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Bono anuncia que ningún militar implicado en "los errores" del Yak 42 seguirá en el Ejército

El ministro anuncia que propondrá un proyecto de ley sobre indemnizaciones para el personal en misiones en el exterior

El ministro de Defensa, José Bono, ha denunciado "errores" y "negligencias" en el accidente del Yak-42. Durante su comparecencia esta mañana en la comisión de investigación del Congreso a petición propia, Bono ha anunciado que propondrá al Consejo de Ministros que "ningún" militar con responsabilidades en la tragedia turca siga en activo en las Fuerzas Armadas.

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El titular de Defensa ha expusto, durante más de una hora, un detallado informe sobre las causas del accidente, el plan de vuelo, las características del avión siniestrado, las quejas recibidas sobre aviones soviéticos, la identificación de los cadáveres y las medidas que pondrá en marcha su departamento. Bono ha indicado que se ignoraron reiteradamente, y posteriormente se ocultaron, las quejas recibidas sobre la seguridad de los aviones y que no se realizaron inspecciones técnicas de la aeronave, que tuvo un programa de vuelo erróneo y en el que el registro de voz de la cabina no funcionaba. En el accidente del Yakovlev-42, ocurrido el 26 de mayo de 2003 en Turquía y que causó la muerte a 62 militares españoles, "faltó diligencia y respeto a la verdad y sobraron certezas", según el ministro.

Tras confirmar que Ministerio de Defensa hará de forma inmediata las pruebas de ADN para identificar los 23 cadáveres que aún no lo están, Bono ha anunciado que llevará al Consejo de Ministros un proyecto de ley sobre indemnizaciones para el personal en misiones en el exterior. En cuanto a la identificación de los cadáveres, ha aclarado que las autoridades turcas no dejaron en un primer momento participar a los equipos españoles y entregaron bolsas con restos de 30 cuerpos sin identificar. Según el ministro, todas las pruebas de ADN entregadas por Turquía son correctas y las otras 22 incorrectas son las hicieron los equipos españoles. En su opinión, en la identificación de cadáveres y el traslado hubo "prisas" y la expedición de certificados de defunción se realizó sin inscribir las defunciones en el registro consular.

Ocho accidentes de los Yakolev

"Hoy no sabemos con absoluta certeza todo lo que ocurrió" y "las pruebas de ADN, a día de hoy, confirman que el accidente no podía quedar cerrado en falso", ha afirmado Bono, para añadir que actuará con "firmeza, sin titubeos, sin partidismo" y con el deseo de resolver el asunto con "absoluta transparencia y rapidez". Según ha explicado Bono, la falta de diligencia "tiene nombre y apellidos" y que no todas las responsabilidades caen sobre los pilotos del aparato. Por esta razón, ha anunciado que propondrá al Consejo de Ministros que ningún responsable en los errores detectados en este caso permanezca "en la cadena de mando", para que ningún oficial o general implicado siga en activo en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, ha advertido de que también hay responsables en otros ámbitos.

Sobre el papel del anterior ministro, Federico Trillo, Bono ha reconocido que él no es "su juez, ni abogado, ni fiscal". En cuanto a las causas del accidente ha indicado que las autoridades turcas lo atribuyen a "errores del piloto", pero el ministro ha señalado dos atenuantes: que el piloto y la tripulación llevaban horas excesivas de vuelo y que nunca antes habían tomado tierra en Trevisonda. Bono ha desvalado que, al despegar la aeronave en Ucrania, no funcionaba el grabador de voz, lo que supone un incumplimiento de las normativas de seguridad aérea, que el plan de vuelo no fue correcto y la tripulación llevaba más de 23 horas trabajando, lo que vulnera la legislación.

Por otra parte, ha rechazado las informaciones oficiales que indicaban que este tipo de aviones no hubieran registrado accidentes anteriormente, ya que, "con el de Turquía están contabilizados ocho", en distintos lugares como Bielorrusia, Rusia, China, Macedonia, Grecia o Turquía. En este sentido, Bono ha citado las apreciaciones del sindicato de pilotos español SEPLA, que califica a este tipo de aviones ex soviéticos como aviones basura. También ha denunciado que, aunque los papeles del Yak parecían en regla, nadie los inspeccionó y que en el proceso de contratación del avión hubo irregularidades porque se hicieron varias subcontrataciones. Sobre las quejas recibidas antes del accidente sobre estos aviones, el ministro desveló que están registradas 12, en las que se cuestiona su seguridad, dos de ellas procedentes de militares fallecidos en Turquía. Sin embargo, no se llevó a cabo ninguna inspección ni se abrió ningún expendiente.

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