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LA OFENSIVA TERRORISTA

ETA hace explotar un coche bomba frente al Banco Guipuzcoano en San Sebastián

Una llamada anónima advirtió de la colocación del vehículo, cargado con más de 20 kilos de dinamita por lo que sólo se han producido daños materiales.- En la calle en la que estaba situado se encuentran también el 'Diario vasco', 'Gara' y oficinas de Eusko Alkartasuna

El vehículo, un Renault Clio blanco, estaba situado frente a la sede de sistemas informáticos y operativos del Banco Guipuzcoano, un edificio de cinco pisos que ha sufrido importantes daños, al igual que varios vehículos aparcados en el lugar.

En esta calle se encuentran también la sede central de El Diario Vasco, el periódico Gara y Eusko Alakartasuna, aunque la explosión no ha afectado a ninguna de estas entidades.

Según fuentes del Departamento vasco de Interior el artefacto estaba compuesto por entre 20 y 25 kilos de dinamita activada mediante un temporizador.

El vehículo había sido robado el pasado día 16 en la localidad guipuzcoana de Hernani y llevaba unas placas de matrícula de Madrid falsas que pertenecían a un coche dado de baja, según fuentes de la Ertzaintza.

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Las mismas fuentes han indicado que el explosivo estaba compuesto por dinamita, al parecer del tipo Titadine, presumiblemente procedente de la robada por la organización terrorista ETA en Francia.

El hecho de que el artefacto estuviera orientado hacia el inmueble de la citada entidad financiera lleva a la Ertzaintza a sospechar que el objetivo del atentado era el Banco Guipuzcoano.

Agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza mantienen todavía acordonada la zona en busca de pistas que contribuyan a la investigación.

Llamada anónima

Tras recibir la llamada del comunicante anónimo , que finalizó su aviso diciendo "Gora Euskadi Socialista", la Ertzaintza acordonó la zona y alertó mediante megafonía a las personas que se encontraban en los edificios de la calle Portuetxe, casi todos ellos de oficinas, de que permanecieran en el interior y no se acercaran a las ventanas.

Según ha indicado un portavoz del Guipuzcoano, aunque la actividad de esta sede del banco comienza a las 8.00 de la mañana, alrededor de 20 de los 180 trabajadores que desarrollan su labor en las oficinas del camino de Portuetxe se encontraban en el interior del edificio desde las 7.50, momento en el que la Ertzaintza les informó de la existencia del coche bomba y les ordenó que abandonaran el edificio.

El portavoz del banco considera que los daños materiales provocados por la bomba "son más aparentes que reales", ya que han dañado a "cristales y placas de la fachada", pero no han afectado al funcionamiento de los sistemas técnicos de la entidad.

El inmueble del Guipuzcoano se encuentra vallado, por lo que desde el lugar donde estaba estacionado el coche bomba y la fachada del edifico "hay unos 20 metros", según el citado portavoz, para quien "la valla ha amortiguado la explosión de manera importante".

La evacuación del edificio

Fernando Lasa, un trabajador que se encontraba en la sede del banco minutos antes de la explosión del coche bomba, ha recordado "con inquietud" que al llegar hoy a sus puestos de trabajo todos los empleados han pasado "justo delante" del vehículo que contenía el explosivo.

Lasa ha relatado que en un primer momento los trabajadores salieron al exterior del inmueble y se quedaron en el aparcamiento, hasta que agentes de la Ertzaintza les alertaron del riesgo y les indicaron que abandonaran el lugar por la parte trasera del edificio.

"Cuando estábamos saltando la verja para ir hacia el aparcamiento trasero del banco ha ocurrido la explosión, que ha sido muy fuerte", ha afirmado.

Otro empleado de estas oficinas, en las que el banco tiene los sistemas operativos, llegaba en bicicleta a su puesto de trabajo cuando la explosión le sorprendió a la altura del diario Gara, muy próximo al lugar del atentado.

Este trabajador ha indicado que aunque la primera planta del banco "no ha resultado muy afectada porque el muro que ha amortiguado la onda expansiva", el resto de los pisos del inmueble han resultado con los cristales rotos, placas de las fachada caías y marcos de las ventanas desencajados.

AP

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