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El mayor plan de ajuste de la democracia

Los empresarios exigen un guión sólido para salir de la crisis

Mas afirma que CiU ha evitado que España fuera intervenida como Grecia

El día echaba humo, tras las revelaciones del sumario del caso Pretoria. Los empresarios y académicos del Círculo de Economía acudieron puntuales a la cita económica más importante del año en Sitges perseguidos por esa nube informativa. Más allá de los corrillos, su atención se concentraba en lo que hay que hacer y, sobre todo, en lo que no hay que hacer para sacar a España del atolladero de la crisis. El plan de recorte del déficit español, que CiU ayudó a sacar adelante con su abstención, fue saludado como mal menor, pero no logró disipar la confusión que, a juicio del empresariado, marca la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero.

Con fuego abierto inauguró en estos términos el encuentro el presidente de la institución, Salvador Alemany. En un serio toque, reclamó una hoja de ruta, "un guión entendible y creíble", debido al contexto de sacrificios y exigencias que comporta que la economía levante cabeza. Criticó los "rumores, preanuncios y mensajes contradictorios" que han acompañado las medidas anticrisis. En particular, hubo un disparo preciso contra "el mensaje ambiguo e inconcreto sobre la reforma del sistema impositivo", o la voluntad inconcreta de Zapatero de subir la presión fiscal a las rentas más altas. Alemany alertó de que el Ejecutivo debe tener en cuenta la "gravedad" de esos sacrificios y, sobre todo, del "riesgo de sensación de incertidumbre con que la sociedad española está viviendo la situación".

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La voz de alarma sobre la gravedad de la situación la encarnó Artur Mas, presidente de CiU, que en su intervención soltó que si el paquete anticrisis del Gobierno no hubiera salido ayer adelante, "en pocos días España habría acabado intervenida como Grecia". Según Mas, el descrédito internacional es tal que los organismos financieros "no se hubieran quedado de brazos cruzados".La intervención, añadió, equivale a recortes de pensiones, no a su congelación, y a una mayor merma del poder adquisitivo de los funcionarios. CiU se puso una medalla por su ejercicio de "responsabilidad", pese a no compartir, insistió, el camino seguido por Zapatero, en quien dijo no confiar. "No hemos salvado al Gobierno, sino una economía que se ahogaba y que necesitaba respiración artificial". El coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, no dejó pasar la ocasión de señalar que, tras las medidas, la prima de riesgo de España no había notado una mejora.

Uno de los puntos calientes del debate será la reforma laboral, aprovechando la presencia de líderes sindicales y del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. Pero ya ayer su colega de Industria, Miguel Sebastián, puso el aperitivo. Si los agentes sociales no sellan un acuerdo "de envergadura", con el horizonte del lunes en el calendario, el Gobierno tiene la firme intención de tomar las medidas necesarias. Corbacho ya había dado un giro y asumido esta línea, tras haber hecho oídos sordos a los llamamientos previos del Círculo de Economía.

La Generalitat, apuntó Mas, no puede acometer la reforma laboral, pero sí podría coliderar la política económica. El presidente de CiU echó pestes del Ejecutivo Montilla, salvo en materia de cajas. Preguntado por un empresario sobre un eventual gobierno de concentración, echó balones fuera en parte. Sí recordó que no hace falta la mayoría absoluta para gobernar. Y admitió: "Hoy, la mayoría absoluta está a nuestro alcance".

Pese al panorama económico, Alemany subrayó que España puede superar el bache y que debe hacerlo ademásemergiendo con un crecimiento de bases más sanas y equilibradas. La base industrial la defendió Sebastián, con un dato llamativo: en 2009, el único sector de la economíapara el que aumentó el crédito fue el inmobiliario, mientras que retrocedía en la misma proporción para la industria. "No podemos permitirnos otro 2009", concluyó.

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