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El Ejecutivo fía los ingresos a los frutos de una vigorosa recuperación

La subida de impuestos a los más ricos tendrá un escaso margen recaudatorio

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este miércoles en el Congreso.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este miércoles en el Congreso.Emilio Naranjo (EFE)
Jesús Sérvulo González

El Gobierno ha dibujado unos ingresos récord para cuadrar unas cuentas históricas. El proyecto de Presupuestos señala: “El ciclo económico permite también que los ingresos tributarios aumenten un 13% y alcancen los 222.107 millones”. Ni tras cinco años de fuerte recuperación y crecimiento sostenido España logró exprimir tanto los impuestos en 2019. En la fórmula que explica la abundante cosecha que espera Hacienda el próximo año sobresale la recuperación económica. El Ejecutivo espera que el ciclo recesivo cambie en unos meses y el viento favorable de 2021 sirva de sustrato para que los impuestos produzcan más. Pero las previsiones oficiales parecen excesivamente optimistas sobre todo porque durante buena parte del próximo año seguirá vigente el estado de alarma y muchas de las actividades seguirán restringidas. El turismo y la hostelería se mantendrán al ralentí hasta que no haya una vacuna o se controle la pandemia, por lo que su aportación a la recaudación será mucho menor de lo habitual.

Además, esas previsiones de crecimiento fueron diseñadas antes de conocer que se iban a endurecer las medidas de limitación de la actividad por lo que hay serias dudas sobre ellas.

A pesar de ello, el Ejecutivo confía en lograr su objetivo al tiempo que repite como un mantra que España recauda menos que los países de nuestro entorno. “Lejos de ser un infierno fiscal como señalan algunos sectores, se encuentra más de siete puntos por debajo de la media comunitaria en ingresos públicos respecto al PIB”, dijo ayer la ministra durante la rueda de prensa para presentar los Presupuestos Generales del Estado. “No se puede aspirar a un Estado de Bienestar de primera con recursos de tercera”, insistió María Jesús Montero.

Es cierto que España recauda menos, pero no porque tenga impuestos más bajos. Los tipos marginales de casi todas las figuras están en línea con el resto de países desarrollados, según la OCDE. Si se analizan cada una de las figuras impositivas se observa que las mayores diferencias se encuentran en IRPF y cotizaciones sociales. La gran brecha se debe sobre todo a que España tiene menos porcentaje de su población trabajando y que las cotizaciones a la Seguridad son inferiores a las del resto de países. En el impuesto de sociedades apenas hay diferencias y las pocas que hay se explican por dos motivos: las pérdidas acumuladas en la anterior crisis, más aguda en España, y la demografía empresarial, con empresas más pequeñas que aportan menos.

Subidas de impuestos

Para intentar recaudar más el Gobierno recoge varias subidas de impuestos en los Presupuestos de 2021. Hay incrementos en el IRPF, sociedades, IVA, y una miríada de nuevos impuestos para ingresar unos 6.000 millones más. “Son medidas que buscan una mayor contribución de las rentas altas y las multinacionales en línea con las recomendaciones de organismos como la OCDE o el FMI”, sostiene Montero. Entre las subidas de impuestos figuran un alza del IRPF para las rentas más altas que provocará, junto al efecto inducido de la recuperación del empleo en 2021, un incremento de la recaudación de este impuesto del 7,8%.

El próximo año el impuesto sobre sociedades aportará un 20,7% más por la mejora empresarial y la subida que afecta a las empresas más internacionalizadas. El IVA aumentará sus ingresos un 13,9% como resultado de un incremento del consumo, señala Hacienda, que también espera un incremento de los impuestos especiales del 12,4%

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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