ha inspirado a los artistas chinos a lo largo de diversas épocas. / Andrew Ciceri / Wikimedia

8 Richmond Park (Londres, Inglaterra)

"Un jardín inglés puede ser interesante para una vaca, pero del todo incapaz de alimentar el corazón de un hombre", escribió un viajero chino, seguramente acostumbrado a la exquisita sobriedad de los jardines orientales. A pesar de esta maliciosa opinión, los parques y jardines que adornan Londres distan mucho de ser vulgares. Uno de los más bonitos y refinados es Saint James Park, junto al palacio de Buckingham, que, con Regent's Park, Hyde Park, Green Park, Battersea Park y Kensington Gardens, dibuja el mapa verde de la capital británica. Menos conocido por los turistas es Richmond Park, a 16 kilómetros del centro y el mayor espacio verde de la ciudad. Este antiguo cazadero del rey Carlos I conserva su aire montaraz, con una población de más de 600 ciervos salvajes. / Wikimedia

9 Pirttivaara (Karelia, Finlandia)

Karelia es el nombre de una suite del compositor finlandés Jean Sibelius, una serie de piezas orquestales por las que sopla el aliento salvaje de la taiga. Karelia es también el nombre de una región boscosa del norte de Europa hoy repartida entre Finlandia y Rusia, un horizonte de abetos, abedules y pequeños lagos donde no es difícil ver manadas de lobos y osos pardos en libertad. / Juan Carlos Muñoz

10 Maramures (Transilvánia, Rumanía)

Junto a la del monasterio de Sapanta encuentra el Cimitirul Vesel (cementerio alegre), con sus cruces azules decoradas con motivos naif. / Wikimedia

¿Conoces otros lugares para disfrutar de los colores del otoño?

P. D.- Estas otras dos entradas están dedicadas a los bosques españoles:

http://elpais.com/elpais/2013/09/10/viajero_astuto/1378765799_137876.html

http://elpais.com/elpais/2012/10/11/viajero_astuto/1349954284_134995.html