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Elon Musk quiere conectar la España vaciada con internet vía satélite

La empresa del fundador de Tesla, Starlink, ha registrado ante la CNMC dos filiales para ofrecer conexión en las zonas rurales

Imagen de rastreador de satélite en un teléfono inteligente.
Imagen de un rastreador de un satélite de Starlink en un teléfono inteligente.Pavlo Gonchar (SOPA Images/LightRocket via Gett)

Elon Musk (Sudáfrica, de 49 años), fundador de Tesla, llevará internet a través de satélites a la España vaciada. No es ninguna broma. Su empresa, Starlink, filial de SpaceX (su división espacial), ha puesto en órbita un ejército de satélites que suministrará conexión de alta velocidad por todo el mundo, pero sobre todo enfocado hacia aquellos sitios alejados de las grandes urbes donde la banda ancha no tiene alcance o el servicio es deficiente. El servicio —que por ahora es una versión beta— ya está operativo en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, donde lo utilizan más de 10.000 usuarios. La compañía ha empezado a expandirse por otros países de la Unión Europea, entre ellos España.

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La empresa ha registrado dos compañías ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Una de ellas, con sede en Irlanda, es el proveedor de acceso a internet. La segunda, con sede en Madrid, está centrada en la operación (tendrá las frecuencias y dará suministro de conmutación de datos), según la información del regulador. De hecho, ya se puede reservar el servicio en España. Solo hay que desembolsar 499 euros por el equipo de prueba (una antena parabólica de 50 centímetros de diámetro, un rúter wifi y los cables) más 60 euros por el envío. La conexión mensual costará 99 euros. “Tenemos alcance global, pero todavía no tenemos conectividad en todo el mundo”, dijo Gwynne Shotwell, presidenta y directora de operaciones de SpaceX, durante un foro digital celebrado este mes. “Esperamos que después de unos 28 lanzamientos de satélites tengamos una cobertura continua en todo el planeta”, agregó. Esto será al final del año.

Starlink ha hecho 25 lanzamientos. El primero de ellos lo realizó en 2018, y el último, hace un par de semanas. Y en cada uno de ellos ha puesto, en promedio, 60 satélites en órbita. La empresa ya tiene una constelación de 1.400 (un tercio de todos los que hay alrededor de la Tierra). A mediados de esta década prevé tener unos 12.000 y en 2027 estima contar con un total de 42.000. Cada uno de estos aparatos se desliza a unos 550 kilómetros por encima de la superficie terrestre, unas 60 veces más cerca que los satélites tradicionales. Y algunos de ellos estarán aún más cerca, a unos 320 kilómetros de altura. “Esa distancia le permite tener una mejor cobertura, velocidad y latencia”, afirma Carlos Miguel Nieto, profesor del departamento de Ingeniería de Sistemas Telemáticos de la Universidad Politécnica de Madrid.

Better than Nothing (mejor que nada, en inglés) es el nombre que se le ha dado a la versión de prueba que también busca clientes en América Latina, Nueva Zelanda, Filipinas, Alemania, Italia, Grecia, Holanda y Sudáfrica. La empresa filial de SpaceX —que acaba de adjudicarse un millonario contrato con la NASA para construir una nave espacial que lleve astronautas a la Luna— también ha solicitado permiso para operar en India y Japón. “Estamos enfocados hacia áreas rurales y remotas donde no hay fácil acceso a fibra o cable”, afirmó recientemente Jessie Anderson, una ingeniera de SpaceX, durante uno de los últimos lanzamientos de satélites.

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Competencia

Starlink no es la única empresa que ha puesto los ojos en este mercado. OneWeb, una firma del Reino Unido, sigue los pasos de la de Musk. La compañía británica, recientemente rescatada de la bancarrota por el Gobierno inglés, ha lanzado 146 satélites en órbita baja y pretende crear una red de 650 aparatos alrededor de la Tierra. “[Queremos] proporcionar un servicio de comunicaciones asequible, rápido, de gran ancho de banda y baja latencia”, destaca un portavoz de la empresa.

OneWeb empezará a dar servicio en el invierno de 2021. Las primeras regiones a cubrir serán Reino Unido, Alaska, norte de Europa, Groenlandia, Islandia y Canadá. El despliegue de su constelación global estará completa para fines de 2022. “La red tendrá una capacidad única para llegar a regiones que antes no estaban conectadas: comunidades rurales y remotas, en el aire y en el mar”, explica el portavoz. “En áreas donde el terreno es desafiante y la fibra no puede llegar o donde hay poblaciones dispersas, el satélite es un excelente complemento”, advierte el representante de la firma que hasta ahora ha invertido más de 1.000 millones de dólares (unos 835 millones de euros, al tipo de cambio actual) de los 2.200 millones de dólares proyectados para completar la constelación.

La gran diferencia con Starlink radica en que OneWeb buscará una alianza con las grandes compañías, mientras que la firma de Musk va directamente al usuario. “Estamos en conversaciones activas con empresas de telecomunicaciones en la UE y en el Reino Unido, y anunciaremos más detalles de las colaboraciones a su debido tiempo”, dice la firma británica.

En esta nueva lucha por dominar el espacio nadie quiere quedarse atrás. Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, tiene planes en este mercado. El Proyecto Kuiper, de Amazon, pretende poner en órbita 3.236 satélites en los próximos años; la mitad de ellos serán lanzados antes de 2026. Para ello invertirá unos 10.000 millones de dólares. “El Proyecto Kuiper proporcionará banda ancha rápida y asequible tanto a aquellas comunidades que tengan un servicio precario como aquellas que estén desatendidas en todo el mundo”, dice una fuente de la empresa. También China pretende poner unos 10.000 satélites en órbita baja, según recoge The Wall Street Journal. Y la Unión Europea ha anunciado en febrero su intención de subirse al tren, pero aún no tiene una hoja de ruta marcada. La delantera, sin ninguna duda, la lleva Starlink, comenta Enrique Dans, profesor de Innovación y Tecnología en el IE Business School. “El proyecto es ambicioso como lo es el mismo Musk”.

Velocidad y latencia

Starlink promete velocidades entre 50 y 150 megabits por segundo (Mbps) y una latencia (el tiempo que tarda una señal en hacer un viaje de ida y vuelta) de entre 20 y 40 milisegundos (ms) para la versión beta. El objetivo de la empresa es llegar a 300 Mbps y una latencia menor a 20 ms, según dijo Elon Musk a través de un mensaje en Twitter publicado en febrero pasado. Por su parte, el Proyecto Kuiper, según sus primeras pruebas, ha alcanzado velocidades de hasta 400 Mbps. ¿Qué significa? “300 Mbps es una velocidad que ofrece actualmente un servicio de acceso por fibra óptica en una ciudad”, indica Carlos Miguel Nieto, profesor del área de Ingeniería de Sistemas Telemáticos de la Universidad Politécnica de Madrid.



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