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Bush advirtió el 12-M de que los autores del atentado de Madrid podían ser islamistas

Un libro prologado por José María Aznar desvela que el expresidente de EE UU se interesó por el impacto de la matanza en las elecciones españolas

El presidente de los EEUU, George Bush, advirtió al embajador de España en Washington, Javier Rupérez, en la tarde de 12 de marzo de 2004 de que los autores de los atentados perpetrados el día anterior en Madrid podrían ser islamistas y no la organización terrorista ETA, como sostenía entonces el Gobierno de España. Rupérez revela en su libro "Memoria de Washigton", prologado por el ex presidente del Gobierno José María Aznar, que hacia las 13:00 horas del 12 de marzo -última hora de la tarde en España- recibió en su residencia la visita de Bush, su esposa Laura y la secretaria de Estado Condoleeza Rice, quienes le trasladaron su pésame por la matanza ocurrida el día anterior en Madrid.

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Tras firmar en el libro de condolencias abierto en la embajada, y ya en el despacho de Rupérez, Bush se interesó por el impacto de los atentados en la sociedad española, por la posible repercusión en las elecciones convocadas para dos días después y por las impresiones que el Gobierno español tenía sobre la autoría.

Respecto a este último asunto, Rupérez le expresó su convencimiento de que ETA había perpetrado la matanza. En ese momento, narra el entonces embajador, "me dice que sus servicios le acaban de informar, y piensa ponerse inmediatamente en contacto con José María Aznar para decírselo, que posiblemente sean otros los autores y que no cabe descartar la conexión islamista".

"Le miro con algo de incredulidad y lo subraya: 'Sí, es posible que sean islamistas los autores, es lo que dice nuestra gente'", escribe Rupérez. El embajador reconoce en el libro que esa afirmación le dejó desconcertado y añade que pudo comprobar más tarde, "hablando con Moncloa" que en el complejo presidencial todavía no tenían esa información. "¿La tenían nuestros servicios de inteligencia?", se pregunta.

Tras este encuentro privado Bush hizo una breve declaración pública que recogieron en aquella fecha los medios de comunicación en la que mostró su dolor por lo ocurrido y alabó la firmeza del Gobierno español "en contra del terrorismo y de organizaciones terroristas como ETA" a la que no atribuye los atentados del día anterior.

Casi a la misma hora el Gobierno de España afirmaba en una comparecencia ante la prensa del ministro del Interior Angel Acebes que ETA seguía siendo "la principal línea de investigación" sobre la autoría, aunque sin "desatender" otras vías de investigación pese a que, aseguraba, ninguno de los otros países que colaboran en la investigación tenía "datos fiables" que apuntase a una línea distinta a la de ETA.

Antes de abandonar la embajada y gracias a la mediación del propio Rupérez, Bush concedió una entrevista a TVE, en la que, a preguntas del periodista Lorenzo Milá, dijo: "No sabemos todavía quién lo hizo y yo no excluiría a nadie. Escucharemos todo tipo de rumores y llevará un cierto tiempo aclarar los hechos. A nosotros nos llevó un tiempo averiguar quién había ordenado los ataques contra Estados Unidos".

En su libro, Rupérez, actual cónsul general de España en Chicago, señala que no cree que la integridad de esa "extraordinaria entrevista" fuera nunca ofrecida por TVE. Recuerda que esa misma tarde le llamó "desesperado" Lorenzo Milá para rogarle que hablara con sus superiores interesándose por la emisión de la misma.

"Creo haber conseguido que se emitieran más trozos de los que originaramente estaban previstos, pero esas vacilaciones -¿qué televisión del mundo se negaría a emitir una relativamente larga y sustanciosa entrevista con el presidente de los Estados Unidos?- ponían de relieve el estado de putrefacción que, con los cadáveres de los atentados todavía calientes, conocía el cuerpo político español", escribe el diplomático. "Memoria de Washington. Embajador de España en la capital del Imperio", está prologado por José María Aznar, quien presentó la obra el pasado día 24 de febrero en Madrid.

George W. Bush abraza a José María Aznar durante la rueda de prensa celebrada en los jardines del palacio de la Moncloa.
George W. Bush abraza a José María Aznar durante la rueda de prensa celebrada en los jardines del palacio de la Moncloa.REUTERS

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