Cartas al director

Prioridades en la política

Sorprendente es el notable avance en el campo de la medicina regenerativa que han logrado unos jóvenes investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Paradójicamente, esta institución científica se debate frente a graves problemas económicos que comprometen mantener su plantilla y sus líneas de investigación, cuestión de unos pocos millones de euros al fin y al cabo, que sobrepasan las disponibilidades presupuestarias del Gobierno.

Contrasta esta patética búsqueda con la costosa parafernalia de gastos mediáticos y suntuarios destinados a conseguir la nominación para ...

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Sorprendente es el notable avance en el campo de la medicina regenerativa que han logrado unos jóvenes investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Paradójicamente, esta institución científica se debate frente a graves problemas económicos que comprometen mantener su plantilla y sus líneas de investigación, cuestión de unos pocos millones de euros al fin y al cabo, que sobrepasan las disponibilidades presupuestarias del Gobierno.

Contrasta esta patética búsqueda con la costosa parafernalia de gastos mediáticos y suntuarios destinados a conseguir la nominación para los Juegos Olímpicos, así como la obstinación en la construcción de tantas infraestructuras innecesarias o inútiles. Con ello se persevera en los errores del pasado que nos han llevado a la situación actual.

Claro que da más votos cortar una cinta que apoyar una larga y discreta línea de investigación, prefiriendo el glamour de fastuosos edificios de autor al trabajo riguroso que nos abriría las puertas del futuro en un mundo cada vez más globalizado y competitivo.

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Así nos va y peor nos irá si no rectificamos apoyando con políticas decididas a la ciencia y la innovación, estimulando y reteniendo a nuestros jóvenes talentos, en lugar de apostar por inversiones espectaculares carentes de rentabilidad social y económica a largo plazo.— Francisco García García.

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