Lorca tras el terremoto
Es bochornoso que ante una tragedia como la vivida por el pueblo de Lorca por los pasados terremotos del 11 mayo de 2011 su equipo de Gobierno municipal se dedique a hacer campañas publicitarias locales a través de cuñas radiofónicas acerca de lo avanzado que está todo en nuestro pueblo.
Pero aún si cabe, es más decepcionante, que su máximo representante, nuestro alcalde Francisco Jódar, se dedique a colgarse medallas por su “magnífica gestión” de los problemas surgidos por aquella tragedia.
Evidentemente, cada uno puede tomar las decisiones que estime oportuno, pero hay que recordar que existen 2.000 desplazados que hoy día siguen fuera de nuestro pueblo, que el 25% del comercio previo a los terremotos aún no ha abierto, que de las 17.000 ayudas tramitadas por reconstrucción, reforma o alquiler no se han aprobado ni el 30%; que, en el mejor de los casos, hay personas desalojadas por derribo de su edificio que han cobrado cuatro meses de alquiler cuando ya han pasado casi 26 meses, que dos institutos y un centro sanitario no son más que escombros, etcétera.
Parece que el significado de empatía de nuestros gobernantes, independiente de su rango o ideología política, con las víctimas y afectados del terremoto, es algo que parece no es comprensible para ellos.
Otra nueva decepción. Lamentable.— José Luis Díaz Gallego.