El caso Marta del Castillo y el robo de droga marca la marcha del jefe de policía Riestra

Desarticulada una banda de falsificación de tarjetas de crédito

Enrique Álvarez Riestra, jefe superior de policía de Andalucía occidental, deja el cargo con dos "espinas", según ha reconocido: "no haber dado la satisfacción a la familia de Marta del Castillo de encontrar el cadáver" y el robo de droga en los depósitos policiales de Sevilla. Riestra, sin embargo, ha afirmado que considera un "balance positivo" la reducción de la criminalidad.

Los dos primeros casos han pesado en el relevo de la dirección policial, que ocupará ahora Antonio Jesús Figal, actual agregado de Interior en la embajada de España en Rabat, el puesto que ocupará Riestra. Riest...

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Enrique Álvarez Riestra, jefe superior de policía de Andalucía occidental, deja el cargo con dos "espinas", según ha reconocido: "no haber dado la satisfacción a la familia de Marta del Castillo de encontrar el cadáver" y el robo de droga en los depósitos policiales de Sevilla. Riestra, sin embargo, ha afirmado que considera un "balance positivo" la reducción de la criminalidad.

Los dos primeros casos han pesado en el relevo de la dirección policial, que ocupará ahora Antonio Jesús Figal, actual agregado de Interior en la embajada de España en Rabat, el puesto que ocupará Riestra. Riestra, quien ha dicho que abandona el cargo a petición propia, justificó el robo de droga en la sede policial en el "0,1% de delincuentes que hay en cualquier sociedad".

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Estas declaraciones las ha hecho durante una comparecencia con el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, para informar de la detención de 16 personas por falsificación de tarjetas de crédito para adquirir artículos de lujo y revenderlos. El volumen de gasto diario era de 3.000 euros. Entre el material incautado se encuentran botellas de vino, relojes, ordenadores, cámaras de vídeo y artículos de joyería.

La organización desarticulada, compuesta en su mayoría por personas de origen asiático, estaba dirigida por A Ke y tenía ramificaciones en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga, Córdoba, Cádiz e Italia.

Los detenidos estaban encargados de obtener las numeraciones de las tarjetas de crédito de bancos de todo el mundo y pasar la información por correo electrónico al cabecilla de la organiación, que posteriormente la reenviaba al encargado de confeccionar las tarjetas falsas. Una vez falsificadas las tarjetas, se entregaban a un controlador que vigilaba que los compradores hicieran las compras encargadas y mantenía informado al jefe.

PÉREZ CABO