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Ensalada de patata, endivia asada y salmón

Flipa con la endivia asada / EL COMIDISTA
Flipa con la endivia asada / EL COMIDISTA

No recuerdo la primera vez que me dio por pasar las endivias por el fuego ni de dónde vino la iluminación, pero hace tanto tiempo que las como así que posiblemente fuera idea de mi madre. Cuando yo era pequeña, su cena favorita –y sana, sanísima– de los sábados consistía en meter en el horno patatas acompañadas de tomates, cebollas, berenjenas, alcachofas, pimientos o lo que ofreciera la temporada, asarlos hasta que estaban en su punto y comerlos con un aliño sencillísimo a base de sal, pimienta, aceite de oliva, zumo de limón o vinagre y perejil picado. Aunque no sé si esa cena cuenta como receta, vista la poca sofisticación de la misma y que el plato se lo terminaba cada uno en la mesa sirviéndose lo que quería de cada una de las bandejas que se dejaban en el centro, lo recuerdo como algo glorioso. Incluso los dedos chorreantes de juguillo de alcachofa, y eso que siempre he sido un poco tocapelotas rarita para eso de enguarrarme las manos comiendo.

El caso es que la endivia es una hortaliza que acostumbramos a comer cruda, pero que asada está también riquísima, caliente o fría como la que lleva ésta ensalada, pensada para dar salida a los restos de uno de esos cenorrios familiares veganos. Fiel al espíritu del reciclaje gastronómico, también añadí unas tiras de pimiento rojo y verde que también habían sobrado: para asar el segundo lo mejor es untarlo en aceite y envolverlo en papel de plata. Cocinados durante unos 45 minutos a 180 grados –la endivia tarda más o menos lo mismo, el pimiento rojo unos 20 minutos más– quedan tan sabrosos como si se frieran, pero muchísimo menos pesados.

Para convertirlo en un plato único le añadí unas patatas pequeñas hervidas con piel y todo –si es fina, como la de la patata nueva o las de platillo, es incluso agradable morderla–, y para darle algo de enjundia, salmón ahumado. La cebolla marinada en vinagre, servida aparte porque suelo comer con gente de estómago sensible,le aporta un punto crujiente y de frescor, y las aceitunas negras untuosidad y una potencia que equilibra estupendamente el amargor de la endivia. El aliño es bastante parecido al de mi madre, solo le añadí un punto de mostaza y unos copos de chile en polvo que me obsesionan tanto últimamente que, según Mikel, un día me los acabaré poniendo en el té. Ambos son opcionales –igual que la envidia, que podría ser perfectamente sustituida por achicoria o hinojo–, lo que es obligatorio es recordar lo buenas que están y lo sanas que son las ensaladas de patata y ponerse manos a la obra.

PD: Escribiendo esto me ha entrado curiosidad por saber qué se cenaba ahora en casa de mi madre los sábados. Se lo he preguntado a mis hijos, que pasaron la noche allí, y su respuesta ha sido que "pidieron unas pizzas". Ya veis: para mandar el veganismo sabatino a la porra solo hace falta una nueva generación en la familia.

Dificultad:

Para Asteráceas Compuestas.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 600 g de patatas de platillo
  • Una taza de tiras de pimiento asado (rojo, verde o mezclado)
  • Una cebolla de Figueras o blanca (suave)
  • 60 g de aceitunas negras tipo Aragón (o Kalamata)
  • 4 endivias asadas
  • 150 g de salmón ahumado
  • 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas (más un extra para marinar la cebolla) de vinagre de manzana o zumo de limón
  • Una cucharadita de mostaza de Dijon (opcional)
  • Chile suave en polvo o pimentón (opcional)

Instrucciones

1.
Preparar una vinagreta con el aceite de oliva, sal, pimienta y vinagre o zumo de limón y, si se quiere, la mostaza.
2.
Hervir las patatas bien lavadas pero sin pelar, dejarlas enfriar y cortarlas. El tiempo varía según el tamaño de las mismas: si son muy pequeñas, como las que yo usé, estarán en diez minutos y solo necesitarán un corte a la mitad. Si son un poco más grandes, pueden tardar hasta 20 y necesitar un par de cortes más para llegar al tamaño de bocado. Mezclar con la mitad de la vinagreta aún calientes, para que cojan bien el sabor.
3.
Pelar la cebolla, cortarla a tiras finas y mojarla con zumo de limón o vinagre de manzana y un poco de sal. Dejar reposar para que pierda un poco de fuerza. Tiempo aproximado: 10 minutos.
4.
Montar la ensalada poniendo las patatas aliñadas en el fondo del plato, los pimientos y la endivia encima, el salmón y las aceitunas y terminar de aliñar con el resto de la vinagreta. Rematar con un poco de chile o pimentón (si se quiere) y servir a temperatura ambiente.

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