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A la montaña rusa, con mascarilla

Los parques de atracciones españoles auguran pérdidas del 50% mientras preparan estos días su apertura con limitaciones de aforo y medidas de seguridad

Acondicionamiento del Parque de atracciones de Madrid, para su apertura con las medidas de seguridad de la covid-19.
Acondicionamiento del Parque de atracciones de Madrid, para su apertura con las medidas de seguridad de la covid-19.Julian Rojas

Los habituales gritos que se escuchan en las montañas rusas y otras atracciones de riesgo se van a oír este año amortiguados por las mascarillas. Los vagones de los tranquilos trenes de paseo o los caballitos del tiovivo irán a mitad de carga y es probable que haya mucho menos tráfico en los coches de choque. Los parques de atracciones españoles se han preparado para abrir sus puertas en la nueva normalidad de la pandemia de coronavirus, en la que rige la distancia social, la higiene y las mascarillas. Será una temporada atípica, de momento con la mitad del aforo, y que no servirá más que para soportar las cuentas de un año que, con suerte, se quedará en la mitad de lo que fueron los años anteriores.

Este jueves a mediodía, unas decenas de operarios se afanaban en el Parque de Atracciones de Madrid para terminar de señalizar en el suelo, con pintura o vinilo, la distancia de seguridad en los laberintos de espera de las atracciones. Por todas partes, carteles azules recuerdan la obligatoriedad de mantener la distancia social y de uso de mascarilla (sí, también en las atracciones acuáticas; se recomienda llevar repuestos y se venderán en el parque) para mayores de seis años. Otras señales recomiendan caminar por el lado derecho de las calles según el sentido de la marcha. Hay dispensadores de gel desinfectante en la entrada de cada atracción para que el visitante acceda a ella con las manos limpias. No obstante, los operarios, que han recibido formación para adaptarse a todas esta normas nuevas, tienen que extremar las medidas de higiene, aparte de las dos limpiezas a fondo que una empresa de desinfección realizará dos veces al día. En los vagones grandes, se procurará que viajen personas de un mismo grupo o con filas vacías si no es posible. No habrá pasacalles, sino que los espectáculos serán en el auditorio, a un tercio del aforo. Las fotos con los personajes de dibujos o cómic tendrán que ser a distancia. Se acabaron los abrazos a Bob Esponja y por el momento, el pasaje del terror permanecerá cerrado.

Todas las medidas de seguridad que emanan del protocolo redactado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), no serán bastante para levantar un año que el sector prevé nefasto. “Creo que empezaremos despacio, no creemos que haya una afluencia importante en la primera semana”, afirma Ricardo Esteban, director del Parque de Atracciones de Madrid, pero se muestra optimista de cara al verano. “No salvaremos el año, pero si llegamos al final a un 50% respecto al año pasado, sería un éxito”, espera, cruzando los dedos para que no haya rebrotes de la enfermedad y la temporada pueda alargarse hasta Halloween. El año pasado, el parque recibió a 1,08 millones de visitantes.

“Esto nos ha dado en la línea de flotación”, lamenta, por su parte, Guillermo Cruz, director general de Isla Mágica (Sevilla) y presidente de la Asociación de Parques de Atracciones y Temáticos (AEPA), que agrupa a una decena de complejos con 17 millones de visitas en 2019. “Nos cogió en los momentos de apertura, no hemos facturado en tres meses, pero es que, además, el resto de la temporada tampoco va a ser normal, por la limitación del aforo, por la movilidad de la gente…”, explica, “y a eso se añade las medidas para controlar, limpiar, etc, que suponen un gasto importante”. “Hemos hecho números y vamos a abrir de la mejor manera, espacios más seguros que la calle, pero tendremos un 40% ó 50% de pérdidas seguro”, admite.

Ante la complicada situación, el sector reclama diversas medidas. La Asociación de Parques de Atracciones y Temáticos (Aepa), junto con la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (Aiza), que dieron empleo el año pasado a 85.000 personas y recibieron a 26 millones de visitantes, piden que se prolonguen los ERTE por fuerza mayor hasta final de año. “Lo más seguro es que, con las limitaciones de aforo y con menos visitantes, no necesitemos a las plantillas al completo”, señala Guillermo Cruz.

Cierres y aforo del 30%

La pandemia es demasiado para el parque valenciano Terra Mítica, que ha tirado la toalla y cancela esta temporada para volver el año que viene “convertido en un macro resort destinado al ocio de lujo y la diversión de excelencia”, afirma la compañía.

El parque madrileño, por su parte, abrirá hoy con más de tres meses de retraso respecto a lo previsto y con un aforo limitado a 7.000 personas, por debajo del 50% permitido. Port Aventura esperará un poco más, hasta el 8 de julio, para abrir sus puertas y su protocolo incluye el control de temperatura en las puertas de acceso. El parque de Salou cumple esta temporada su 25º aniversario, una campaña que estaba llamada a ser especial para hacer una celebración a bombo y platillo pero que, al final, ha visto cómo la excepcionalidad la imponía la covid-19.

”Hemos puesto en marcha toda una serie de medidas extraordinarias para ofrecer en nuestros parques y hoteles una experiencia completa en un entorno seguro”, destaca Fernando Aldecoa, director general de operaciones de Port Aventura. Se ha tratado de evitar “grandes aglomeraciones”, por lo que el aforo se limitará al 30%, unas 10.000 personas, y se fija una distancia de 1,5 metros. Igualmente, no habrá espectáculos y la mascarilla será obligatoria en todo momento, también en las vertiginosas Dragon Khan o Red Force, de la zona Ferrari Land, que abrirá solo de 11 de la mañana a cuatro de la tarde. El parque acuático Caribe Aquatic Park permanecerá cerrado.

La pandemia también frustró los planes de Puy du Fou, el parque de espectáculos históricos que atrajo a 72.000 visitantes el año pasado con la función El sueño de Toledo. La apertura, prevista para el 8 de abril, tendrá lugar el 18 de julio. “Se ha perdido más de un 70% de la temporada”, admite la compañía, aunque esperan remontar algo, pues afirman tener llena al 70% lo que resta de temporada. Además del espectáculo, han reforzado las medidas de seguridad, lo que incluye el suministro de mascarillas al público o la desinfección antes y después de cada representación. “No transigimos en la seguridad de nuestros visitantes y equipos”, afirma la empresa.

Menos impuestos para salir del bache

El bache económico ha renovado viejas demandas en el sector. Las patronales reivindican desde hace años el recorte del IVA, del 21% al 10%. Fue en 2012, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, cuando se impuso un IVA del 21% al sector de la cultura. La decisión adoptada en 2017 para volver a colocarlo en el 10% afectó a servicios como conciertos, circos o teatros, pero no se vieron afectados los parques de atracciones. “Incluimos más de 150 espectáculos en vivo diferentes cada temporada, con 45.000 representaciones, que dan trabajo a 1.200 personas (actores, escenógrafos, coreógrafos, etc), además de formación en los zoos”, se queja Guillermo Cruz.

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