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Oliu dejará la presidencia ejecutiva del Sabadell con el nuevo consejero delegado

Jaime Guardiola se jubilará y será relevado por César González-Bueno, exresponsable de ING en España y Portugal

El presidente del banco Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado, Jaime Guardiola, durante la presentación de resultados en Madrid en enero.
El presidente del banco Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado, Jaime Guardiola, durante la presentación de resultados en Madrid en enero.Pablo Monge

Josep Oliu, presidente del Sabadell desde hace 21 años, dejará sus funciones ejecutivas en paralelo a la incorporación oficial del nuevo consejero delegado, César González-Bueno, que sustituirá a Jaime Guardiola. Estos cambios en el puente de mando del banco se producen tras el fracaso en la fusión con el BBVA, lo que ha provocado que la entidad presente nuevos ejecutivos y planes ante el mercado para convencer de su viabilidad en solitario. Guardiola, de 63 años, se jubilará, y su sustituto, elegido este jueves en el consejo, podría tener la autorización del BCE en marzo. Entonces Oliu pasará a ser presidente no ejecutivo.

Las fusiones bancarias siempre exigen cambios estructurales, a veces traumáticos, pero cuando fracasa un proyecto de este tipo también se pueden originar movimientos de calado. Algo así es lo que ha ocurrido en el Sabadell, que solo 20 días después de anunciar que se rompían las negociaciones para su absorción por parte del BBVA acomete la remodelación de su cúpula directiva.

Josep Oliu (Sabadell, 71 años) llevaba algunos meses con la idea de que debía dejar la presidencia ejecutiva que ahora ejerce. El próximo miércoles, 23 de diciembre, cumplirá 21 años al frente de la entidad, periodo en el que ha vivido su salida al parqué, con una evolución muy negativa sobre todo tras la crisis de 2008.

Consciente de que la presidencia ejecutiva no es un modelo que gusta al Banco Central Europeo (BCE), comentó recientemente ante algunos directivos que debía dejar sus funciones. Su idea es dar un paso atrás y convertirse en lo que en el mundo anglosajón se denomina chairman, cuyas funciones son representativas pero sin mando en las decisiones clave. Por tanto, también saldría de parte de los comités del banco donde se toman las decisiones de gestión diaria.

Hace dos años ya traspasó la dirección financiera al consejero delegado y se quedó con tareas más estratégicas: la secretaría general, de la que dependen la asesoría jurídica, comunicación y gobierno corporativo, así como el gabinete de presidencia y las operaciones corporativas, entre otras.

Se separó así más el día a día de la gestión a medio plazo. Ahora con la llegada de César González-Bueno, exresponsable de ING en España y Portugal, y el paso a un lado de Oliu, se volverá a reestructurar el poder. Guardiola, que se llevará 24 millones del fondo de pensión, seguirá como consejero delegado hasta que el BCE dé el plácet a González-Bueno, algo que puede suceder en febrero o marzo.

Posteriormente, en junta de accionistas, se aprobarán los cambios. Desde el Sabadell han declinado hacer comentarios, aunque fuentes del mercado apuntan que todo el negocio quedará en manos de González-Bueno, pero que David Vegara, consejero ejecutivo y responsable de Riesgos, podría asumir más funciones. No es un asunto cerrado, pero las fuentes citadas consideran que Vegara, que está en el Sabadell desde 2015, estaría bien visto por el BCE para contar con algunas funciones.

El cambio de ejecutivo, conocido este miércoles por una publicación de la agencia Bloomberg, puede originar más cambios en los segundos niveles cuando el exdirectivo de ING tome el control. En el mercado se considera que González-Bueno hará modificaciones en el organigrama para presentar nuevas caras al mercado. Podría haber movimientos en departamentos horizontales como la secretaría general, de la que depende la asesoría jurídica, entre otros.

La tarea del nuevo ejecutivo será preparar un plan estratégico que haga creer a los inversores en el futuro de la entidad catalana. Los expertos consultados apuntan que resaltará el valor de la marca Sabadell, así como su gran cuota de mercado en pymes.

Cliente minorista

No obstante, con la crisis del coronavirus, muchas de ellas tendrán problemas, aunque con el conocimiento que el Sabadell tiene de este sector —con el que trabaja desde hace muchos años—, puede hacerlo rentable cuando llegue la recuperación económica. Algunos expertos recuerdan que este directivo no ha trabajado nunca con este segmento y que está más especializado en el cliente minorista, donde el Sabadell no ha logrado hacerse con una gran base de clientes.

También se espera que potencie la digitalización del banco, una de sus especialidades, ya que logró que ING partiera desde cero en 1999 y lograra 3,8 millones de clientes digitales. Además creó Evo Banco cuando era consejero delegado de Novagalicia. Este directivo considera que la banca está en fuerte transformación y dijo en una entrevista con EL PAÍS hace un año que “la banca es una industria en declive que reducirá su tamaño a la mitad” y que se deberán cobrar comisiones por servicios que ahora son gratuitos para compensar los tipos negativos.

Pese a ello, González-Bueno rompió con ING el statu quo al lanzar un banco sin comisiones, lo que le granjeó enfrentamientos con las entidades tradicionales. A algunas de ellas las denunció incluso ante el Banco de España y la Dirección de la Competencia. Ahora ha fichado por uno de los bancos clásicos, pero con un futuro incierto.

Caída en Bolsa

El Banco Sabadell bajó este miércoles un 1,96% en Bolsa tras publicarse que la entidad prepara el relevo de su consejero delegado, Jaume Guardiola, por César González-Bueno, actual consejero de la filial británica del Sabadell, TSB, y ex primer ejecutivo de ING España y de Novagalicia. La trayectoria del Sabadell en el parqué no es positiva: desde la crisis de 2007 acumula una caída del 95% de su valor bursátil.

Este desplome desde la Gran Recesión provocó la salida de un grupo de empresarios accionistas que formaron el núcleo duro de la entidad en el consejo. Con el anuncio de la negociación de fusión con el BBVA se recuperó la cotización, pero volvió a bajar tras la ruptura. El Sabadell dijo al mercado que vendería la filial TSB y se concentraría en el negocio en España, que es la misión del nuevo ejecutivo.

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