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El nombramiento del socialista Antonio Miguel Carmona como vicepresidente de Iberdrola solivianta a Unidas Podemos y decepciona a la cúpula del PSOE

Los socios de gobierno de Sánchez cargan contra la designación del excandidato a la alcaldía de Madrid

Antonio Miguel Carmona, durante una rueda de prensa en Madrid en 2015.
Antonio Miguel Carmona, durante una rueda de prensa en Madrid en 2015.Samuel Sanchez
Lluís Pellicer

El próximo nombramiento del socialista Antonio Miguel Carmona como vicepresidente de Iberdrola España irritó este domingo a los socios de gobierno de Pedro Sánchez. Unidas Podemos cargó contra el salto del excandidato a la alcaldía de Madrid a la empresa privada, que tildaron de “puertas giratorias” y de “puñalada” contra sus compañeros de partido, desde donde también recibió críticas. Carmona, que tiene una amplia trayectoria política tanto en la Asamblea de Madrid como en el Ayuntamiento de la capital, asumirá ese puesto ejecutivo de la filial española de la compañía en plena batalla de las eléctricas contra el Ejecutivo por las medidas adoptadas en las últimas semanas para abaratar el recibo de la luz ante los desorbitados precios del mercado mayorista.

Tras el parón del fin de semana, el precio mayorista de la luz volvió a escalar hasta los 186,4 euros el megavatio hora, con un máximo nocturno que este lunes alcanzará los 249 euros. Todo apunta, pues, a que las tarifas aún no han tocado techo ante un invierno que Europa afronta con pocas reservas de gas natural. El Ejecutivo de Sánchez busca rearmarse en todos los frentes para que esa subida desbocada no se traslade a la factura del consumidor, máxime si llega otro invierno gélido. En el exterior, sigue presionando a Bruselas para desplegar un sistema de compras comunitario, y dentro, con un paquete de medidas que contempla bajadas de impuestos y también el recorte de los beneficios extraordinarios de las eléctricas. Las medidas de urgencia han puesto en pie de guerra a las grandes corporaciones, que preparan una batalla judicial contra el Ejecutivo.

En medio de esa crisis, el nombramiento de Carmona, difundido por OK Diario, ha encendido los ánimos en el seno de la coalición de gobierno. Carmona ahora no ostenta ningún cargo dentro de la formación, pero ha sido una cara visible del Partido Socialista desde 1999, cuando fue elegido diputado para la Asamblea de Madrid. Ocupó el escaño hasta diciembre de 2002 y, posteriormente, entre junio de 2011 y 2015. Más tarde, se enfrentó a Manuela Carmena y Esperanza Aguirre por la alcaldía de Madrid. No logró su objetivo, pero comenzó la legislatura como portavoz socialista en el Consistorio, hasta que fue sustituido por Purificación Causapié. Además, fue la cara del PSOE en muchos medios de comunicación, donde solía prodigarse habitualmente. También desde su partido, el secretario de Organización Santos Cerdán afirmó: “No tengo nada contra Iberdrola ni contra Carmona. Pero si se confirma la noticia de su fichaje, me parece un mal mensaje el que emiten ambos”.

Carmona dejó la política hace dos años y ahora impartía clases en la Universidad CEU San Pablo. Sin embargo, la fuerte vinculación del economista con el PSOE ha soliviantado a los miembros de Unidas Podemos, cuya posición respecto a los precios de la energía había criticado en varias ocasiones. “Las puertas, en el PSOE, siguen girando. Vergüenza”, ha lanzado en Twitter el coportavoz estatal de Podemos, Pablo Fernández. “Carmona ganó espacio en las tertulias por atacar a Podemos. Hoy coge una puerta giratoria para forrarse en Iberdrola, imputada por contratar a Villarejo y responsable de sangrar a la gente con la luz”, ha denunciado el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique. El eurodiputado de Los Verdes Ernest Urtasun (En Comú Podem) ha considerado que el nombramiento solo entorpece el trabajo de su partido. “Aceptar un cargo en una gran empresa energética en plena guerra por el precio de la luz, apuñalando así a tus propios compañeros en el Gobierno, solo significa una cosa: no tienes valores ni principios más allá de tu bolsillo”, ha afirmado.

Los dirigentes de Podemos no han tenido que rebuscar mucho en su cuenta de Twitter para hallar argumentos con los que atacar a Carmona. Les ha bastado remontarse al 13 de agosto, cuando el político publicó un hilo para desmentir que Iberdrola estuviera vaciando los pantanos para maximizar sus beneficios. “No tengo ninguna simpatía ni por Iberdrola ni por ninguna multinacional eléctrica. Al contrario, he denunciado que el sistema marginalista genera grandes beneficios extraordinarios y que el gobierno debe actuar cuanto antes”, sostuvo entonces.

Iberdrola forma parte de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) y del Foro Nuclear, que criticaron enérgicamente el plan de Sánchez después de conocer las medidas del Gobierno. La patronal de las nucleares llegó a amagar incluso con el cierre de las centrales al considerar que el plan, “unido a la excesiva presión fiscal actual”, abocaría “al cese de la actividad de todo el parque nuclear”. Las centrales, sin embargo, no pueden decidir el cierre unilateralmente. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, pidió al Gobierno el pasado viernes que actúe “con rigor” y no según lo que tildó de “calentamientos puntuales” ante la crisis provocada por la subida del precio de la luz.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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