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Mercedes Siles, directora de la Aneca: “Combatir la endogamia no es la principal función de las acreditaciones”

La responsable de la agencia de calidad de las universidades asegura que se está revisando todo el trabajo del organismo, desde los criterios de evaluación a las comisiones examinadoras: "Estamos haciendo una especie de revolución a todos los niveles"

J. A. Aunión
Mercedes Siles, directora de Aneca, el viernes pasado en la sede de la agencia en Madrid.
Mercedes Siles, directora de Aneca, el viernes pasado en la sede de la agencia en Madrid.Jaime Villanueva

Una parte de la comunidad universitaria describe desde hace ya muchos años a la Agencia de Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) como una especie de bestia negra, de epítome de los males que afectan a la educación superior en España. Una imagen que no resulta nada fácil de casar con la que defiende la directora del organismo, la catedrática de Álgebra Mercedes Siles, que habla de algo así como un compañero que “colabora” y “ayuda” a las universidades a ser mejores. La polémica y las críticas descarnadas siempre han acompañado a este organismo eminentemente técnico (burocrático, prefieren sus detractores). Probablemente porque su trabajo y sus decisiones afectan a asuntos tan sensibles como la posibilidad de acceder a un trabajo estable en la Universidad pública (los aspirantes a esos puestos han de estar acreditados antes por la agencia) y, después, de mejorar su sueldo (también decide los llamados sexenios, escalones en la carrera que suponen mejoras salariales). Así, mientras unos rechazan lo que consideran desconfianza e intromisiones intolerables en la autonomía universitaria, otros ven un control externo necesario para evitar desmanes. Por ejemplo, los primeros piden el fin del sistema de acreditaciones para dar libertad a las instituciones, otros lo defienden como la gran barrera contra el extendido mal de la endogamia, consistente en contratar a las personas más cercanas en vez de a los mejores. Pero, para terminar de rizar el rizo, hay quien asegura que no solo no combate la endogamia, sino que este mal se ha adaptado y ha encontrado los huecos necesarios para convertir el sistema de la Aneca en su mejor aliado; la última gran polémica al respecto saltó cuando se supo que varios científicos destacados no habían conseguido el visto bueno de la agencia.

Mercedes Siles nació en Jaén en 1966, pero creció en Madrid. En su despacho de la sede de la Aneca en Madrid, explica que su objetivo es hacer frente a esa imagen negativa con una estrategia de comunicación que muestre con transparencia su trabajo, mientras impulsa “una especie de revolución en todos los niveles”. Esto es, una revisión que va desde los estatutos de la agencia a los criterios con se valora a los profesores para acreditarse y las comisiones que evalúan y aplican esos criterios (en su mayoría formadas por titulares y catedráticos de Universidad). Esta tarde comparecerá en el Congreso para explicar sus estrategias y sus objetivos.

Pregunta. ¿Para qué sirve una agencia de calidad?

Respuesta. Para ayudar a la calidad en la educación superior en nuestro país.

P. Pero ayudar no es lo mismo que evaluar, hacer rendir cuentas.

R. Pero esto ayuda, ayuda al sistema. Por ejemplo, el gran salto de la investigación en España se dio justo cuando entraron en juego los sexenios de investigación [evaluación del trabajo investigador docente que les reporta mejoras en el sueldo]. Naturalmente que tienes que evaluar, porque, si no, ¿cómo sabes si lo que se está haciendo está bien?

P. El problema es que una parte de la comunidad universitaria no se siente ayudada por la Aneca, sino fiscalizada, controlada de un modo que resta autonomía a los campus. Por ejemplo, hay una fuerte controversia acerca de si debería existir o no las acreditaciones de la Aneca a los profesores [un proceso por el cual comisiones formadas profesores universitarios valoran la documentación entregada por el aspirante para decidir si cumple los requisitos mínimos para ser profesor en la Universidad pública]. Hay quien defiende que las universidades deberían poder elegir docentes sin esa criba previa y luego, ser premiadas o castigadas en función del resultado de sus decisiones. ¿Tiene la Aneca alguna estrategia para convencerles de que son necesarias?

R. Desde el día 8 de abril hemos puesto en marcha el boletín informativo Aneca al día. Esta es parte de nuestra estrategia de comunicación para que vean lo que hacemos. Y estamos haciendo la revisión de todos los criterios de todos nuestros programas, una optimización de nuestros recursos para que todo funcione de manera mucho más suave.

P. Entonces, ¿la mejora en el programa de acreditación se centra básicamente en la revisión de los criterios de evaluación [se piden cosas que van desde las “contribuciones que considere más relevantes en su trayectoria científica” a la obtención de proyectos “de carácter competitivo”]? ¿Qué hay del sistema de elección de las comisiones, su forma de trabajo, etcétera?

R. Sí, sí, también. Estamos haciendo una especie de revolución a todos los niveles. Queremos hacer una revisión de los estatutos de Aneca, de las comisiones, homogeneizarlas para que todas se elijan de la misma manera, la duración sea la misma, o sea, todo lo que podamos estandarizar lo vamos a estandarizar. Queremos homogeneizar todo y optimizar, ese es nuestro objetivo.

P. Ha mencionado los sexenios y recientemente han lanzado un programa piloto para valorar, en lugar de la investigación, la transferencia de conocimiento de los profesores [en este caso, se premia la formación de otros investigadores, la colaboración con distintas instituciones y la generación de valor económico: contratos, royalties, etcétera]. Y se ha saldado también con polémica.

R. La propia comisión [que evaluó esos sexenios] ya hizo un informe. Luego pedimos un informe externo que también está listo y hoy [por el viernes pasado] hemos hablado del informe final que está haciendo Aneca. Vamos, que ya lo tenemos prácticamente. Esta ha sido la primera experiencia piloto que se ha puesto en marcha en nuestro país para medir la transferencia y la voluntad de la agencia y del Ministerio de Universidades es que antes de que termine el año salga otra. No se puede pretender que sea perfecta porque es eso, una experiencia piloto. Y luego la polémica…, pues cada uno polemiza por lo que le parece oportuno. Se ha dicho que la tasa de éxito ha sido baja, del 42%, pero si miramos la tasa de éxito que tuvieron los primeros sexenios de investigación, fue del 40%. Y hoy es del 90%. Vamos a analizar qué ha pasado y poner criterios para afinarlo y hacerlo mejor.

P. ¿La convocatoria de sexenios de transferencia seguirá siendo independiente de la de investigación?

R. Sí, sí, sí. La investigación, por un lado, transferencia por otro.

P. Volviendo al sistema de acreditaciones de profesores por parte de la Aneca, ¿cree que realmente son necesarias?

R. Es un sistema abierto y externo completamente a la propia universidad. Entonces, desde mi punto de vista, es positivo. Y luego las universidades tienen autonomía para contratar a quien les parezca oportuno. Yo no veo que merme sus competencias...

P. ¿Cuál es la función de este sistema?

R. Tener unos criterios homogéneos para evaluar al profesorado y para las figuras de titular y catedrático. Yo lo veo bien.

P. Pero en muchos casos se percibe como una falta de confianza en las universidades. Incluso, muchos de quienes lo defienden a capa y espada argumentan que sirve para evitar en cierta medida una endogamia que consideran rampante en la universidad española. ¿Sirven las acreditaciones para reducir la endogamia?

R. Sirven para homogenizar. Ahora, las universidades no pierden autonomía para nada y lo único que hace es ayudar. Entiendo que es un sistema ecuánime, igual para todo el sistema universitario español y, desde luego, no contribuye a la endogamia, pero yo no creo que evitarla sea su principal función.

P. Otra de los de las grandes críticas a la agencia es que tarda mucho en resolver las convocatorias. Y el hecho de que, en el programa para acreditar a profesores para ser funcionarios (Academia), el silencio administrativo significa negación, pero en el de los profesores contratados (PEP), significa el visto bueno.

R. Estamos revisando todo, absolutamente. Todos los programas, todas las comisiones. Estamos haciendo revisión interna también de nuestra manera de gestionar la propia agencia. Incluso en época de pandemia, hemos estado trabajando normalmente.

P. También con la convalidación de títulos extranjeros hay muchas quejas por los largos plazos de respuesta.

R. En este caso, creo que Aneca tiene fama inmerecida, porque los títulos dependen del Ministerio de Universidades. Llegan allí, este nos lo manda y nosotros hacemos la evaluación o la acreditación o la homologación correspondiente. Luego vuelven al ministerio. Si a la persona que lo ha presentado le falta documentación, hay que pedírsela... Pero vamos, nosotros estamos cumpliendo. Y en esta época de pandemia hemos resuelto 3.000 homologaciones, la mayoría de la rama de Medicina y Enfermería, que han sido fundamentales en esta época.

P. ¿Están trabajando de alguna manera en la adaptación de títulos a ese nuevo contexto creado por la pandemia?

R. Pues sí, bueno, hemos tenido un papel importante, creo. Pusimos en marcha una estrategia de acompañamiento en ese paso de la situación [de docencia] presencial a una completamente virtual. Como no queríamos darles trabajo, lo que dijimos es que no hacía falta que modificaran los títulos, sino que hicieran adendas [la Aneca también tiene que dar el visto bueno al diseño y contenido de las carreras]. Como tenían que explicarle al estudiantado cómo lo iba a evaluar y cómo iba a ser la docencia que van a recibir, esas fueron las adendas que debían mandarnos. Para el curso que viene, hemos planteado que la docencia sea, al menos, híbrida, porque la situación sanitaria no aconseja que sea presencial. Así que hemos puesto en marcha los sellos internacionales de calidad en la enseñanza no presencial y en enseñanza híbrida. También vamos a poner en marcha, junto con la ONCE, el sello internacional de calidad en inclusión social, y tenemos pensado también hacerlo en Medicina.

P. El Ministerio de Universidades está trabajando en borrador de en el nuevo estatuto del PDI, que propone entre otras cosas crear una carrera laboral de profesores paralela a la de los funcionarios. Esto afectará al trabajo de la Aneca, ¿están trabajando ya en ello?

R. Ahora mismo es un borrador a disposición de todo el mundo para que opine. Lo conocemos, naturalmente, y cuando esté definido nos pondremos a trabajar en ello.

P. Pero, de momento, ¿no saben en qué dirección?

R. Bueno, sabemos que va a haber cinco figuras que se contemplan… Tenemos una idea, o sea, que hablar sí que estamos hablando, pero no podemos decir nada concreto. Vamos a esperar a ver cómo queda.

P. Ha dicho que están en plena revolución. ¿Puede adelantar ya algún cambio tras esa revisión total?

R. Vamos a unificar las comisiones, el funcionamiento, absolutamente todo. Estamos analizando los sexenios de transferencia. Ese va a ser un cambio importante. Estamos revisando todos los criterios de PEP y Academia…. Van a ser cambios muy importantes. Claro, una revisión de criterios siempre conlleva cambios importantes

P. ¿Y se han puesto plazos para estas revisiones, para terminarlas, para presentarlas, para aplicarlas?

R. Sí, las tendremos para el año que viene.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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