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Comienza la batalla de Madrid

La Comunidad de Madrid es la caja de resonancia política más importante de España. Lo que ocurre en el Gobierno regional o el Ayuntamiento de Madrid trasciende en el resto del país. En Madrid, tiene el PP a dos de sus principales barones. La actual presidenta, Esperanza Aguirre, se batirá en duelo con el socialista Tomás Gómez

La Comunidad de Madrid es la caja de resonancia política más importante de España. Lo que ocurre en el Gobierno regional o el Ayuntamiento de Madrid trasciende en el resto del país. En Madrid, tiene el PP a dos de sus principales barones. La actual presidenta, Esperanza Aguirre, se batirá en duelo con el socialista Tomás Gómez, que superó en las primarias a la candidata de la dirección de su partido, y al candidato de IU, Gregorio Gordo.

Alberto Ruiz-Gallardón tratará de revalidar la alcaldía. En la mente de sus rivales, la posibilidad de que se vaya si Rajoy gana en 2012, y deje a Ana Botella, esposa de Aznar, como alcaldesa, si antes supera al exsecretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y al candidato de IU, Ángel Pérez. Ayer todos posaron, juntos, para EL PAÍS, en la Plaza Mayor.

Las baterías de Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid recordó hace una semana que lleva 29 años de carrera política ininterrumpida. Ha sido concejal en Madrid, ministra de Educación, presidenta del Senado y, desde 2003, presidenta de la Comunidad de Madrid. En el verano de 2008 emprendió una batalla de la que salió trasquilada. Amagó con levantarle la silla a Mariano Rajoy como presidente del PP. Los últimos cuatro años han sido los más duros para Aguirre. Su Gobierno regional ha estado salpicado por el caso Gürtel y el de los espías, y una galopante crisis económica ha dejado las arcas regionales bajo mínimo. Además, en las últimas semanas se ha visto obligada a rebajar su frenética actividad diaria tras ser operada de un cáncer de mama. En el PP se especula con que esta sea la última legislatura de Aguirre. Ha dado algunas muestra de cansancio y a menudo admite que sus prioridades personales han cambiado. No obstante, la presidenta regional manifestó en la última sesión de la Asamblea regional que aún le quedan "cosas por hacer". La presidenta ha aplicado a todos los ámbitos de la Comunidad de Madrid su particular forma de entender el liberalismo, que tanto abandera. Ayer avanzó que la educación protagonizará la próxima legislatura, junto con una, segura, decidida política de austeridad. Pero para eso, aún tendrá que ganar las próximas elecciones dentro de 17 días.

El desafío de Gómez. Tomás Gómez, candidato socialista a la presidencia de la Comunidad, cogió impulso tras imponerse en las primarias a Trinidad Jiménez. Ganó en popularidad. En índice de conocimiento por la ciudadanía. El desafío al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le colocó en la primera línea de la política, saliéndose del estrecho círculo local. Pero las encuestas de intención de voto le sitúan por debajo de los resultados de su antecesor, Rafael Simancas. La que ayer hizo pública el CIS otorga a Gómez un 28,4% de los sufragios, mientras que Simancas llegó al 33%. Esa diferencia se aprecia en otras Comunidades autónomas y el equipo de Gómez lo achaca a la penalización que los socialistas sufren por la crisis. Un problema que afecta a la marca, y no al candidato.

Las primarias fueron un trampolín que no parece que se traduzca en una mayor representación parlamentaria, aunque tras esos comicios internos el líder socialista controla el partido regional. El 90% el comité está alineado a él y también todos los secretarios generales. Unas cifras relevantes de cara al proceso de primarias en el PSOE en el que Gómez sostiene que "Madrid tiene mucho que decir".

Debates. Las diferencias sobre los debates televisivos son un ingrediente clásico de la época electoral. Un asunto recurrente en el que todos se acusan de no querer confrontar sus ideas ante los ciudadanos. Pero, al menos, ya hay fecha para dos debates televisivos. Autonómico ?este domingo? y municipal, un día más tarde. Los participantes serán los tres candidatos tanto a la presidencia regional como a la alcaldía de la capital de PP, PSOE e IU. O sea, Esperanza Aguirre, Tomás Gómez y Gregorio Gordo por un lado y Alberto Ruiz-Gallardón, Jaime Lissavetzky y Ángel Pérez por el otro. Ambos debates serán en Telemadrid, cosa que los socialistas lamentan, pues preferían Televisión Española. Otro debate acorde con los tiempos, una confrontación en el ciberespacio de las redes sociales, está en el aire. Y allí es posible que se quede.

Todo hacía presagiar un arduo conflicto para consensuar el debate entre los aspirantes a la presidencia de la Comunidad, después de que Esperanza Aguirre pusiera sobre la mesa sus condiciones innegociables: un único encuentro, en el canal público autonómico y antes del municipal (lo que limitaba las fechas al seis, siete u ocho de mayo). Gómez aceptó ayer participar "de manera forzosa" en el debate a tres en Telemadrid el domingo, aunque exigió a Aguirre un segundo encuentro en Televisión Española. Al candidato socialista al Gobierno regional no le gusta la fecha, opina que pasará desapercibido, pero confirma su asistencia "en un ejercicio de responsabilidad y de respeto a la ciudadanía" . Izquierda Unida pone menos condiciones y dice que todo le parece correcto, siempre y cuando estén todos los candidatos representados.

El debate municipal será con todos juntos y a la vez, mientras que el autonómico, por deseo de Aguirre, será por parejas. Es decir, que Aguirre debatirá con Gómez y Gordo y luego los dos candidatos de PSOE e IU, entre ellos.

La candidata tapada. Nadie representa mejor el reverso de la imagen de moderación, centrismo y capacidad de comunicación cultivada por Alberto Ruiz-Gallardón que Ana Botella. Y se da la circunstancia legal y estratégica que la concejal de Medioambiente, esposa de José María Aznar y número dos del Ayuntamiento de Madrid sería automáticamente alcaldesa de la capital si Mariano Rajoy, en caso de salir elegido presidente del Gobierno dentro de un año, se llevara con él a al actual regidor. Una variable a tener en cuenta el día de las elecciones. Y aunque esto, como le gusta decir a Gallardón parafraseando una famosa incorrección verbal de Felipe González, sea "hipotizar el futurible", marcará la campaña.

La oposición (PSOE e IU) puede jugar la baza de que cale la idea de que votar a Gallardón es hacerlo por Ana Botella. Algo que puede desencantar al electorado más centrista del alcalde, que asocia a la concejal de Medioambiente con sus permanentes salidas de tono y el ala más escorada a la derecha del PP.

Upyd

UPyD debuta este año en una cita electoral madrileña con candidaturas a la Asamblea y a 43 municipios. Con el recuerdo del casi 7% de los votos que logró en las Elecciones al Parlamento Europeo de 2009 y que situó a la formación como tercera fuerza política de la comunidad, el partido que lidera Rosa Díez espera superar el 5% necesario para colar algún diputado en la Asamblea.

Ajeno a las encuestas, que lo sitúan a unas décimas del porcentaje necesario, el candidato a presidir la Comunidad de Madrid, Luis de Velasco, está convencido de que con ese 5% conseguirá sentar a al menos seis diputados magenta en el hemiciclo. Si lo logra, la formación podría ser clave en caso de que el PP no alcanzara la mayoría absoluta, situada en los 65 diputados. De Velasco está dispuesto a casarse con cualquiera que se comprometa a cambiar la ley electoral.

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