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Desigual plantea a sus empleados de oficinas la jornada laboral de cuatro días, pero con reducción de sueldo

La medida, que tiene que ser aprobada por dos tercios de la plantilla, implica recortar el salario un 6,5%

Josep Catà Figuls
Las oficinas centrales de Desigual, en Barcelona.
Las oficinas centrales de Desigual, en Barcelona.Desigual

La dirección de la compañía de moda Desigual ha propuesto a sus empleados de oficina pasar de la clásica jornada laboral de cinco días a la semana presenciales a una de cuatro días, uno de ellos con opción de teletrabajo. La medida incide en el debate sobre la conveniencia de reducir la jornada semanal a 34 horas, que ya tuvo discusiones en el seno del Gobierno. El plan de Desigual, como el proyecto piloto que iniciará en octubre Telefónica, implica que la reducción de horas conlleve también una reducción de sueldo. Así, los trabajadores, que conocieron este miércoles la propuesta y tienen hasta el 7 de octubre para votarla (se aprobará con un mínimo de dos tercios de la plantilla a favor), perderían un 6,5% de su retribución pero ganarían un día de fin de semana. El director general de Desigual, Alberto Ojinaga, asegura que la medida no busca un ahorro, sino mejorar el entorno laboral de los empleados para retener y atraer talento.

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La propuesta de Desigual llega tras un año y medio de pandemia que ha sacudido las ventas de una marca que ya arrastraba una importante crisis. En 2020, la facturación cayó un 39% hasta los 360 millones de euros, y la compañía cerró el ejercicio con unas pérdidas de 83 millones de euros. Antes de la covid-19, la empresa ya arrastraba cinco años de una caída de ventas acumulada del 37%. De rozar en 2014 casi los 1.000 millones de euros en facturación después de tres décadas de crecimiento, la marca pasó a perder clientes cada año. Su fundador, Thomas Meyer, decidió en 2018 retomar las riendas y ser de nuevo el único accionista para liderar la transformación de la marca, un proceso con una amplia inversión que pretendía recuperar las ventas y que ha coincidido con la pandemia.

Ante esta perspectiva, surge la sospecha de si el plan de reducción de jornada y sueldo es menos una formula de conciliación que una estrategia de ahorro de costes. Ojinaga lo niega en una entrevista con EL PAÍS: “El objetivo no es el ahorro, sino invertir en talento a través del bienestar. Y no puede haber sombra de sospecha porque, primero, no lo decidimos nosotros, sino la plantilla; segundo, lo anunciamos justo en el momento en el que podemos asegurar que cerraremos 2021 con beneficios y que estamos en una senda de crecimiento. Por lo tanto, tendremos que trabajar más, reforzar algunas áreas, aumentando los costes; y por último, bonificaremos una parte de la reducción salarial”, detalla.

La propuesta de Desigual es pasar de 39,5 horas semanales a 34,5 horas, un 13% menos. Pero la rebaja del salario será del 6,5%. “El otro 6,5% lo asumirá la empresa, por lo que a la práctica, la hora del trabajador será más cara”, destaca el director general. La medida no se ha negociado con los sindicatos, que no tienen conformado un comité de empresa en las oficinas (sí en las tiendas) y se presenta tras desarrollarlo en confidencialidad. “Primero, el comité ejecutivo lo recibió con frialdad, luego han sido los más entusiastas. Esperamos que los trabajadores también lo sean y lo apoyen”, explica el director.

Ojinaga se muestra “muy orgulloso” de la propuesta. “Creo que es muy valiente y disruptiva y creemos que puede mostrar el camino a muchas otras empresas”, destaca el director, que considera que la medida de trabajar solo de lunes a jueves con un día de teletrabajo encaja en el lema de la marca, La vida es chula. “Desigual siempre ha sido un sitio en el que te lo pasas bien trabajando, en el que se evalúa constantemente el nivel de felicidad de los trabajadores. Por eso llevamos algo más de un año pensando y elaborando esta propuesta para profundizar en este espíritu. La propuesta nos permitirá ser más competitivos, atraer y retener talento”, explica.

Desigual tiene 2.700 empleados, pero la medida afectaría solo a los trabajadores de oficinas (502 en total), mientras que para los de las tiendas y centros de distribución se llevará a cabo una optimización de los horarios y turnos de trabajo para fomentar la conciliación. El fundador de la compañía presentó este miércoles la propuesta en un acto en la sede de Desigual, y los trabajadores tendrán que votarlo el 7 de octubre. Hasta entonces, se llevará a cabo una prueba piloto con la jornada de lunes a jueves pero sin el recorte en el salario.

2021, un año “peor de lo esperado”

El director general de Desigual cree que 2021 se cerrará con una vuelta a los beneficios, aunque admite que el año ha sido “peor de lo esperado”. “España es nuestro primer mercado, pero tienen también mucho peso Alemania, Francia e Italia, donde también ha habido muchas restricciones. De media en todos los países, tuvimos la mitad de las tiendas cerradas de enero a abril. En mayo y junio tuvimos un repunte del consumo, y luego con la quinta ola se desinfló. La recuperación es difícil, porque dependemos mucho del turismo”, explica. La compañía espera volver a beneficios, y no teme ningún problema de deuda: “Tenemos más de 100 millones en la caja de posición financiera neta”. Pese a la pandemia, la empresa invertirá este año 30 millones de euros en reforma de tiendas, y otros tantos el año que viene, y la estrategia internacional pasa por crecer en Japón, el quinto mercado de Desigual, y crecer en otros países de Asia. “La transformación de la marca y la innovación en producto continúan, y ya tenemos algunas consecuencias, como que hemos pasado de una edad media del consumidor de 46,7 años a 44 años”, explica Ojinaga.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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