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El fiscal pedirá 29 años para el supuesto asesino de Carlos Palomino

Reclama además una indemnización de 300.000 euros para los padres del menor

La Fiscalía de Madrid pedirá una pena de 29 años de prisión para el soldado profesional Josué E. de la H. por el asesinato de Carlos Javier Palomino el 11 de noviembre de 2007 en la estación de metro de Legazpi, cuando el acusado se dirigía a una manifestación del grupo fascista Juventudes de Democracia Nacional. El joven antifascista, de 16 años, acudía a reventar esta manifestación. El presunto asesino se enfrenta a 29 años de cárcel por los delitos de asesinato (17 años), homicidio en grado de tentativa (12 años) y una falta de lesiones (600 euros de multa). El fiscal reclama además que el procesado indemnice con 300.000 euros a los padres del menor fallecdo.

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En el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal señala que Josué se encontraba sobre las 12.00 de ese día en un vagón del metro cuando, al llegar a la estación de Legazpi, "se percató de que en el andén y con intención de entrar al vagón donde él se encontraba, había un grupo numeroso de jóvenes antifascistas", que a su vez habían convocado una contramanifestación. "Antes de que el vagón parase, sacó una navaja que portaba y tras ocultarla en la cara posterior del antebrazo, se dirigió hacia una de las puertas del referido vagón, donde permaneció mientras entraban los referidos jóvenes, entre ellos, el menor de edad, Carlos Javier Palomino Muñoz", añade el representante del Ministerio Público.

El relato del fiscal continúa diciendo que Palomino realizó unos comentarios al acusado, "cuyo contenido se desconoce" y a los que éste respondió, "de manera inesperada y con la finalidad de acabar con su vida, clavándole directamente en el corazón la navaja que llevaba escondida en el antebrazo", lo que provocó la muerte casi inmediata del joven.

"Tras estos hechos y como quiera que el resto de pasajeros se quedaron mirándole, el procesado comenzó a blandir la navaja hacia los mismos, quienes abandonaron el vagón", aunque antes hirió levemente con el arma blanca a otra persona, a quien se ha otorgado la condición de testigo protegido. Posteriormente, y cuando otro pasajero se dirigió hacia él, para intentar desarmarle, Josué, "tras agarrarle, con la finalidad de acabar también con su vida, le clavó la navaja" en las costillas y salió corriendo hasta la calle, donde un grupo de jóvenes le dieron alcance y le golpearon incluso cuando ya había sido detenido por la Policía.

Los agentes intervinieron a Josué, que se encuentra desde el 13 de noviembre de 2007 en prisión preventiva, un puño americano. El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato -por la muerte de Palomino-, de uno de homicidio en grado de tentativa -por el navajazo al segundo pasajero- y de una falta de lesiones -por las heridas causadas al primer testigo- y pide para él 29 años de prisión y una multa de 600 euros. Además, solicita al tribunal que le condene a indemnizar con 300.000 euros a la familia de Palomino.

El caso será juzgado por el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial de Madrid, que aún no ha fijado fecha para la vista, después de que el instructor del sumario, el titular del Juzgado de Instrución número 50 de Madrid, procesara al acusado el pasado 13 de octubre. Ni la defensa de Josué ni la acusación particular que ejerce la familia de Palomino han entregado aún sus escritos de calificación, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. No obstante, el abogado de los padres prevé solicitar 20 años de prisión por asesinato, con la agravante de motivación ideológica, al estimar que el crimen se produjo por la estética antifascista de Palomino.

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