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Suprema Maryland

No es la prima americana del trío de Móstoles, sino un plato bien consistente de la Costa Este de Estados Unidos. Las pechugas de pollo se sirven con plátano empanado y frito, patatas paja y una bechamel con maíz.

Plato bien completo
Plato bien completoJULIA LAICH
Julia Laich

La suprema Maryland es un platazo en el sentido más literal de la palabra. Unas pechugas de pollo y unos plátanos empanados y fritos, papas paja y una bechamel con maíz son la base de este plato para comer en ocasiones especiales, por lo contundente y por lo laborioso. Si bien es frecuente encontrarlo en las cantinas de Buenos Aires y está arraigado a la gastronomía porteña, no es en absoluto una receta originaria de Argentina.

Su historia no está del todo clara, pero la teoría que resulta más lógica y confiable indica que viene del chicken Maryland, procedente del estado de los Estados Unidos con el mismo nombre, donde el pollo frito es sumamente popular y los plátanos (bananas) eran uno de los productos que más se importaban a la región. La manera de prepararlo difiere en algunos detalles como la cocción del pollo en su propia grasa, la elaboración de la bechamel –sin maíz– a partir del fondo de cocción de la carne o la fritura del plátano sin empanarlo previamente. August Escoffier, cocinero francés, también creó su versión de la receta y en ella sí se pueden ver algunos cambios adoptados por los argentinos: incorpora el maíz en una especie de tortitas y pasa el pollo por harina, huevo y pan.

En la suprema Maryland que podrías comer en Buenos Aires encontrarás el maíz incorporado a la bechamel, el pollo y los plátanos empanados, papas pay -patatas paja en España- y una serie de guarniciones que pueden variar de un lugar a otro: bacon, pimiento morrón rojo asado, espinacas rehogadas o guisantes.

Dificultad: No es difícil pero sí laborioso.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 2 pechugas de pollo sin piel
  • 3 huevos grandes
  • 100 g de harina de trigo
  • 250 g de pan rallado (aproximadamente)
  • Un puñado pequeño de perejil fresco (opcional)
  • ½ cucharadita de ajo en polvo (opcional)
  • 2 plátanos no muy maduros
  • 4 papas para freír
  • 15 g de mantequilla
  • 200 ml de leche entera
  • ½ cebolla
  • 150 g de maíz (fresco, de lata o congelado)
  • 200 g de espinacas frescas
  • Aceite de girasol para freír
  • Aceite de oliva suave
  • Sal fina
  • Pimienta negra recién molida

Instrucciones

1.
Calentar el horno a 100 ºC: lo utilizaremos para mantener las frituras calientes una vez listas.
2.
Comenzar preparando la bechamel. Fundir a fuego medio-bajo la mantequilla en un cazo y agregar 15 g de la harina. Cocinar hasta que huela ligeramente tostado sin dejar de remover. Añadir la leche y remover continuamente hasta que la salsa hierva y espese. Retirar del fuego, agregar sal y pimienta al gusto. Reservar tapada.
3.
Picar la cebolla en brunoise -daditos pequeños- y rehogarla en una sartén con dos o tres cucharadas de aceite de oliva suave o mantequilla. Mientras, triturar la mitad del maíz con una batidora o robot de cocina. Agregar el maíz triturado y el maíz entero a la cebolla, rehogar unos minutos y agregar a la bechamel. Mezclar todo y reservar (para que no se cree una capa seca por encima, tapar con un film en contacto con la salsa).
4.
Con un cuchillo afilado cortar las pechugas en filetes. De cada pechuga no deberían salir más de cuatro, conviene que no sean muy finos para evitar que queden secos una vez fritos. Salpimentar.
5.
En un plato batir dos huevos con el perejil fresco picado, el ajo en polvo y sal fina. En otro plato colocar el pan rallado y en otro la harina.
6.
Pasar los filetes por harina, huevo y pan rallado y colocarlos sobre una bandeja. Reservar.
7.
Pelar los plátanos y cortarlos longitudinalmente por la mitad. Batir el huevo restante en un plato y añadir una pizca de sal. Pasar los plátanos por huevo y pan rallado. Colocar en la bandeja y reservar.
8.
Limpiar y pelar las papas. Cortarlas por la mitad, luego en láminas finas de entre dos y cinco mm y luego en bastoncitos del mismo grosor. Colocar sobre un paño limpio y secar.
9.
Calentar abundante aceite de girasol en una freidora, sartén u olla grande. Cuando el aceite esté caliente, freír las supremas y los plátanos hasta que estén dorados. Es preferible hacerlo en tandas para que no se peguen. Colocarlos en una bandeja con papel absorbente e introducirlos en el horno para mantener todo caliente (en otra bandeja sin papel).
10.
Freír las papas en tandas moviéndolas de vez en cuando. Es fácil que estas papas se peguen entre sí, por lo que es importante moverlas y hacerlas en cantidades pequeñas. Retirar, colocar en un plato con papel absorbente y salar.
11.
Lavar y rehogar las espinacas en una sartén con un poco de aceite hasta que estén apenas tiernas. Salpimentar.
12.
Servir en una bandeja las pechugas, los plátanos, las papas, la crema de maíz -calentar si es necesario- y las espinacas.

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Sobre la firma

Julia Laich
Redactora y guionista, principalmente de gastronomía. Sus textos y recetas han aparecido en EL PAÍS, Bestial! (RTVE), Revista NT y Bon Viveur. Es cofundadora de Bizio, una pequeña productora de sidra vasca, y gestiona el área digital de la revista argentina Anchoa. Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Reportaje y Documental Transmedia.

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