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El Supremo confirma la condena al autor de la muerte de Carlos Palomino

Josué Estébanez tendrá que cumplir 26 años en prisión por la puñalada asestada en el Metro de Madrid.- Su abogado dice que es una "sentencia desproporcionada"

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 26 años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid a Josué Estébanez como autor de la puñalada mortal asestada al menor Carlos Palomino el 11 de noviembre de 2007 en el Metro de Madrid.

En una sentencia hecha pública hoy, el Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa de Estébanez contra la sentencia condenatoria dictada en octubre de 2009. La resolución le condenó por un delito de asesinato con la agravante de motivos ideológicos y por tentativa de homicidio, absolviéndole de tenencia ilícita de armas y de amenazas. "Es un orgullo que se pueda demostrar que el asesinato tuvo lugar porque Carlos era antifascista", ha señalado Erlantz Ibarrondo, abogado de la madre de Carlos Palomino, que también subraya que es la primera vez que el Supremo reconoce "la animadversión ideológica" como agravante.

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"Es una sentencia satisfactoria, chapó", ha valorado María Victoria Muñoz, la madre de Carlos Palomino, desde su casa, en la que se encuentra rodeada de amigos de Carlos. "Nunca me han dejado sola", asegura. Muñoz ha explicado que se encuentra "en un mal estado anímico" estos días. "He tenido una recaída en la depresión, me siento estresada", según la madre del menor fallecido. Entre otros motivos, porque el pasado lunes 3 de mayo era el cumpleaños de su hijo.

Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerencia, también se ha mostrado satisfecho: "Recibimos con enorme satisfacción esta sentencia porque plantea que nuestra posición estaba ajustada a derecho", ha señalado. "Esta actuación da un mensaje de que el Estado de derecho no va a permitir ni odio ni violencia", añade. "La actuación del Supremo es motivo de satisfacción", ha indicado Antonio Segura, abogado de la Asociación de Vecinos Alto del Arenal, que también se personó como acusación en el caso de Carlos Palomino. "Por primera vez ha recogido el agravante ideológico, por eso nos parece perfecto, porque ya iba siendo hora de que se tuviera en cuenta este tipo de agravante".

Por otro lado, Enrique Martín, abogado del homicida, ha calificado la sentencia de "desproporcionada", igual que consideró en su día la condena de la Audiencia Provincial. "Es una sentencia política fuera de lo judicial", porque a su defendido se le ha tratado como si fuese parte de un grupo ultraderechista, y no lo es. La resolución de la Audiencia, dictada en octubre de 2009, aplicó el agravante de motivos ideológicos por la estética neonazi que lucía el acusado el día de los hechos, captada por las cámaras del Metro de Madrid, y las frases proferidas contra sus rivales, como Sieg Heil!, empleada en la Alemania del Tercer Reich.

Tampoco actuó con premeditación, ha dicho Martín, quien afirma que a Estébanez le han tratado como si se hubiese apostado en la puerta de la casa de Carlos Palomino esperándole para degollarle y como si contase con antecedentes penales. No fue así, según Martín, a pesar de que la sentencia recoge que el condenado preparó y ocultó el arma homicida, tal y como se ve en las imágenes de Metro, antes de que el grupo de Palomino entrara en el vagón de metro donde se cometieron los hechos.

Todo quedó grabado. El 11 de noviembre de 2007, Josué Estébanez, un ultra de 23 años, mató en el metro de Madrid a un joven antisistema de 16, Carlos Palomino. Ambos se dirigían a Usera, uno de los distritos con más población inmigrante. El primero, a una manifestación xenófoba de ultraderecha. El segundo, a reventarla. Se cruzaron en la estación de Legazpi. Palomino le recriminó la marca de la sudadera que llevaba, usada por los nazis. Estébanez, que llevaba una navaja abierta oculta tras la espalda y estaba esperando, le asestó una puñalada directa en el corazón. Ésta es la secuencia captada por una de las cámaras del metro.Vídeo: PILAR ÁLVAREZ/ ÁLVARO DE LA RÚA
Siete cámaras de seguridad del metro de Madrid captaron lo que ocurrió justo antes y después de la muerte de Carlos Palomino en el metro. El saludo nazi del atacante, Josué Estébanez. El tumulto de amigos de Carlos intentando atraparle después. Dos resultaron heridos y uno de ellos sale del suburbano apoyado en otro amigo: tiene una puñalada en el costado. Josué escapó del vagón aprovechando la confusión y el polvo provocado por un extintor que arrojó uno de los compañeros de Carlos, evacuado en una camilla por uno de los vestíbulos. Estébanez salió por el otro, perseguido por los colegas del joven de Vallecas, un barrio popular de Madrid. Con la navaja aún en la mano.Vídeo: PILAR ÁLVAREZ/ ÁLVARO DE LA RÚA

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